Un pedazo de mi mente

El beneficio de la lectura

A lo largo de mi vida he sido halagada con el mismo piropo: "Qué bien escribes"

No os lo voy a negar, disfruto con ello. Produce en mí un sinfín de emociones que pocas actividades en mi día a día pueden, (por no decir ninguna)

Obviamente el que mi escritura remueva algo en el interior de alguna persona, indica que dicha persona y yo, tenemos algún aspecto en común.

Esto ocurre debido a que cuando leemos un fragmento de una novela, un poema, un ensayo, o cualquier especie de escrito, en el fondo, nos estamos leyendo a nosotros mismos.

A la par que nuestras retinas captan toda la información de izquierda a derecha, nuestras creencias, pensamientos, emociones, recuerdos, imágenes mentales, traumas...

Todo sale a la luz.

Es por ello que la mayoría de escritores que han triunfado en la historia, son aquellos que se han abierto en canal, exponiendo ante su público tanto sus sombras como sus luces.

En el momento en el que un escritor muestra su vulnerabilidad, en ese mismo instante, algunas de tus vulnerabilidades se identifican con las suyas.

Demos las gracias a las neuronas espejo de este fenómeno.

La empatía nos puede llegar a hacer sentir como nuestra, otra vivencia. No me malinterpretéis, no hablo de cargar como nuestros, problemas ajenos. Sino tan simple como el hecho de sentirnos pletóricamente felices por ver a alguien cumplir su sueño.

Con la lectura ocurre lo mismo. O en mi caso, con la escritura...

Al mismo tiempo que mi ser se siente escuchado, por tener la oportunidad de exponer mis emociones hacia un público, tu ser se siente comprendido, por observar tu identificación con los pensamientos o creencias narrados.

Es por ello, por lo que la lectura y/o escritura, es tan beneficiosa. No se trata de un simple pasatiempo. Se trata de una íntima conversación, en la que tú, (lector), y yo en este caso, (escritora), se comunican.

Y lo más primoroso de esto, es que seguramente lo que yo quiera expresarte, no sea exactamente lo que tu percibas, pues todo lo que vemos pasa por el filtro de la subjetividad.

Y entonces, al leer, te lees, y al leerte, te conoces.

Solo precisa el artista, el instrumento, y el medio.
Solo precisas de ti, el lápiz, y el papel.

Y no sabes cuán importante es conocer los inmensos senderos de la mente, el auto-concepto, y la identidad.

Literalmente, te abre puertas a la felicidad. A tu felicidad.