Historia 1: Camilo solo quiere ir a la Universidad

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Hola, esta es la primera historia, espero la disfruten. Tengan buen día


De casi cuatro paredes era la casa de Camilo, con un baño sencillo del cual era imposible bajar la palanca, sin una mesa para comer y algunas sillas apiladas frente a la pertenencia más valiosa, el televisor de pantalla plana que había endeudado a su mamá, doña Almita, quien vendía en las esquinas y a las salidas de los colegios del lugar.

Con 14 años los amigos del vecindario molestaban a Camilo: "Ya es hora de ponerse a trabajar", "¿No piensa en su mamá trabajando para mantenerlo?", "Está gastándose la vida, Camilo". Pues Camilo se negaba a conseguir un empleo de tiempo completo, renunciando al estudio y su esfuerzo en el colegio le agotaba la otra mitad del día libre. No era un tipo listo, ni el más brillante, no destacaba y sus participaciones tímidas e inseguras en clase pasaban desapercibido entre tantas, no dibujaba de maravilla y nunca había tocado ni un solo instrumento, conocía las reglas del fútbol, pero una gaseosa en microfútbol era su máximo premio. Estaba cansado de memorizar fórmulas y de que su mesa de madera no lijada arruinara sus gráficas o que su maleta vieja y manchada dejara estragos en sus cuadernos nuevos. Se desvivía limpiándose los zapatos, creyendo que si se limpiaban nadie reconocería que eran los mismos de hace dos años, ahora pegados por el vecino de al lado y semi pintados con betún. Incluso llegó a copiar la buena vestimenta de los estudiantes de las altas calificaciones, imitando el buen planchado de esa nueva y blanca camisa con la suya, ya un poco percudida y desgastada de ser lavada a mano con tanta fuerza, pues Camilo se negaba a dejar que se volviera amarillenta, y a falta de planta de vapor la extendía en su orden correspondiente aún mojada y la ponía bajo el sol para que se secara sin ser movida o colgada.

El pobre les copiaba hasta la forma de hablar: "Que desperdicio", "Es absurdo", "Luce interesante, después de todo". Camilo era el tipo de persona que lloraría tras perder un exámen, pero en silencio y escondido, temiendo ser escuchado y pasar humillación. Quien desesperado persigue a los profesores para entregarles el trabajo y recibir correcciones a tiempo, pensando que si cumple con la vestimenta adecuada, los horarios y la participación podría ganar algo de estima de sus docentes, pero si le preguntases a cualquiera de ellos en unos años de seguro pensarían "¿Cuál Camilo?" antes de responder que era un buen muchacho.

A pesar de todo, Camilo quería ir a la Universidad, o no, Camilo solo quería ir a la Universidad, más no cualquier Universidad, desde su despertar de conciencia soñaba con aprobar a la Universidad de la ciudad, deseaba tanto esa y solo esa que se paseaba por internet, mirando las fotos de las sedes, de su página oficial de admisiones, sonriendo al saber que habían abiertos cursos o que tenía proyectos culturales en unos días. Se imaginaba entrando por las grandes puertas junto a un montón de desconocidos, con una buena maleta en su espalda y los tenis blancos que su madre le había prometido para su primer semestre universitario. 

Camilo sabía que intentaría el exámen de admisión hasta que sus manos se cayeran, ya que aborrecía tanto su vida y la conformidad de sus hermanos mayores en aquella pequeña casa, que por suerte estaba en obra gris, ya que se había convencido de que al entrar a la Universidad demostraría un futuro mejor y que al crecer su madre no estaría vendiendo dulces afuera de su colegio, saludándolo con vergüenza de ser su mamá, queriendo ser discreta para que sus amigos no pensaran mal o se burlaran de él.

Camilo sabía que ganaría dinero en caso de demorarse en ser admitido en la Universidad y estaba claro que no dejaría a un lado el propósito de entrar a la Universidad así su trabajo lo desgastara física y psicológicamente. Sus hermanos no le apoyaban y estaba ya seguro de eso, a ninguno le cabía en la cabeza continuar estudiando, es decir, continuar gastando el dinero de la casa y no producir como lo estaban haciendo ellos. Para Camilo era una situación diferente "Ustedes se encargan de lo que coma mi mamá mañana mientras que yo me encargaré de lo que coma el resto de su vejez". Aún así, no eran ellos quienes presentaban el mayor obstáculo, ni siquiera su estupidez era tan exagerada como para nunca llegar a para el exámen, sino que era su padre lo complicado. Era un "No" tras otro, y era razonable, para un pobre viejo alcohólico no serviría de nada que Camilo se fuera a la Universidad, lo que irritaba más, pues si alguien estaba siendo mantenido y arrastrado por la familia ese seguro era su padre, no él.

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⏰ Last updated: Apr 14, 2022 ⏰

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