Matrimonio Por Conveniencia [Stony]

IV

La cena era silenciosa, en un extremo de la mesa se encontraba Tony cortando su filete mientras que al otro extremo estaba Steve con la mirada fija en el omega.

Por supuesto, Tony se había percatado ya de la intensa mirada por parte del alfa hace ya un buen tiempo, sin embargo no quería tener que entablar una conversación así que optó por ignorarlo, pero al pasar el tiempo se percató de que Steve no se detendría así que al final desistió con ingnorarlo.

El castaño suspiró y dejó a un lado sus cubiertos para mirar al capitán y formar una mueca con sus labios, realmente no entendía al hombre, y odiaba no entender algo.

— Pronto se te saldrán los ojos. — comentó mientras se limpiaba los labios con una servilleta.

Steve salió de su trance y tosió un poco avergonzado. Creyó que era discreto, pero al parecer se equivocó.

— Stark, yo... — Rogers jugó con sus dedos y apretó fuertemente sus labios. No acostumbraba a disculparse, ni siquiera recordaba la última vez que lo hizo, o si al menos lo había hecho alguna vez, pero por alguna razón sentía la necesidad de disculparse, sabía que estuvo mal, y si el omega sería su futuro esposo sería mejor que se llevaran bien, o al menos con más educación.

— Habla ya antes de que pierda el apetito. — gruñó el omega.

Al notar que el tiempo pasaba y Steve no decía nada, Tony soltó un bufido y volvió a comer bajo la atenta mirada del Rubio. Quería acabar e irse, mañana vendría alguien para tomar sus medidas para los trajes de la boda y finalmente se iría, la foto podía irse al diablo.

— Lo siento.

Tony se detuvo con el tenedor cerca de la boca al escuchar esas palabras y miró a Rogers. El Rubio tenía sus labios apretados dibujando así una tensa línea.

El castaño pudo notar el arrepentimiento genuino en el rostro de Rogers así que decidió bajar nuevamente su cubierto y enfocar su atención en el alfa frente a él.

— ¿Por qué?

Steve apretó sus puños sobre la mesa y fruncio el ceño, sabía perfectamente que Tony entendió porque se disculpaba. No debió abrir la boca en primer lugar.

— Sabes porqué — respondió secamente.

Tony hizo una mueca por la actitud del alfa. Primero lo insultaba, después se disculpaba y ahora le hablaba de esa forma, comenzaba a pensar que era bipolar.

— Quiero oírte decirlo, adelante.

— Yo... — Steve soltó un gruñido y suspiró dándose por vencido, solo esta vez le daría al omega lo que quería. — Lamento las cosas que te dije, no eres y no tengo la intención de que seas mi puta. Me enojo fácilmente y tu conducta no ayuda, te burlas de mí y me pones apodos estúpidos, eres terco y obstinado, no me escuchas, eres muy-

Stark encaró una ceja no muy convencido de las palabras de Steve, esas eran las peores disculpas que había escuchado en su vida, pero era aceptable.

— Bien Rogers, que no se vuelva a repetir — Tony se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta de salida pasando junto a Steve. El alfa fruncio el ceño y tomó de la mano al omega.

— ¿Eso es todo? ¿Ya me has perdonado?

— En parte, con el tiempo veré si eres digno de mí y si realmente mereces mi perdón.

— Soy digno de tí — gruñó el alfa.

Tony rodó los ojos y suspiró ya cansado de la conducta de Steve.

— No me refiero al poder, soy conciente de las circunstancias en las que se están dando nuestro matrimonio, sin embargo, aunque jamás lleguemos a amarnos, podríamos ser amigos, veré si me mereces, pero si no lo haces, seguiremos casados pero nuestras interacciones serán mínimas.