2: ¿Por qué Odio a Ransom?

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Había alguien que sabía mi nombre, alguien que sabía quién era yo. El sudor comenzó a correr por todo mi cuerpo y la cafetería era repentinamente muy pequeña, miré de reojo a toda la gente que estaba aquí, ellos ni siquiera me miraban. Cogí mi bolso y me precipitó a ir afuera de la cafetería para llegar a mi casillero, me dejé caer como si estuviera perdida contra la pared, respire profundamente, tratando que mi corazón empiece a respirar normalmente. El pasillo estaba desierto, todo el mundo estaba en su clase, donde debería estar yo, ahora. Me levante y abrí mi casillero, suspirando, escuchando cada sonido de la universidad.

Miré a mí alrededor con miedo de encontrarme a la posible persona que escribió el mensaje de texto, yo ya no estaba segura. Quiero decir, yo nunca he estado segura, pero en la universidad me sentía un poco segura. De pronto se oyeron pasos en el extremo del pasillo, me di la vuelta, había un tipo que reconocí de inmediato, un tipo que realmente no podía describir en este momento. Oh no. Rápidamente escondí mi cabeza en mi casillero, y fingí que era bueno mirar mis libros. Oí al chico más cerca.

-¡Hey, Aubrey! -Exclamó sonriendo, suspire. Mierda, me ha visto. Me di vuelta y lo miré directamente a la cara.

-Ransom -murmure de mal humor.

-¿Estás tarde otra vez? -Él se burló. Él tenía una sonrisa irritante en su cara, tuve que contenerme para no matarlo con un martillo. No sé de donde iba a sacar el martillo, pero tenia ganas de matarlo. En lugar de atacarlo rodé mis ojos y me di la vuelta.

-Piérdete imbécil.

-Oh, eso nunca nadie me lo había dicho -dijo indignado. Él se acercó a mí se puso a mi lado, lancé un suspiro y se cerré mi casillero.

-Tal vez porque nadie se atreve a decírtelo. Yo tendre mis razones para decirtelo.

-Tienes tus razones ¿Quieres saber un secreto? -Se acercó más a mí de forma misteriosa. Rodé los ojos.

-No, gracias. no importa nada sobre ti -Él no respondió, su rostro estaba a unos centímetros del mío.

-Todo el mundo me ama -susurro. Irritante-mente lo mire.

-¿Estas seguro de eso? Por que al parecer yo te odio.

-O pensandolo bien no todo el mundo me ama, porque al parecer una persona insignificante no saben lo que es amar a Ransom.

-Ah mira tú, creo que yo soy esa persona insignificante para ti. Pero sabes una cosa no interesa lo que soy para ti. Ya no quiero perder mi tiempo con un idiota como tú. Así que hazme el favor y vete a la mierda -Me di la vuelta y me aleje. -Él rió a carcajadas.

-Hasta luego, Brey -El me llamo dulcemente.

-¡Arruinaste mi día, estúpido arrogante! -Grité mientras caminaba por la universidad.

Y sí, Ransom y yo ya no nos encontramos cerca, él debe estar coqueteando con una chica y bueno yo caminando por toda la universidad. Ni siquiera sé porque estamos hablando hace un momento, porque en realidad nos odiamos. Cuando vine aquí, a esta pequeña universidad, me di cuenta que él era el chico que todo estudiante adoraba, los chicos querían ser como él, las chicas estaban locas por él. Lo confieso yo era una de esas chicas, los primeros días que lo conocí estaba increíblemente enamorada de él. Él con su cabello castaño, sus ojos castaños como el nueces, su boca que formaba una sonrisa perfecta, con esos dientes tan perfecto. Pensé que él era genial, hasta que hable por primera vez con él. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer...

*Flashback*

-Haga equipos de dos -Exclamó la señora de cincuenta años con mucho entusiasmo. Los estudiantes aplaudieron con sus manos, lógico. Oí un suspiro pasar por la clase, pero yo estaba tan feliz que no le di importancia. Esto significaba que por fin iba hablar con alguien. Tal vez ya no estaría tan sola.

AUBREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora