- okey...y ¿ella sabe que me voy a casar?

- Ella sabe eso kook.- dijo metiendo un bocado a su boca.

- Hasta mi propia madre me traiciona.- dramatiza.

- Amor que dramático eres.- habla su madre que venía cerrando la puerta.- te hará bien un poco de cordura, así tal vez te animes a salir con él y dejes de ser tan amargado.- besa su mejilla.

- porfavor.- bufa.

En estos días JungKook no volvió a ver a Taehyung, no sabía el por que, pero así mejor

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En estos días JungKook no volvió a ver a Taehyung, no sabía el por que, pero así mejor...tendría tiempo para seguir con sus horas laborales, sin interrupción.

Los días pasaron hasta que la prensa se enteró. y la boda llegó.

No sabía el por qué estaba un poco nervioso, así que trató de calmarse.

Las puertas se abrieron, así dando paso al hermoso doncel vestido de blanco, con un ramo en sus delicadas manos.

Se veía hermoso, pero Jungkook no lo iba a admirar en voz alta.

La ceremonia pasó hasta la parte del beso.

Beso que nunca se dieron, hicieron como que se besaron, pero en realidad ni rozaron sus labios.

La fiesta llegó, regalos y regalos para la pareja, en el baile de esposos, tuvieron que poner sus mejores caras y sonrisas para que pudiera ser creíbles.

Tiempo después los invitados poco a poco se retiraban.

Hasta que ellos solos se quedaron en esa enorme casa que el padre de JungKook les dio como regalo.

Hicieron como que ni uno ni otro estaba presente. Hicieron su rutina de noche, y se acostaron cada quien en diferentes habitaciones.

No iban a tener intimidad, apenas y sabían sus nombres. Aparte eso nunca estuvo en el contrato.

Taehyung estaba leyendo un libro con sus lentes puestos, hasta que el sonido de la puerta sonó.

Con pereza se levantó y fue abrir.

Era JungKook.

- ¿Qué se te ofrece?

Jungkook que hasta el momento veía la cara del menor, no pudo evitar mirar la bonita pijama de encaje del doncel. Reaccionó y posó su vista al chico frente a él, y habló.

- Mi madre, ella me dio esto, dijo que lo podías usar para esta noche, pero no habrá ese tipo de noche, así que ten, supongo que lo puedes usarlo como pijama o no.- extendió la pequeña bolsa.

- oh, ya veo...¿Gracias?

- De nada, buenas noches.- se despide.

- Si, buenas noches.- cerró la puerta y regresó de nuevo a su cama.

Su curiosidad le ganó y abrió la bolsa. Al hacerlo...

- ¡Oh dios mío!- cubrió su boca.

Otra vez unos golpes en la puerta lo desconcertó.

"MI DONCEL" kooktae^Where stories live. Discover now