**Capítulo 12**

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—¿Estás seguro que deseas ir?

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—¿Estás seguro que deseas ir?.—preguntó Megan al azabache recién cambiado, el cual guardaba un par de camisetas celestes con estampado y uno que otro short en la mochila rosa que tomó prestada de la habitación de Megan, diciendo como excusa a sus padres, que la ropa de su hermana se había ensuciado.—Tienes mi pijama, ¿verdad?. Es una talla más grande que yo, te quedará bien.

—Fueron muy amables en el entrenamiento de la mañana, lo siento, pero no puedo fallarles cuando ésta pijamada es importante para ellas.

—Woow, parece que te están agradando más de lo que esperaba.—la azabache esbozó una sonrisa.

—¿Qué dices?.—Gulf rió antes de colocarse la peluca y acercarse a Megan para que pudiera ajustarla.—Pero bueno...ya me voy.—colgó la mochila en su espalda antes de depositar un beso en la frente de su hermana.—Quedé en encontrarme con Alessandra en la estación Sadang.

—Ve con cuidado, se está haciendo tarde.—miró el reloj, eran las seis de la tarde y al ver por la ventana, estaba oscureciendo.—Por favor, apresúrate, no quiero que Alessandra esté esperando mucho tiempo sola.

—Sí, no te preocupes, la protegeré.—se despidió Gulf haciendo un ademan con su mano antes de salir de la habitación, cubriendo ligeramente su rostro.

Al salir del hospital, aceleró su paso para llegar hasta el paradero acordado lo antes posible. Se maldijo mentalmente al ver el cielo. ¿Por qué aceptó cuándo Alessandra le pidió que se reunieran para ir juntas?. Sabía cómo era Tailandia a éstas horas de la noche, muchos pervertidos y acosadores aparecían.
Estaba a punto de anochecer y su preocupación aumentaba, rogando porque Alessandra siguiera sana y salva.

Sacó el celular de su mochila, marcando su número, pero la pelirroja no contestó, alarmándolo aún más.

—¡Maldita sea!.—comenzó a correr dentro de un atajo. El sudor recorría su frente, pero para su suerte, sus piernas respondían bien.—¡Ya voy, Alessandra!.

Llegó al paradero, tomando grandes bocanadas de aire, casi ahogándose. A lo lejos vió a un sujeto sujetando de la muñeca a Alessandra mientras la arrastraba lejos del paradero y claramente se veía que ella deseaba liberarse.

—¡Hey, idiota, suéltala!.—gritó señalándolos, logrando que Alessandra y aquel señor lo miraran. El rostro de la pelirroja se tranquilizó.

Cuando llegó hasta ellos, empujó al señor y se situó frente a Alessandra, cubriéndola.

—Es peligroso que una chica esté sola a éstas horas, linda. Solo estaba acompañándola.—Gulf colocó ambas manos en sus caderas, soltando una carcajada.

—Sí, lo sé. Por eso estoy aquí, puedes irte, tarado.—el hombre más alto que él, intentó sujetarlo de la cintura, pero de un movimiento rápido Gulf lo impidió y le propinó un puñetazo y un golpe en la parte baja, consiguiendo que el tipo cayera boca abajo.—Dije que...podías irte. ¿No me escuchaste, escoria?. Traté de ser gentil, pero...—le pisó el rostro con una sonrisa.—...mejor no.

He is the girl? /MewGulf/(pausada)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα