Al ingresar al comedor notó que todos se encontraban allí, pero la tensión, el silencio del lugar y el aura negativa resaltaban significativamente ya que todos se encontraban con cara de funeral y con su vista clavada en la mesa, así que el solo entro en silencio y se ubico en su sitio mirando la comida ya que no tenía nada de hambre hasta que dirigió su mirada a la silla vacía que quedaba en el comedor.

-Y Marina?- El mago se atrevió a preguntar después de varios minutos de estar observando la silla vacía.

-Aun en el cuarto de la corona, no creo que vaya a venir a cenar ni a salir de allí, Lucy y yo fuimos hace un rato pero no quiso abrir la puerta, ni siquiera nos respondió-

-Entiendo Anais, tal vez sea mejor no molestarla… ya hemos causado suficientes problemas y mucho daño…-

Con el susurro de Guru Clef todos se sintieron peor y ahora nadie se atrevió a comer, poco a poco cada uno fue disculpándose y abandonando la habitación.

Los días empezaron a pasar rápidamente y en menos de lo esperado ya había pasado una semana desde que Marina se convirtió en el nuevo pilar de Cefiro, una semana entera en la que la chica no había salido del cuarto de la corona y tampoco había dejado ingresar a nadie a la habitación.

-Soy un cobarde…-

Clef agacho su cabeza frustrado, no se atrevía a acercarse si quiera a la torre en la que se encontraba Marina porque sentía que no tenía cara para verla aunque estaba preocupado por ella al no haberla visto en días. Aun sabiendo que ella estaba bien debido a lo hermoso que se encontraba el planeta, tenía la necesidad de verla pero no el valor para hacerlo.

Había pasado día y noche encerrado en el mismo lugar tratando de poner en orden sus pensamientos y sentimientos sin haber logrado nada, por más que reflexionaba todo seguía siendo una completa confusión para él y estaba empezando a darse por vencido, tal vez debería de hacerle caso a las palabras que le había dicho Ascot el día anterior.

-Recuerdo-

-Tienes mucho trabajo Guru Clef?-

-No Ascot, ahora que Cefiro tiene un pilar, el planeta está en perfectas condiciones y no tengo mucho que hacer realmente-

-Entonces por qué pasas tanto tiempo encerrado?-

-He estado pensando, ya sabes, reflexionando en lo que me dijiste, trato de hallar respuestas-

-Creo que no deberías hacerlo Guru Clef, es mejor que dejes las cosas así, Marina es el pilar ahora, si pones en claro tus sentimientos, que pasara después? Que harás?-

-Pues… no lo sé-

-Entonces no tiene sentido que pienses tanto, aunque supieras que hacer, no podrías hacerlo, mejor deja las cosas como están-

-Fin del recuerdo-

-No tiene sentido que piense tanto, como dice Ascot de nada servirá ya que no podría hacer nada al fin y al cabo, además no estoy enamorado de Marina, solo estoy confundido y me siento culpable por lo que le ha sucedido, es mejor dejar todo así-

Con ese pensamiento, Clef abandono la sala del trono por fin y empezó a recorrer el castillo distraídamente, mientras disfrutaba del aire puro, la paz y la tranquilidad que inundaba todo.

En su caminata no pudo evitar sonreír al pasar por una habitación y ver como un pobre Paris era regañado por una Anais muy enojada, definitivamente el príncipe siempre seria un irresponsable y Anais no podría cambiar eso jamás, se alegraba al verlos de mejor humor y también a Lucy y Latis cuando paso cerca a un jardín y vio a una tierna e infantil pelirroja corriendo detrás de Mokona y saltando encima de Latis entre sus juegos.

Mi nuevo Cefiro 1Where stories live. Discover now