- Yo solo hice lo que pensé que sería mejor para Deku. Desde que está contigo lo he visto más animado, más contento. Incluso se ha vuelto un poco más seguro de si mismo, ya no se pone tan nervioso como antes. Es mi amigo, por eso quiero lo mejor para él, quiero que sea feliz y él es feliz contigo. –

- De verdad quiero encontrar una forma de pagarte por todo. –

- Solo cuida de Deku. Eso es suficiente. – Momo asintió. – Te lo prometo. – El silencio volvió a hacerse presente mientras Momo preparaba unos sándwiches para desayunar junto a Sora. – Momo... ¿Seguimos siendo amigas? – Preguntó Uraraka. – A decir verdad... En ningún momento escuché que dejáramos de serlo. – Momo sonrió a Uraraka y esta devolvió la sonrisa. - ¿Nos acompañas a desayunar? – Momo sostenía una bandeja con un par de sándwiches. Uraraka tomó 3 tazas de la alacena, algo de té, y asintió. - ¿Preparaste el desayuno para Deku? – Preguntó Uraraka algo curiosa mientras salían de la cocina. – Este... no exactamente. – Las 2 avanzaron hasta el comedor. Uraraka dirigió su mirada a la sala donde pudo ver una niña acariciando la cabeza del robot que siempre acompañaba a Sora-sensei. – El desayuno está listo. – Momo llamó la atención de Sora y esta saltó del sillón hacia el comedor. - Es Sora-sensei. –

- ¿Lo sabías? – Preguntó Momo con duda. - Mina mandó una foto suya anoche a mi teléfono diciendo eso y que se quedaría con nosotros en los dormitorios. – Uraraka dejó las cosas sobre la mesa y sacó su teléfono para mostrar la foto a Momo. '¿Esperó a que estuviera dormida para mandarla? Tendré que hablar con Mina al respecto'. Sora recién llegaba al comedor, pero se detuvo frente a Uraraka viéndola con curiosidad. – Hola. –

- Hola. Soy Ochako Uraraka, pero puedes decirme solo Ochako. – devolvió el saludo Uraraka a su Sensei. -Yo soy Sora Midoriya ¿Eres amiga de mami? – Respondió Sora apuntando a Momo. Uraraka, confundida, volteó hacia Momo. – Es una larga historia. - Uraraka solo asintió. Momo aprovechó que Sora estaba distraída con su desayuno y su peluche de conejo para hacerle saber de su situación a Uraraka, no solo lo que acordó decir. Con lo que habían pasado creyó que sería prudente informarle también a ella de la verdad, así la información se quedaría solo en su circulo de amigos más cercanos. La chica de primera instancia no creía lo que Momo le contaba, pero poco a poco la platica comenzaba a tomar algo mas de sentido. Uraraka estaba pensando en las cosas que Deku le dijo mientras hablaba con él respecto a Momo. Ahora todo estaba algo más claro. – Los reconoció a ambos cuando la convirtieron en niña, pero ¿No pudo reconocer a nadie más? –

- Según nos dijeron recuerda las cosas que sabía a esa edad. Es posible que de estar relacionada con alguien más también lo reconozca si es que no ha cambiado mucho de aquí a algunos años. Hasta ahora solo a Izuku y a mi, aunque hay una posibilidad de que también reconozca a Bakugo. –

- ¿A Bakugo? –

- Así es. – Respondió Izuku al acercarse al comedor. Este se sentó junto a Sora en la mesa y saludó a Uraraka. – Le conté a Uraraka acerca de Sora. – Dijo Momo al ver a Izuku acomodado. – Sora-sensei debe tener muchas cosas que pueda decirnos sobre lo que va a pasar, si seremos buenos héroes en el futuro y más cosas por el estilo ¿No lo creen? – Preguntó Uraraka. – No se si eso sea buena idea, Uraraka. No sabemos si saber todas esas cosas pueda ocasionar que algo cambie o pueda darte problemas en este tiempo. Momo y yo somos prueba de ello. Ambos pasamos un mal rato cuando nos enteramos de Sora, incluso creo que justo ahora sabemos demasiado. –

- Creo que tienes razón, Deku. Al menos solo saben que es su hija, un caso muy diferente sería si también supieran su cumpleaños o algo así. – Agregó Uraraka. Sora escuchó el comentario mientras daba un último sorbo a su té. – Mi cumpleaños es el... -

- ¡Sora ¿Sabías que Koda tiene un conejo de verdad en su habitación?! – Izuku interrumpió rápidamente a la niña. Momo se había quedado paralizada cuando escuchó la palabra cumpleaños al igual que Uraraka. Por suerte Izuku reaccionó a tiempo de manera que Sora pudo omitir el detalle. Ahora tenía que ver la forma de que Koda dejara jugar a Sora con su conejo mascota.

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