•MEMORIAS DE ANNA 03•

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"Elsa no merece compasión"

"Elsa si merece... compasión"

En cuanto me di cuenta de eso, es que no pude continuar con la cena. Fue como si todo se hubiese vuelto silencio. Sólo era yo, mis pensamientos y ese estúpido fideo que me negaba comer. Sí, Elsa la tonta no merecía nada más que desamor y que la castigaran constantemente, pero, entonces, ¿qué hacía yo ahí sintiéndome mal? Todos estos años ella ha estado haciendo que yo me sienta de esta manera: con una presión en el pecho que no me dejaba respirar y con un nudo en la garganta por no poder mirarla a los ojos sin dejar de sentirme así. Mamá estaría decepcionada de saber que no soy una experta en manejar sentimientos. Tal vez me haría cocinar o limpiar como lo hacían con Elsa, tal vez incluso terminaría peor cómo ella por "desviarme del camino", por volverme tonta.

Ah... que vida más mierda me tocó...

—Te casarás con Jackson Frost —parpadeé en cuanto escuché la voz de mi padre. Todas volteamos a ver a los hombres. Papá estaba serio en comparación con el gordito que no dejaba de sonreír.

—¿Cómo? —no pude evitar preguntar.

—Me refiero a Elsa, querida —papá me aclaró la duda, volviendo a sentarse junto a Frost—. Creemos que ambos se llevaran bien y eso nos permitirá aliarnos como empresas.

—Mm... Nicholas, cariño —la Sra. Rose lo miró preocupada—, ¿estás seguro de esto? A Jack no le gustará esto.

—Jack debe madurar de una vez, querida —le respondió el viejo y yo tuve que beber nuevamente de mi jugo para poder refrescarme luego de tan desagradable noticia.

Definitivamente, Elsa era un objeto para la familia. Un objeto al que se le patea, insulta y ahora se vende.

La miro de reojo y su mirada me hace saber lo aterrada que se encontraba después de oír toda esta ridiculez, pero una vez más me callo. Después de todo, la peste de mi hermana podría ayudarnos a que esta familia pudiese tener más dinero, tal como nos gusta.

La cena concluyó con una fecha en donde se planeó la fiesta de compromiso, momento donde los novios deberían conocerse. Bostecé del aburrimiento, intentando descifrar si es que no me golpeé la cabeza y terminé en la prehistoria o algo por el estilo. Aunque claro, luego recuerdo que el mundo de los ricos es así y que ni mis padres se quieres, y se me pasa.

—Y espero, mocosa, que no lo arruines —mamá le sujetó con fuerza la barbilla a Elsa una vez los Frost se largaron— ¿Quedó claro?

La platinada no hizo más que asentir antes de ir a lavar los platos. Yo me dirigí hasta mi cuarto a continuar escribiendo en mi diario.

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3 de abril del 2016

Me encuentro sentada en la maldita iglesia, observando esta maldita boda como si nada malo sucediera en esta maldita familia.

Hace un mes, había sido la fiesta de compromiso de Jackson y Elsa, y fue uno de los momentos más incómodos de presenciar. Ese sujeto, por muy guapo y sensual que sea, no era más que otro de los que se parecía a mis padres. Lo noté en la mirada de desagrado que le dirigió a la peste y no solo a ella, sino que a nosotros también. Mis padres son tan estúpidos por haber aceptado una unión así, pero, ignorando el presentimiento que tengo, prefiero creer que todo saldrá bien y pronto Elsa nos ayudará con manipular a su maridito para que nos den dinero y así la empresa vuelva a surgir, pues resulta que estamos en quiebra. Carajo.

Hace un mes, también, fue mi cumpleaños número 18. No hice fiesta porque estaban ocupados con los preparativos de la boda y nadie lo recordó, y eso fue lo que me dolió pese a que no debería ser así. No me dolió exactamente que a mis padres les importara una mierda, pero Elsa...

¿En dónde diablos quedaron su dibujos horribles?

Recuerdo haber esperado todo el bendito día y toda la bendita noche por oír sus pasos apresurados y diminutos golpes tocar mi puerta para luego recibir el regalo que cada año esperaba por recibir. Sin embargo, este año nadie tocó mi puerta, nadie me entregó un papel con un feo dibujo ni nadie me dijo lo mucho que me quería...

Ese día, sólo fuimos yo, mi cámara y mi diario. Los tres estando en el parque sin que nadie se percatara de ello...

Supongo que me lo merezco.

No obstante, me enojé mucho con ella y aún hasta el día de hoy lo estoy, pues no puedo sonreír ni para fingir que todo está bien, porque una parte de mí me dice que no lo está, que Elsa no debe estar en el altar ni que yo debo callarme mientras observo las estupideces de mis padres. Pero no puedo. Mi otra parte me dice que mi hermana se merece eso y más, y que yo soy la que está bien de la cabeza. Por eso mis padres me quieren. Por eso siempre me han dicho todo lo que he aprendido: "los sentimientos no te llevan a ningún lado".

¿Qué importa que Elsa se case con ese idiota?

¿Qué importa que nadie me haya dicho "feliz cumpleaños"?

Nada de eso importa si al fin conseguiremos lo que queremos: dinero.

—A-Acepto.

Pero, oír la asustadiza voz de Elsa y ver como el peliblanco rodaba los ojos con completo fastidio, me hizo cerrar brevemente los míos para calmar estos estúpidos sentimientos que se supone que no deberían estar allí.

Luego de una aburrida fiesta, nos regresamos a casa después de asegurarnos de que Elsa se fuera a la bendita luna de miel más ácida de la historia, y una vez estar en casa, me fui a encerrar a mi habitación sin ganas de tener que escuchar el entusiasmo de mis padres por el dinero que recibirían pronto gracias a la boda.

Cerré la puerta con seguro y me agaché a tomar mi cajita que escondía bajo la cama. Con las llaves abrí el candado y dejé caer esos papeles por sobre la colcha de mi cama. Año tras año, esos dibujos rotos por mí, los volvía a armar para guardarlos como un recuerdo del regalo que más esperaba por recibir y como algo que, aunque no me agradara del todo, me unía a Elsa mucho más que la sangre que compartimos.

Al sentir mi barbilla temblar por no ver el dibujo número 18, guardo inmediatamente los papeles y sello la caja para dejarla bajo mi cama antes de dejar escapar otra desagradable lágrima...

"No pasará nada si mamá y papá no se enteran..."

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Hola, holaaaa

Se me había olvidado que a esta historia le había agregado un spin off y cuando lo releí para avanzar... oh..., tuve sentimientos encontrados. Hace mucho que no me hacía querer llorar algo que escribía, para el 4rto capítulo de las Memorias de Anna prepárense :(

Flechazo de amor |Jelsa| |TERMINADA|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu