Capítulo 2: El becado

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Sale apresurado y no busca el ascensor. Está con el tiempo en contra y debe hacer algo antes. Baja las escaleras con rapidez y busca a la recepcionista. La misma de ayer a la noche.

—Señorita, buenos días.

La mujer le dedicó una mala mirada. Dejando a SeokJin desconcertado.

—Disculpe mucho las molestias, necesito saber qué ocurrió anoche. ¿Pudieron atrapar al asesino? —necesita saber que ese sujeto está en una cárcel pudriéndose.

La mujer lo mira con furia y Jin retrocede por pura inercia.

—Le pido amablemente que deje esa clase de mierda. Ese tipo de bromas son de muy mal gusto —la mujer dice bastante molesta.

SeokJin siente como un escalofrío que le recorre, niega sin entender qué carajo significa lo que le dice la recepcionista.

—No entiendo de qué está...

—Es un adolescente y sé que les gusta hacer bromas, pero jugar con un asesinato no es divertido jóven —lo sermonea—. Se llamó a la policía y se llevó a cabo todo un operativo que...

—¿De qué está hablando? —la interrumpe— ¡Yo no hice ninguna broma! Había una mujer muerta y un sujeto... —claro que sabe qué es un cadáver y que no, obviamente no va a confundir un perro con una persona.

—Jóven, no había nada en aquél callejón. La policía no encontró nada sospechoso, así que no sé exactamente de lo que usted habla —no puede ser, sabe que no se equivocó. Se queda en shock por unos segundos— ¿Se encuentra bien?

SeokJin retrocede asustado. ¡Eso no es posible!

Se da vuelta sin despedirse de la mujer, entró en una clase de trance del cual no sabe cómo salir. En ese preciso momento se pregunta si realmente todo eso pasó o si lo imaginó, tal vez lo soñó. Pero, pero dentro suyo sabe que no está loco, no llega a ese punto, recuerda a la mujer bañada en sangre.

Esa imágen quedó grababa en su cerebro. No puede ser una mentira.

Tampoco puede olvidar esos ojos negros. Puede olvidarse de todo menos de esas esferas cargadas de dominación y maldad.

La gente lo comienza a mirar raro por la calle y se da cuenta que está actuando como un lunático. No es propio de un Kim. Se recarga en una pared y toma aire tratando de apaciguar sus emociones.

Cierra los ojos y vuelve abrirlos. Eso ya no es importante. Nadie vale lo suficiente para arriesgar su salud mental.

Su abuelo materno solía decir: "Los Jung solo atraen los ojos de la envidia"

Y justamente no está haciendo tal cosa. Deben pensar que está loco.

Ahora lo único importante es llegar a su nueva institución. Toma su bolso, lo abre para meter sus papeles con miedo a perderlos, ahora busca recomponer su postura y soltar la noche pasada.

Mira a sus costados y se da cuenta que no tiene la menor idea de dónde está. Genial. Debe tomar un taxi hasta que aprenda a llegar por su propia cuenta.

Se coloca en la vereda y cuando ve venir uno le hace seña para que se detenga. Sin embargo pasa de lado ignorandolo.

Pasa un segundo.

Millions | KookJin +18 LIBRO #1Where stories live. Discover now