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Su mirada se mantuvo pegada a la contraria, mentiría que no se sentía maravillado por el, por que en realidad se estaba volviendo loco, un suspiro brotó de su boca mientras pasaba sus manos a sus caderas, y gimió de forma ronca, tomó bien aquellos gorditos muslos palmeando estos, su repiracion haciéndose cada vez más pesada fue un gran cambio en su persona ya que la excitación comenzaba a mezclarse con sus aromas.

—Por favor..- gruñó bajito causando que el alfa respingue un poco.

Sus manos recorrían despacio aquella cintura, su vientre hinchadito chocase con su duro abdomen, un pequeño gemido brota fe sus labios sintiendo aquellos frotes mientras dejaba pequeños besos en la curva de su cuello.

Lamió su pezón con lentitud, sintiendo su falo completamente erecto pasó sus manos a su trasero, dejando distintos apretones a este mientras pasó su mano derecha a su cadera, sentandolo sobre su miembro, dando falsas estocadas, empapandose de aquel lubricante natural.

—Me fascinas, bebé. —Susurra moviendo sus caderas contra su húmeda entrada, aun estimulando su cuerpo.  El omega jadeó apenas, sus cabellos rojizos y acarició su mentón.

—Cariño... - El pelirrojo susurra, sus ojitos se abrieron de más al sentir aquel rápido movimiento, sus piernas temblaron intentando no lastimar su vientre se acomodó despacio.

Pequeños besos recorrieron su cuello, bajando por su abdomen y aquella curva demasiado notoria, sus mejillas se ponen aun más rojas cuando el alfa dió un beso en su ombligo que quería saltar completamente a causa de su vientre.

—Mío, mío. - murmura el Alfa se forma ronca, — Mi Omega y mi cachorro.

El menor siseó cerrando sus ojos sintiendo aquella mordida en su muslo.

Abrió sus labios unos cuantos segundos, viendo fijamente al hombre mientras abría sus ojos bien finalmente, teniéndolo entre sus piernas, sintiendo es e calor emanar de el y del contrario.

—Ah - ríe sintiendo aquel beso en sus labios y un pequeño gruñido de parte del mayor.

Entrelazó sus manos, dejandolas sobre su cabeza comenzando adentrarse en el, sintiendo aquellas calientes y mojadas paredes aferrarse a ese trozo de carne.

Su cabeza se hizo para atrás, comenzando a sentir aquellas  embestidas, sintiendo como ese calor aumentó, sus aromas aun más mezclados, sus manos recorrieron sus nudillos lentamente, soltando una de sus manos para guiarla a su espalda, acariciando esta.

Sintió aquellos músculos tensarse, un gemido más fuerte escapó de sus labios y movió despacio su cadera.

Pequeños jadeos, y uno que otro gemido salían de su boca, derramó aquel lubricante despacio y tensó sus muslos, sintiendo como el alfa entraba y salía de su interior.

Sus labios dejando besos en su pecho, el cual ya comenzaba a hincharse, siendo cuidadoso dejó lamidas.

Su cabeza se hizo nuevamente hacia atrás jadeando, sintiendo aquel sonido viscoso, apretó sus labios unos segundos escuchando al propio alfa gemir en su cuello y tembló de forma placentera.

Escucharlo jadear era una forma única, sentir como sus músculos se contraían, y escuchar sus gemidos era único. Muy único.

Se tensó unos segundos, derramando su orgasmo en sus abdomenes, sintiendo ese calor abrazar su interior y sentir como salió antes de aquel nudo, cuidando claramente para no lastimar a su cachorro a el mismo.

Subió despacio su mano sobre su mejilla, sintiendo aquellos besos y sonrió sintiendo su corazón un poco acelerado.

Exactamente, era la última revisión en ese lugar, y deseaba saber demasiado que sería ese alienígena que crecía en su estómago con rapidez.

Después de eso, disfrutaría de Italia.

El sonido de las manecillas de reloj hicieron que el omega se sintiera más tímido, mientras sentía sus lágrimas salir de sus ojos mientras dibujaba una pequeña sonrisa de felicidad.

Pudo sentir un beso sobre su cabeza de parte de su acompañante mientras sostenía su mano perfectamente.

—Muchas felicidades, al parecer tendrán una fuerte y sana niña.

El Alfa sonrió aun más, disfrutando de esas palabras con aquella ilusión en su corazón mientras abrazaba un poco el pequeño cuerpo del omega.

—Gracias. —Le susurra en su oído y dejó pequeños besos en su piel, causando que el contrario se sonrojase.

Cuando finalmente habían salido de aquel consultorio, el Alfa abraza bien al menor, dejando besos en su rostro.

—Una niña.. - dice bajo. —¡Una niña! ¡Tendremos una bonita princesa!

El omega sonrió por las palabras del Alfa, quien parecía demasiado feliz y emocionado, se acercó a sus labios, sintiendo como el vientre del omega se apegó despacio a su abdomen.

Tomó despacio aquel rostro, juntando con delicadeza sus boca sintiendo algo.

Un pequeño golpe en su abdomen.

Jadeó un poco  de nuevo aquello se hizo presente , separándose y llevó sus manos al vientre contrario, sintiendo  ese pequeño movimiento, y esta vez, ya no soportó tanto.

Sus ojos se cristalizan sintiendo aquello bajo su mano, el omega parecía en un estado de shoock, estaba presenciando a su bebé moverse.

Rió feliz, llevando su mano sobre la contraria y el alfa besa de forma corta de sus labios.

—Siento que te amo.

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MishapWhere stories live. Discover now