Dejé de escribir por unos segundos cuando sentí sus manos sobre mi cuello, estaban calientes. Masajeaba mi cuello y mis hombros, sentía sus pulgares dar círculos en mi piel. En ciertas áreas que tocaba me ponía más rígida.

-Sueltaté, no te tenses -me dijo, su aire golpeaba mi nuca-.
-Me dolió -dije con la voz más baja-.
-Tienes tención, relájate -sentí como puso sus manos alrededor de mi cuello-.
-Que haces? -me intenté mover-.
-Relajate, no te haré daño -dijó burlón-.
-Si me matas Scott encontrará mi cadáver -seguí tecleando-.
-Ya quisieras que te ahorque. -dijó sonriendo contra mi oreja, me erizó la piel- Se te erizó la piel.
-No -miré la pantalla-.
-Claro que si, lo estoy viendo. -se volvió a acercar a mi oído- Te gusta el masaje?.
-Deja de perder el tiempo.
-No pierdo el tiempo -se alejó un poco-.

Pasaron unos segundos y me sentía más relajada. Me levanté y el se sentó. Me recargue en el escritorio con el a mi lado, dejé mis manos en el escritorio y cerré los ojos. Los abrí un poco y miré como Ian me veía. Sus ojos se veían más oscuros, mi respiración se agitó y lo miré fijamente. Dejó de teclear y puso una mano en mi pierna, mire su mano y luego a el. Mi respiración se entrecortaba, luego movió su mano. Solté un suspiro y el lentamente se levantó hasta estar enfrente de mi. Puso una mano en mi mejilla y la otra mano la movió a la cara interior de mi pierna, mis manos apretaban el escritorio más fuerte.
En un segundo la cara de Neal apareció en mi cabeza, el besando a Kate. Nunca íbamos a poder ser una pareja, esa posibilidad se fue cuando en fingió su muerte y cuando beso a Kate. En mi corazón sentí un pinchazo de culpa, pero en mi vientre bajo tenía uno igual, no por los mismos motivos.

-El informe -susurré antes de ser consiente-.
-Ya lo acabé -se acercó más-.
-Hay cámaras, nos están grabando -puse una mano en su abdomen-.
-Me encantará pedir una copia -tomó mi mano y la metió debajo de su sudadera-.
-Ian. -levanté las cejas sorprendida mientras subía y bajaba mi mano, claramente estaba marcado- Esto es inapropiado.
-No veo que no lo disfrutes -dejó una mano en mi mandíbula susurrando en mi oído-.
-Te van a regañar -cerré instintivamente los ojos al sentir su aire caliente golpear mi cuello-.
-Solo a mi?.
-Si, te aprovechas de mi -susurré-.
-Me aprovecho de ti? -rió bajo en mi oído-.
-Si... -se separó y me dió un beso corto-.
-Me sigo aprovechando de ti? -me miró a los ojos, en ese instante me sentí vulnerable-.
-Debo ir al baño. -lo empujé un poco hacia atrás y caminé- Termina el documento.

Dí unos pasos y me metí en un pasillo, luego empujé la puerta del baño. Se miré en el espejo, estaba completamente roja, mi reparación se entrecortaba, me temblaban ligeramente las manos. Tomé un poco de agua con mis manos y me mojé el rostro, el cuello y los brazos. Me recargue en una esquina mientras me abanique el rostro con mis manos.

-Estas bien? -entró al baño-.
-Que haces? Es el baño de mujeres -dí unos pasos al frente-.
-Te fuiste cuando estábamos...
-No, no se de qué hablas -tragué grueso-.
-Entiendo si te abordé mal -levantó las manos y dió unos pasos hacia mi-.
-No... Yo... Ya terminaste el documento? -sentía que el aire me faltaba-.
-El informe lo acabé -me miró el rostro-.
-Esta bien, ve y... -dí unos pasos hacia atrás y pegué mi espalda en la pared- No se.
-Que sientes? -caminó lento, como si se acercara a una bomba que iba a explotar-.
-Culpa -salio de mis labios-.
-Esta bien, -estiró sus manos y las miré- toma mis manos, está todo bien.
-Tomé sus manos- Está bien.

Me atrajo hasta el y me dio un abrazo. Respiré más lento mientras el pasaba su mano por mi espalda.

-Shh... -apartó mi cabello- Estás mejor?
-Si... Gracias.
-No tienes que sentir culpa de nada -me separé-.
-Yo... Lo sé, pero...
-Un beso puede ser solo eso o puede ser algo más, si lo quieres -dejé mis manos en su cadera mientras el puso sus manos en mi cuello-.

Se acercó y me besó lento, luego se separó para ver mi reacción, miré de reojo el espejo, el tomó mi mandíbula y giró mi rostro a el. Luego en un movimiento le estaba dando la espalda al espejo.

-Un beso puede ser solo un beso, cuando éramos adolescentes recuerdas cómo eso era lo máximo, solo un beso -miró mis ojos-.

Me acercó a el y me besó lento. Luego relaje mis hombros. En segundos el besó subió la intensidad, me pegó lo más que podía, el estaba recargado en la pared. Su respiración era más pesada, con lentitud metí una mano dentro de su suéter, mientras el introducía su lengua en mi boca. Con sus manos me acercaba lo más que podía, mientras pasó sus manos por mi cuerpo. Empecé sintiendo su piel, luego toque su espalda.
Dió unos pasos al frente mientas pasaba sus manos por mis piernas y luego mi trasero. Sentí como choqué con algo y el me tomó del trasero y me senté. Abrí mis piernas y el se colocó entre ellas mientras yo ponía mis piernas en su cintura. Me hice hacia atrás mientras el besaba mi cuello, luego mi escote, metía sus manos debajo de mi ropa. Me acercó y me volvió a besar con una intensidad indescriptible, me pegó a él mientras sentía sus manos en mi trasero. Nos separamos por falta de aire, dejé mi frente en su hombro mientras respiraba fuerte y ruidosamente. Sentía su respiración en mi oído, levantó mi barbilla y me miró.

Puntos Suspensivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora