Cap 3 "Lilian"

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-¿No te parece raro, Ed?

Al cabo de varios segundos de silencio, Lucy le hace una pregunta a su hermano con la ceja arqueada, como sospechando de todo y nada a la vez. Edmund se encogió de hombros y volvió a acomodarse en su silla ante la pregunta de su hermana menor sin saber que responder. Y si, estaban solos y por eso se dirigían el uno con el otro con sus nombres apodados.

-En la reunión que acabamos de tener, debido a esa nueva carta de amenaza, el Rey Lune y su brazo derecho, Lord Croi, parecen ensimismados en la idea de que existe un traidor en Archenland que esta trabajando para Rabadash a cambio de dinero -explicó la menor Pevensie.

-¿De quién mas podrían sospechar, Lu?

-En parte, tiene razón de sospechar de alguien que trabaje en el castillo... pero también podrían entrar a sospechar de quienes viven cómodamente dentro de él.

-¿Quieres decir... la realeza de Anvard?

-¡Así es!

Edmund se puso de pie y comenzó a dar pasos en circulo al rededor de su silla, como tratando de encontrar algo, pero dentro de su cabeza.

-¿Por qué traicionarían a un Rey que no es mezquino, ni tirano?

Edmund parecía muy confundido, pero sabía que lo que su hermana planteaba era realmente interesante. Así que volvió a acomodarse en una de las cómodas sillas de su aposento y la miró fijamente para oír su respuesta: Lu siempre ha tenido las mejores ideas entre los cuatro hermanos.

-Ed, tanto un trabajador como alguien de la realeza podrían verse enceguecidos por brillantes monedas de oro -Lu, siempre con las palabras precisas -La realeza es quien puede entrar a la mayoría de las habitaciones importantes en Anvard, también entrar y salir del país con mucha facilidad. Y además de poseer los recursos para llegar a Calormen atravesando un desierto, ser recibido en el palacio y poder negociar a la princesa a cambio de algo. Aunque un criado fuese quien coloca las cartas en diferentes lugares... alguien de mas alto rango debe estar detrás de esto.

-Una de estas cartas apareció en la sala de reuniones, justo en el asiento del rey, y los criados no tienen acceso ahí a menos de que sean acompañados por un noble -concluyó Ed.

Esa misma noche Lucy y Edmund se dirigieron a una de las carpas narnianas que se encontraban al interior del castillo. Edmund mandó a llamar a un grupo de cuatro soldados ratones muy leales y astutos.

-¿A qué se debe esta exclusiva reunión, Su Majestad? -preguntó Rin, el jefe de los ratones.

-Rin, con mi hermana Lucy tenemos una misión para ustedes y sabemos que solo ustedes son capaces de llevarla acabo.

Los ratones, ansiosos de serles útil a su máxima autoridad, prestaban atención.

-Los cuatro vigilaran cuatro puntos de Anvard -comenzó a explicar Lucy- Estos cuatro puntos no están escogidos al azar, sino que, son puntos donde han aparecido las cartas de amenaza provenientes de Calormen. Claramente esta persona lo debe hacer en un momento en que no hay nadie a la vista.

-Los únicos capaces de llevar esta misión y pasar completamente desapercibidos son ustedes, nobles ratones -agregó el Rey- Y nadie de Archenland puede saber sobre esto.

Lucy, en un mapa que le facilitó Lilian el primer día que llegó, marcó los puntos exactos donde se ubicarían cada uno: Biblioteca, pasillo principal, portería y rascacielos. Los ratones, la especie mas leal de Narnia según la mayoría, obedecieron de inmediato. Antes de que salieran, Edmund les pidió que si veían algo sospechoso se lo informasen a la mayor brevedad.

Lucy y Edmund creen de manera ferviente en la teoría de un traidor dentro de Anvard que la de un espía experto calormeno dentro de Archenland.

A la mañana siguiente, Lilian estaba convidando agua y frutas a los caballos narnianos que se ubicaban en los establos a los limites del castillo. A pesar de saber que ellos en su mayoría eran criaturas parlantes, se sorprendió y pegó un gran brinco cuando los potros comenzaron a agradecer por las raciones. Finalmente se acomodó en un pequeño cubo de paja y empezó a conversar con los caballos: Phillip le presentó a todos sus compañeros de guerras. De un momento a otro llega Edmund con dos garrafas de agua pero al ver la presencia de Lilian, se quedó mirándole y enrojeció un poco ante la presencia inesperada de la alteza.

La Propuesta (Edmund Pevensie Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora