Verdulero: Llévate unas papas Inko. Este chico necesita una tortilla de verduras.

Niña: (Le tira del pantalón al pecoso y este se agacha) Te doy mi paleta para que llenes tu panista. (Le decía con la boca encara melada y su paleta a medio comer)

La mujer sonríe dulcemente y solamente acepta las 2 ofertar a anteriores, ya que era muy egoísta quitarle una paleta a una niña. Toma las cosas y las lleva junto a su hijo a su casa.

Toda la multitud los acompaña de camino a casa, pero de a poco se van retirando y dejan que lleguen solos a su casa. El pecoso ve esa puerta de madera en la cual había marcas cuando jugaba de chiquito, las cuales ya se habia olvidado. Entran y dejan la yegua afuera tranquila.

Midoriya: Perdona por llegar despues de muchos días. Es que si estuvieras en mi lugar y con lo curioso que soy de seguro que hubieras echo lo mismo. (Se rascaba la nuca)

Inko: No voy a decirte que puedo entenderlo, pero me alegra que estés aquí ahora. (Deja las cosas sobre la mesada) Me preocupaste demasiado Izuku, y a tus compañeros también. ¿Qué es eso de desaparecer por unos días? Y encima sin avisar.

Midoriya: Bueno... no es como si pudiera mandarte una carta o algo. Además, me caí y alguien me salvó, así que no sabía cuál era el camino para volver.

Inko: ¿Y ese "alguien" No sabía tampoco? (Lo mira seria) Fue grave lo que paso hijo, todos creíamos que habías muerto, hasta hicimos una lápida improvisada.

Midoriya: AY MAMÁ, ¡¡TENGAN UN POCO DE ESPERANZA!! (Decía algo ofendido) Ese "alguien" si lo sabía, pero al caer del barranco Saki se lastimó y no pudo caminar bien.

Inko: Pudiste haber vuelto caminando y, aunque sea, avisarme que estabas vivo. (Tomaba asiento sin quitar su mirada del pecoso) ¿Y cómo sobreviviste afuera? ¿Recibiste ayuda de ese "alguien"?

Midoriya: Quería que Saki se mejore... (Jugaba con sus manos arriba de la mesa y responde a las preguntas de su madre) Si... Me dio hospedaje y lo ayude con una vieja huerta que tenía. Le devolví el favor de a verme salvado.

Inko: Bueno... al menos le debo eso. (Sonríe levemente) ¿Y cómo es que se llama?

Midoriya: Emm Bakugou Katsuki... (Decía nervioso y algo decaído)

Inko: debe ser una buena persona. ¿Y cómo estás?...

Midoriya: Si... ¡SI! estoy bien, contento de a ver vuelo sano, estoy algo cansado, pero no quiero dormir ahora. (Decía sonriente mientras se levanta de la mesa) Quiero... decirte algo ma, pero vas a ser la única y no podés decirle a nadie, ni siquiera a cualquier Todoroki.

Inko: Me estás preocupando hijo. (Afirma mientras lo mira con atención) ¿En qué andas metido?

Midoriya: (Saca su libro y va a la página en donde habia dibujado al rubio, se la da y su madre aún estaba confundida) El que me salvo fue ese lobo ceniza que estábamos buscando, pero en realidad es el único y al parecer me dijo que toda su familia eran licántropos... ahora él es el único.

Inko: (Toma el libro entre sus manos y pasea su mirada por la musculatura del chico, el cual parecía tan real como el mismísimo cielo) Pero... ellos ya no existen amor, se extinguieron a causa de sus guerras internas, las cuales eran entre ellos. (Cierra el libro) Esto... es simplemente imposible, ¿ese chico debió sólo estar confundido o algo?

Midoriya: Mamá, tenía orejas y cola. No tenía mis orejas. (Estira sus orejas) Me dijo que estuvo aislado, suuu madre lo dejo con otros animales/humanos para que el no sufriera. ¡Yo lo vi! por eso me quede allá unos días, quería conocerlo y aprender.

Inko: (Lo mira preocupada y se levanta de la silla) Ya basta Izuku. Cariño, estás diciendo cosas incoherentes (Se acerca a él y pone su mano en la frente del chico) La caída debió causar algo para que estés diciendo tremenda palabrería... tal vez... deberíamos ir a ver a un médico...

Midoriya: Q-... ¡Es cierto! ¡Por alguna razón lo estábamos buscando! (Agarra su cuaderno y le da palmadas, la mira y baja su mirada algo decepcionado) Si... seguro que sí... (Se frotaba la punta de la cabeza)

Inko: Lo estaban buscando porque el rey... (Mira hacia todos lados y baja la voz) Es un hombre que se quedó en el pasado, cuando contábamos con lobos ceniza. (Sonríe levemente y acaricia los rizos del chico) Creo que deberías recostarte mientras que voy a buscar al médico, ya que si un Todoroki te oye diciendo esas cosas... quien sabe que nos podría hacer a nosotros...

Midoriya: Esta bien... (Agarra una de las manos de la madre) ¿Pero me prometes que no vas a decir nada? (Lo miraba suplicante)

Inko: (Suspira y asiente brevemente) Claro amor... no diré nada, pero ya vete a acostar, ¿sí?...

El pecoso sube esas escaleras rusticas de troncos cortado, junto a su mochila en la espalda, al llegar a su pequeño cuarto que parecía un ático, tira la mochila contra los pies de la cama y se acuesta en ella como un nene chiquito frustrado.

La mamá lo ve subir y busca inmediatamente su abrigo para poder ir en busca de aquel profesional, ya que la condición de su niño no era normal. Él siempre había buscado animales extraordinarios y fantásticos, pero nunca había hablado tan fervientemente de uno en particular.

Sale de su casa al galope y va a buscar al médico, el cual estaba en la otra punta del pueblo.

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Esta historia es un rol junto con  Agustina524887 y los capítulos serán subidos los Sábados, Martes y Jueves.

En peligro de extinción. (Baku Deku)Where stories live. Discover now