Lo Mejor

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Narrados Omnipresente [Ósea yo]

Las noticias volaron demasiado rápido en pocos minutos Nathaniel estaba allí, el hermano pequeño de Axel también había llegado y se encontraba en brazos de su hermano mayor. Llorando la muerde de aquella muchacha.

—¿Es cierto que Kat no regresara? —Pregunto entre sollozos aquella alma inocente.

Axel no supo contestar, su voz no salía, no quería que su pequeño hermano se enterara del todo. El chico no era tonto y con el silencio se encendió en el cuello de su hermano llorando desconsolado y apretando el cuello del contrario.

—John... ven con la abuela —Murmuró la misma abriéndole los brazos, pero este negó.

—No, déjame aquí, Axel huele a ella.

Su frase era cierta, Axel olía a ella, paso todo el día a su lado y su olor estaba impregnado en él, ese delicioso olor dulce a lavanda.

Katie tenía miedo de bajar, de encontrarse con todos y que empezaran a preguntar, solo quería a su hermano. Un pequeño abrazo de ese ser tan cercano a ella.

—Nathaniel esta abajo, llorando, cree que has muerto —Murmuró Malcom llegando con dos cafés.

Se levantó de la camilla donde se encontraba —Hay que bajar —Murmura y corrió al elevador. Sintió que bajar al primer piso fue el camino más largo y tortuoso de su vida.

Las puertas finalmente abrieron y allí lo visualizo todo, Alana tratando de calmar a sus nietos, Nathaniel destrozado, arañando sus brazos y balanceando su cuerpo hacia adelante y atrás tratando de no perder la cabeza, tirando de su cabello y jugando con sus dedos, golpeando un costado de su cuello. Deivid llegando con una bebida para cada uno de los antes mencionados.

—Nath... —Murmuró Katie corriendo a donde este.

Lo tomo por sorpresa haciéndolo tensionar y quedar helado al ver una "alucinación" de su hermana.

John levanto la mirada —Katie! —Dijo sonriendo y obligo a su hermano que lo bajara para correr donde la chica de cabello castaño y abrazarse a su pierna —Pensé que habías muerto Katie, —Dijo rompiendo en llanto nuevamente —L-la abuela me dijo que habías muerto

Axel y Nathaniel no hallaban que hacer o decir. Ambos la abrazaron de la nada y lloraron con ella. A los minutos Axel se alejó y besos sus labios, un beso suave que demostró todo. Amor, dolor, miedo.

—No te atrevas a dejarme nuevamente Katie — La abrazo de nuevo —prometo cuidarte y daré mi vida y estabilidad si es necesario, pero no me dejes, te lo suplico presidenta, no me dejes —Murmuro aferrándose a ella y empapándola con sus lágrimas.

—Yo-

—No debes decir nada, está bien, ¿sí? Debías tener tus razones, pero por favor cuéntame las cosas, estoy aquí, estaré para ayudarte.

—Axel yo- no, yo no quiero estar contigo ahora —Murmuró mirándolo a los ojos —Yo no me siento bien, no tengo literalmente nada. Así lo siento yo.

—Me tienes a mí.

—no es suficiente para mí.

Esas palabras rompieron el corazón del chico. —¿Q-qué? —Murmuró en u hilo de voz.

Aprieta los labios —No es suficiente tenerte a ti sino me encuentro a mí, no puedo. No puedo amarrarte a mí y sé que tú me amas, pero solo te estoy generando dolor últimamente y yo, necesito tiempo a solas. Lo siento, sé que no es justo contigo, que lo das todo por ambos.

El Amor En Un ConoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora