Capitulo 3

39 3 1
                                    

-¡Eso no se vale! Me has trucado el mando, cabronazo.- escuche decir a Will desde fuera, desde el porche de la casa de Caleb.- Ya voy.- dijo Will gritando. Iba a abrirme la puerta tras el cuarto timbrazo. 

-Joder, me llego a morir y no abrís eh.

-No escuchábamos nada con el sonido del juego.- Mire a Will con una sonrisa picantona. Me entendió al instante y empezamos a reírnos y reírnos. Me encantaba que tan solo un par de personas me pudieran entender como ellos lo hacían. Mientras bajábamos al sótano seguimos riéndonos y charlando.

-Éramos dos tontos y ahora somos 3. ¿Alguien mas?- Caleb se volvió para mirarme cuando entre en la habitación y los 3 empezamos a reírnos de nuevo.-¿Vamos a ir a dar una vuelta?

-Si a una vuelta te refieres a lo de siempre por mi bien.- Will y yo ya sabíamos a lo que se refería Caleb con salir: ir a comprar cualquier tontearía con azúcar para comer, ir al cementerio a ver a unos gatos abandonados e ir al campo de al lado de este y hacer el gilipollas. Casi siempre hacíamos eso, o veíamos películas. Jugábamos juegos de mesa con los que nos partíamos el culo o jugábamos a algún videojuego aunque yo de ese tema entendía bien poco por lo que siempre me reventaban. Siempre solíamos hacer algo así y nunca nos aburríamos.

-Siempre y cuando no improvisemos como hicimos una vez en verano.- lo dije recordando ese día.

-Dios que pedazo de día- a Will le pareció increíble ese día, estaba claro.

-Bua y el kebab que nos comimos después de andar tanto.- añadió Caleb, recalcando lo adictos que somos a todo lo que sea comida basura.

-Cabrones me cayo un pedazo de castigo increíble.- Will y Caleb empezaron a reír al unísono.-Desaparecí por 5 horas con vosotros sin avisar a nadie. Encima me hicisteis subir a lo mas alto de la montaña en pleno verano. Si volvemos a improvisar de esa manera nos cuelgan a los tres en la misma soga.

Solo pudimos reírnos mas y mas y mientras salíamos de aquella casa y empezamos a andar y a charlar de absolutamente todo. Recordar ese día me llevo a verano, a momentos como cuando el primo de Will me gustaba, o a aquel día en el que baile con gente a la que antes llamaba amigas. A días de playa y a gente que pensé que nunca se iría y se terminaron yendo casi todas. No echaba de menos a esa gente, echaba de menos esos días. Días en los que radiaba felicidad. ¿Qué me ha ahogado tanto como para no poder ni querer sonreír mas? Se que hay cosas que no podre reparar porque yo no las rompí, pero desearía volver hacia atrás para intentar no verme así de apagada ahora. Y por eso a pesar de no tener ningunas ganas de salir ni de vivir, siempre lo vuelvo a intentar y es gracias a ellos. Sus vidas no son perfectas, también tienen problemas pero siguen arriba caigan o no. Nunca me abandonaron, ni siquiera en meses en los que ni siquiera tenia fuerzas para responder mensajes o llamadas, a pesar de que pude pedir que me abandonaran nunca lo hicieron. Y por eso sigo creyendo en el amor, porque se que no los veo de una manera romántica, pero si como si fueran mis hermanos. Sigo creyendo en el amor de la amistad porque ellos me enseñaron que no te hace falta estar enamorado de alguien para preocuparte por esa persona y quererla, acompañarla en buenos y malos momentos. De eso se trata la amistad, y por eso no pude seguir al lado de gente como la que antes tenia a mi lado: se hacían llamar amigos cuando en realidad eran buitres.


Casualidades prohibidasWhere stories live. Discover now