Tratando De Animar Al Pequeño Pastor Alemán A Ir A Ciudad Aventura

94 9 3
                                    

Ryder: ¿Y ahora qué voy a hacer? Tengo que encontrar una manera de llevar a Chase a Ciudad Aventura, pero, ¿Cómo?

Katie: Debe haber una manera de poder convencerlo de ir a Ciudad Aventura, aunque eso será muy difícil

Ryder: Lo sé, se supone que ahora debo ayudar a Chase a encontrar a su familia biológica, pero, ¿Ahora cómo lo haré?

Katie: Creo que lo primero que todo es que Chase debe superar lo que le pasó cuando era un cachorro callejero

Ryder: Sí, pero conozco a Chase y yo sé que él jamás podrá superar lo que vivió allá cuando era un cachorro callejero

Katie: Tendrá que superar eso si quiere ir a Ciudad Aventura y encontrar el paradero de su familia biológica, Ryder

El joven rescatista se queda pensativo al escuchar lo que la joven veterinaria dijo y piensa en qué va a hacer.

Después de pensarlo por unos minutos, el joven rescatista va en busca del pequeño pastor alemán.

El joven rescatista llega a la habitación de los cachorros y ve al pequeño pastor alemán acostado sobre su cama.

Ryder: *Se acerca al pequeño pastor alemán y se sienta en su cama y lo acaricia suavemente* ¿Mi bebito?

Chase: No quiero regresar a Ciudad Aventura, ese lugar es horrible y sabe todo lo duro que viví allá, papi

Ryder: Lo sé, mi hermoso bebito, pero si quieres encontrar a tu familia biológica y su paradero, esa es la única manera

Chase: Yo quiero encontrar a mi familia biológica, pero no quiero volver a la ciudad en donde sufrí y tú lo sabes

Ryder: Sé que cuando eras chiquito has sufrido muchas cosas, por esa razón, tú tienes que superarlas ahora, mi bebito

Chase: *Abraza muy fuerte al joven rescatista y llora desconsoladamente* Por favor, papi, no me hagas volver allá

Ryder: Lo lamento mucho, mi bebito, pero tenemos que ir si quieres que encontremos a tu familia biológica

Chase: *Llorando desconsoladamente mientras sigue abrazando muy fuerte al joven rescatista* No me lleves, papi

Ryder: Ya, ya, mi hermoso bebito, ya no llores más, por favor, mi hermoso bebito *lo acaricia suavemente* mm...

Chase: *Llorando desconsoladamente mientras siente como el joven rescatista lo acaricia suavemente*

El joven rescatista sigue acariciando suavemente al pequeño pastor alemán tratando de consolarlo finalmente.

El pequeño pastor alemán se queda profundamente dormido después de haber llorado desconsoladamente.

Reencuentros, Búsqueda Y Muchas Cosas MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora