Capítulo 38: La boda

4.9K 463 226
                                    

Todas las personas están sentadas en sus respectivos asientos, murmurando. Ya pasaron cinco minutos desde que nos acomodaron y Abel todavía no da señales de vida. Yo estoy comiéndome las uñas desde que puse la cola en la silla y Eduardo sonríe con la cámara encendida en la mano, listo para filmar lo que pueda suceder.

—Estoy listo para subir el storytime a TikTok —me dice en el oído. No puedo evitar soltar una carcajada, pero a causa de los nervios me sale como si fuera un llanto y me mira como si estuviera loca.

El espacio vacío a mi lado se llena con el cuerpo robusto de Alejandro y me guiña un ojo.

—¿Vos estabas invitado? —le pregunto.

—Sí, Roxana quería tenerme cerca para que no interrumpiera nada. Supongo que también te invitó por eso.

—¿Y por qué interrumpirías la boda?

—Porque sé muchas cosas, chiquita.

Eduardo lo mira con interés y le hace un gesto con la cabeza.

—Desembucha —le dice. El rubio hace un sonido negativo y un gesto como si tuviera un cierre en la boca—. Ja, ja, seguro te pagó cinco mil dólares para que no hablaras.

El actor se encoge de hombros, pero veo que esboza una pequeña sonrisa que me da escalofríos. ¿Qué tendrá planeado? Pasan cinco minutos más, mi ex sigue sin aparecer y los invitados ya se están impacientando. La tardanza en un casamiento siempre significa que algo no va bien, espero que sea porque la esté dejando.

Veo que mi exsuegro se pone de pie y se aclara la voz, creo que va a decir algo hasta que termina yéndose. Mi amigo y yo nos miramos con curiosidad, la verdad es que no entiendo qué está pasando. Si Abel dejó a Roxana, lo mejor es que salga alguien a decirlo.

—¿Qué estás haciendo acá? —Escucho que alguien pregunta delante de mí. Una mujer rubia, supongo que la madre de la actriz, está mirando con el ceño fruncido a Mauricio—. ¿Ella te invitó?

—No, pero es mi hermana y quiero presenciar su boda —contesta el interpelado encogiéndose de hombros.

—¿Después de lo que le hiciste? ¡No sé cómo te da la cara para venir!

Eduardo me da un codazo y le hago un gesto para que no diga nada. No sé si toda la familia está en contra de él o si es el malo.

—La verdad es que me da muy bien la cara, ella fue la que hizo todo el escándalo, yo solo quiero ver como termina este show, ¡ni su novio la quiere, mamá!

La mujer hace un chistido y noto que mi amigo aprieta sus labios para no reírse. Yo estoy muriéndome de nervios, pero se nota que él la está pasando bomba. La señora está por responder, pero aparece Abel junto a su padre y se posicionan en el altar.

—Creo que voy a vomitar —murmuro. Alejandro ríe por lo bajo y aprieta mi mano. Es un gesto bastante raro por parte de él, aunque admito que me reconforta un poco.

Mi ex está tan pálido que creo que se va a desmayar y hasta noto que está transpirando. Se afloja la corbata con impaciencia y rasca su cabeza con expresión ansiosa. Me busca con la mirada y esboza una pequeña sonrisa, la cual se le borra en cuanto empieza a sonar la música nupcial y aparece su novia caminando con lentitud hacia él.

Tengo ganas de llorar, siento que debería ser yo quien estuviera en ese lugar. Eduardo entrelaza nuestros dedos con fuerza para darme seguridad, al menos eso me hace sentir menos sola. Abel no para de moverse en el lugar, recarga su peso en un pie y luego en el otro, se seca su frente, se cruza de brazos y luego vuelve a pararse firme, en su rostro se nota el temor y los nervios que tiene.

La boda de mi exKde žijí příběhy. Začni objevovat