Proverbios 3:3-4

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"Que el amor y la verdad
no se separen de ti:
átalos a tu cuello,
grábalos en tu corazón"

Proverbios 3:3-4

Reese no le informó de esta decisión en un comienzo, pero algo en el ligero cambio en su relación le hizo pensar que Luc la presentía

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Reese no le informó de esta decisión en un comienzo, pero algo en el ligero cambio en su relación le hizo pensar que Luc la presentía.

Y por supuesto, con él, todos los otros seres de su entorno e incluso los que se relacionaban desde la distancia con el primer ángel caído.

Reese salió de la sala del trono un día, vestido con la capa de príncipe del infierno que Luc había colocado sobre sus hombros de nuevo, para toparse con dos arcángeles en el corredor. Luc, que iba justo detrás de él, se detuvo e hizo las presentaciones ignorando a Gabriel.

—Reese, Miguel —Apuntó al arcángel que tenía una expresión demasiado amable para ser el guerrero comandante de los ejércitos celestiales—. Miguel, este es Reese.

Gabriel carraspeó y se apuntó a sí mismo con un gesto. Sin titubear, Luc declaró:

—Reese, el ángel asistente de Miguel. Ya lo conociste.

Ni siquiera sabía que la cara de un ángel pudiese ponerse tan roja como la de Gabriel en ese instante. Miguel lo detuvo con un gesto de su mano de cualquier tipo de reacción explosiva que pudiese dar inicio a una disputa y Gabriel cerró la boca de mala gana.

—Es un placer, Reese —Miguel cabeceó hacia él, pero no le tendió su mano y Luc le sujetó la muñeca a Reese cuando hizo ademán de ofrecérsela él.

"Te puede hacer daño cuando estás en pleno proceso de contaminación"

Reese giró el rostro y lo observó, boquiabierto. Estaba seguro de que había escuchado su voz sin que él moviese los labios.

"Es una habilidad normal de los demonios" le explicó Lucifer, sin darle importancia, pero sí que le dedicó una mirada de disculpa. "No estoy revisando tu mente ni nada de eso, no quería que pensaras que era invasivo"

Reese se enterneció y se abrazó a uno de sus brazos. No notó de inmediato que ambos arcángeles, a pesar de no poder oír lo que decían a través de ese nuevo canal de comunicación, prestaban atención a los mínimos cambios en su rostro y actitud.

—¿Qué hacen aquí? —Luc fue directo al punto.

Miguel sonrió con sus ojos puestos en Reese.

—El Hijo del Padre quería darte sus mejores deseos en esta nueva etapa. Le gustaría que se vieran pronto para ponerse al día. El Padre, en cambio...me pidió echar un vistazo —Entonces sí que regresó su mirada a Lucifer— para que pudiese asegurarle que no tiene nada de lo que preocuparse.

Luc resopló y masculló algo sobre el "Padre" y su forma de preocuparse por otras personas.

Después Miguel le preguntó a Reese si había oído alguna vez acerca de cuando Luzbel estaba aprendiendo a volar.

Soberbia (Pecados #1)Where stories live. Discover now