ᴍʏ ᴏɴᴇ ᴀɴᴅ ᴏɴʟʏ - ᴊɪᴍ ʜᴀᴡᴋɪɴs

𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧

Por más que lo intentara, Leah no lograba conciliar el sueño y se mantenía con la mirada fija en el cielo, primero por lo inquieta que la tenía la situación y segundo por los incesantes y bestiales ronquidos de algunos de sus compañeros.

– ¿Cuál es el plan? – La Meryn se sobresaltó al escuchar un ruido fuerte y luego un grito proveniente de algún lado entre las plantas.

– ¡B.E.N, cállate! – La chica lo escuchó justo detrás de ella y supo que era Jim. Miró con cautela a sus compañeros confirmando que ninguno se había despertado y suspiró con alivio, preguntándose qué hacían el castaño y aquel robot tan cerca de su campamento.

Se quedó en su posición pretendiendo estar dormida y esperó a escuchar otro sonido o notar algún movimiento, lo único que escuchaba eran murmullos que le eran inentendibles. Luego escuchó unos pasos rodeando el campamento y los intrusos entraron en su campo de visión.

Jim, seguido de Morph y el robot, caminaron con sigilo hasta el bote que tenían los piratas y se subieron en él, Leah fue rápida para tomar sus cosas y acercarse silenciosamente hasta el bote a punto de despegar, logrando agarrarse de la aleta de abajo sin que se dieran cuenta.

El bote se dirigía hacia el Legacy y la azabache se sostenía de donde podía para no caer varios kilómetros al suelo, aunque seguramente algunas plantas amortiguarían su caída tampoco quería confirmarlo.

Suspiró con alivio cuando el bote llegó a su destino y tanto Jim y Morph como B.E.N se subieron al barco, Leah en cambio maniobró como pudo para subirse al bote y mirar al trío sin que la vieran, después entró en el barco cuando verificó que nadie la veía y los siguió desde cierta distancia.

Los tres bajaron las escaleras hacia las máquinas del barco y Leah los miró escondida desde arriba.

– Bien, voy por el mapa, tú espera aquí. – Leah se sintió confundida ¿Para qué buscaban el mapa? Enseguida comprendió que nunca lo habían tenido y había estado todo el tiempo dentro del Legacy y seguramente se había caído durante el forcejeo con Silver.

– Entendido, Jimmy. ¡Neutralizaré los cañones láser, señor! – Dijo el robot en voz alta. A Leah le parecía muy cabeza hueca pero le era gracioso en cierto sentido.

El robot se fue por un lado cantando una melodía pirata a pesar de los intentos del castaño por detenerlo, al final Jim se rindió y se fue por su lado junto a la criaturita para buscar el mapa.

Leah bajó las escaleras y siguió a Jim hasta la escotilla inferior sin que se diera cuenta. No sabía por qué lo había seguido en primer lugar, tal vez para vigilarlo o evitar que hiciera algo estúpido.

O quizás era su oportunidad para hablar con él.

– Jim. – Leah llamó su atención con un susurro y se acercó, el castaño se alarmó ante el llamado y se giró con el mapa del tesoro escondido en su espalda.

– ¿Qué haces aquí? – Con su mano disponible, Jim sacó su arma y le apuntó entre los ojos a la Meryn, quién levantó ambas manos y las cruzó detrás de su cabeza, probando que no le haría daño. – Vete antes de que te vuele los sesos, Meryn.

– Auch, eso es un golpe bajo... – Dijo en broma, aunque la mirada enojada del castaño se acentuó y la chica bufó bajando sus brazos. – Escúchame, lamento lo que pasó antes-

– No quiero tus explicaciones, Leah. Ya me mostraste quién eres en realidad. – Le interrumpió y Leah negó con la cabeza.

– No, Jim, entiende. No lo sabes, yo tampoco sé quién soy. – Ante la mirada confusa del chico, Leah buscó las palabras para explicarse, dando un par de pasos hacia Jim y haciendo que él retrocediera. – Es verdad que sabía del plan de Silver, lo habíamos planeado todo para conseguir el tesoro ¡Pero eso fue antes de conocerte!