"Un Matrimonio De Tres" Su Hyeok X Chaong San X Gwi Nam

Sinopsis

El matrimonio es un anillo de oro atado a una cadena que empieza en una mirada y acaba en la eternidad.

Khalil Gibran.

La inseguridad comenzó a manifestarse en sus hermosos ojos color marrón, así como en su rostro pálido debido a la incredulidad, no daba merito a lo que veía, era, simplemente inaudito.

El impacto de la abrumadora sorpresa generó una enorme sequedad en su boca, dificultándole incluso el simple acto de hablar.

—¿Por que? —pregunto, en un susurro forzado compuesto por monosílabos, sintiendo morir las palabras en su boca reseca.

«¿Por qué estamos aquí?» Termino su pregunta en su caótica mente, dejando –en algún punto de la ilógica situación– de mirar el gran club nocturno, el cual era representado por un espectacular cartel iluminado por fuertes luces fosforescentes.

Para dirigir su mirada confundida y asustada a su amigo.

No lograba comprender en qué momento de la situación, llegó a ese "tipo" de lugar.

Al igual que no entendía, cómo pasó de "una fiesta de pijamas en la casa de su mejor amigo, con la promesa de una noche de películas, refrescos, palomitas de maíz y videojuegos" a un bar clandestino.

Por qué si, el era menor de edad.

Y este club, al aceptar menores, lo vuelve automáticamente en uno clandestino.

Aturdido, se pasó las manos temblorosas por la cara, pensando que solo era un truco de su mente, pero el frío que se colaba por sus poros le hizo rechazar la idea.

Las temperaturas eran demasiados bajas en la noche, sobre todo en la madrugada, logrando hacer que hasta el hombre mas fuerte y de mejor salud enfermara, solo por el simple hecho de no estar bien abrigado. Pero para fortuna de el, antes de acompañar a su amigo "por los refrescos a la tienda" este le aconsejo que tomara con total libertad uno de los muchos suéteres de su armario.

Eso sí, nunca se le pasó por la cabeza que el "miserable", como lo apodaría cheong de ahora en adelante, lo llevaría sin su consentimiento ni opinión a un bar en medio de la ciudad.

—Debí imaginarlo —murmuro irritado.

Pasando de tallar su tenso rostro, a solo masajear el puente de su nariz.

Ahora comprendía el extraño actuar de Su-Hyeok en la semana.

Al inicio pensó que era solo una simple sugerencia por parte de su amigo, pero ahora que se ponía a recapitular todas las veces en las que insistía en ir los dos solos a uno de estos lugares para celebrar su cumpleaños numero diecisiete.

Todo daba a entender que se traía algo entre manos.

Suspiro, dando una pequeña negación con su cabeza, tratando que no le ganara la tentadora idea de golpear a su compañero de estudios.

«Fue un detalle de su parte» Medito, recodando todas las veces en la que lo interceptaba al salir de la escuela.

Al igual que en la cafetería.

Y en el salón de clases.

Ah, también no hay que olvidar los papelitos que le pasaba en medio de clases, «Correcto» pensó, formando una mueca con sus labios.

«Quizás simplemente no quería beber solo». Trato de considerar, alzando la mirada para ver la expresión del culpable detrás de sus tempranos dolores de cabeza. Su hyeok, a diferencia de el, tenía una gran y sobre todo satisfecha- sonrisa plasmada en su cara, mostrando sus perfectos dientes blancos en todo su esplendor.