Vínculos finales. Libro#03. Final.

Sping-off 04 ○Eternos○

Reliquia Mal.

Sakae no me perdonó nunca que lo haya convertido en uno de nosotros, pero al fin y al cabo cedió su gente para apoyar a Ishani y se encariñó con Darleen, ya que ella lo ayudó a superar y acostumbrarse al contacto con los espíritus que lo atormentaba, tanto así que ahora puede hablar con ellos sin enloquecer, Darleen se volvió prácticamente su madre y cada que él tiene una dificultad ella está ahí, también yo, pero más ansía su presencia porque la ve como la madre que una vez tuvo. Darleen y Sakae crearon un vínculo que estoy dispuesta a mantener.

—Gracias a él es que tenemos más gente aquí, apoyándonos —finalizó el relato mirando a la pelinegra que hace minutos parecía que no estuviera escuchándola, pero cuando finalizó la miró y con esos ojos le hizo entender que quería saber más.

—¿Ajá? —indagó.

Seun la miró con confusión, su entrecejo estaba fruncido a lo que la ojos azules grisáceos resopló y optó por la opción de decirlo:

—¿Y el estúpido de Hansel VI? ¿De él no hay relato?

Seun relajó el rostro y de una comprendió lo que quería saber, el problema era que no tenía un basto conocimiento de dónde provenía él.

—No hay historia, él vino solo a aquí y ya era un Eterno, tengo entendido que Ishani lo reclutó —resumió.

—No me puedes dejar con la intriga, al menos cuéntame qué y cómo llegó ese tarado a agradarte o a ella.

—No me agrada, es un bastardo —admitió entre un gruñido leve —, pero sí te puedo decir algo escalofriante que descubrí y te daré ese final que esperas —contuvo un pequeño aire y luego lo soltó para proseguir.

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C

onocí a ese degenerado imbécil porque Ishani me ordenó a buscarlo en la frontera de este país, me dijo directamente que era un Eterno que ella reclutó luego de que Sakae llevaba ya meses con nosotros, así que inmediatamente fui a por él, ya que sería el último Eterno convertido. Al principio pensé que era un joven no más de quince años porque intuí que al ser el último de los nuestros, creí que ingenuamente que sería un niño, ojalá hubiera sido eso, las cosas serían más sencillas de hecho.

—¿Tú eres Hansel? —inquirí al verlo de espaldas en el aeropuerto sin nada que llevar, su cabello era pálido, nunca había visto un cabello tan descolorido en mi vida, supuse que aquello fue producto de la transformación porque dudaba que algún químico lograra esa decoloración sin dañar el elemento.

—¿Tú Seun? —al girarse pude ver esos ojos de una tonalidad azulada muy clara, parecía el color de un manantial puro y limpio, si eso hacía la transformación a Eterno, pues me quejaba de que conmigo no hubiera hecho absolutamente nada, seguía pareciendo una chica de dieciocho años en su pubertad y nada de curvas.

—Así es —fruncí el entrecejo por lo coqueto que me pareció, de alguna manera me desagradó su actitud. —Pues, seguidme, os llevaré al encuentro —le dije condescendiente mientras me giraba y proseguía el camino, no tenía en cuenta que el idiota sería tan irritante en el camino.

—Conque eres española, ¿no? ¿Por eso la madera gutural de hablar? —preguntó mientras me seguía.

—Correcto —no quería ser grosera y además acostumbrarme a su presencia, después de todo lo vería todos los días de mi vida hasta el fin de los tiempos, debía darle una cálida bienvenida.

—Oh, tan pequeña, ¿el recorrido a pie será muy largo? —de a leguas se podía notar su acento alemán, esa manera de pronunciación de la erre me recordaba también a la forma en que Francisco hablaba porque él tenía familia rusa y solía hablar el idioma, por lo que se acostumbró al dialecto de los alemanes al hablar español.