G24-B16

Me acosté a su lado y le di la espalda bostezando haciéndole entender que tenía sueño, su brazo pasó por mi cintura y me arrastró a su pecho, hice mi mayor esfuerzo por no tensarme al sentir su mano cerca de mi vientre, junte mis dedos con los suyos para que no acariciara a mi bebé. Cerré los ojos al sentir su erección en mi trasero mientras dejaba besos por mi cuello, yo trataba de no moverme y logré respirar pausadamente haciéndole pensar que estaba dormida.

- Te quiero, corazón - Susurró en mi cuello.

Me quedé quieta durante dos horas mientras esperaba que se durmiera por completo. Con delicadeza me deslicé hasta el borde de la cama y caminé hasta su laboratorio. Llegué hasta donde estaban sus experimentos básicos y busqué el que decía sueño, lo agarré y con cuidado me acerqué a Giovanni echándole spray en su nariz, no me quería arriesgar y lo bueno de esto es que él me explicó que no tenía efectos secundarios, como dolor de cabeza o malestar al otro día. Dejé el spray en su lugar y corrí hasta su computador, encendiéndolo y colocando la clave.

Busqué entre todas las carpetas hasta encontrar la que tenía de nombre G-20, entre en ella y al abrirla me encontré con tres carpetas más. Una llamada "fórmula", otra "efectos" y por último "presas".

Abrí la primera y en ella estaba lo que buscaba, la leí un millón de veces hasta aprenderme los químicos que se le agregaban y sus cantidades.

Hormonas...

Adrenalina...

Cuando tenía la fórmula y preparación en mi cabeza comencé a leer las segunda y tercera carpeta. En la segunda decía todo lo que el G-20 mejoraba en el cuerpo de un humano y en la última carpeta estaban cada una de las personas y animales que habían pasado por el experimento, cada presa venía adjunto con un vídeo los cuales eran desagradables de ver.

Ver a las personas y animales cuando pasaban los cinco meses y la droga hacía su efecto era de terror, mucho se lastiman así mismos del dolor hasta llegar a suicidarse. No logré ver más de cinco videos, ya que era demasiado impactante, cerré todo y traté de dejar el computador en el mismo sitio que estaba.

Volví a acostarme al lado de Giovanni, quien roncaba como una morsa.

***

Dan.

- Llevamos casi tres meses buscándola - Gruñó Ángel mí lado - ¿Cómo es posible que su tío no tenga información de ella?.

Un escalofrío recorre mi cuerpo en solo el hecho de pensar que no esté viva. Tenemos grabaciones de la cámara de seguridad del aeropuerto donde se ve a Roma y Bella subir en una camioneta negra sin placas. Fuimos a la capital de Italia dónde se supone que debería estar, pero no encontramos nada. En los registros del FMI y los registros médicos no existe ninguna Roma Bianci, es como si nunca hubiera existido, no hay fotos, no hay registros de que Anna y Alessandro hubieran tenido una hija, no hay absolutamente nada.

Trago saliva cuando veo el anillo de oro rosa que está alrededor de mi dedo, aparto la mirada colocándola en Lía mientras bebo un gran trago de whisky. Ha sido nuestro mejor compañero desde que mi conejita se fue.

El dolor es inexplicable, es algo constante que carcome tu pecho, como si estuvieras muriendo poco a poco, cada minuto que pasa, cada hora, cada día, es simplemente desesperante y agobiante.

- Solo falta la firma de Lía - Dice el abogado León.

- ¿Dónde firmo? - Pregunta levantándose de la silla.

- En el espacio en blanco, al lado de la firma de los señores Brown - Señaló el lugar. Lía agarra el lapicero y plasma su firma en el documento.

- Bien - Dijo el abogado León guardando el documento en su maletín - Oficialmente están divorciados - Se levantó del asiento y nos extendió la mano a cada uno.

SOMBRAS  (+18)Where stories live. Discover now