¿Alfas y omegas?, Nada es lo que parece. . . ~ Mashikyu/ Dodam ~

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Seguir durmiendo no era una opción para Doyoung, quien se encontraba sobre su cama mirando al techo tratando de encontrarle algo nuevo, todo era silencio y tranquilidad. Una que comenzaba a molestarle.

Su padre estaba en un viaje de negocios, del cual regresaría en unos días. Su padre omega estaba en casa de su tío visitando a Jisoo, y su hermano no lo pensó ni dos veces para irse cuando Mashiho lo llamó.

Decidido, se levantó de la cama para meterse al baño directamente. Luego de asearse, bajó a la cocina pensando en el camino que prepararse para comer...

Optó simplemente por comerse unas galletas de chocolate que Junkyu había preparado la noche anterior, las cuales si no recordaba mal, las había hecho especialmente para su "cariñito", pero nadie lo mandó a dejarlas a la vista de Doyoung.

Colocó las mismas en un tazón, junto con un vaso de leche y sin una pizca de culpa, se dirigió a la sala donde tomó asiento cómodamente en el sofá y encendiendo la tv comenzó a divagar por los canales mientras devoraba las galletas. Se entretuvo con un programa de variedades, rindiéndose al no encontrar algo más interesante, y no es como si tuviera otra cosa mejor que hacer, había terminado todas sus tareas el día anterior y eso le daba tiempo libre para hacer lo que quisiera. Cosa que no tenía en claro, odiaba el ocio y eso se encontraba haciendo justo ahora, nada.

Iba a cambiar de nuevo el canal, cuando su celular comenzó a escucharse avisándole de una llamada entrante, lo sacó de su bolsillo y observó la pantalla, sonriendo de lado al ver de quien se trataba...

– Servicios fúnebres, ¿en qué puedo ayudarle? - dijo al contestar, sonriendo al escuchar un suspiro al otro lado de la línea -

– Se te ha hecho costumbre decir eso cada que te llamó, ¿no? - dijo la voz, Doyoung rió sin poder evitarlo -

– Eres un aburrido, Yedam - bufó, apagó el televisor y se recostó en el sofá - ¿Como estas?

– Afuera de tu casa, abre la puerta - dijo y Doyoung casi se ahoga con el trozo de galleta que tenía en la boca -

– ¡¿Que tu que?! - escuchó una risa y colgó el celular,se levantó rápidamente del sofá y corrió a la puerta, respiró profundo y acomodó su cabello para luego abrir la misma, en efecto, ahí estaba Yedam con una sonrisa pintada en su rostro - Debiste avisar, Bang - dijo un poco molesto, apoyándose en el marco de la puerta - no estoy en mi mejor presentación y te apareces de la nada.

El mayor soltó una risa para después acercarse al rostro del omega y dejar un beso en la punta de su nariz.

– Ya no iba a ser una sorpresa si te avisaba, Kim - sonríe - además - aparta un mechón de cabello de la frente del menor - te ves hermoso como siempre - Doyoung rueda los ojos y sonríe, jalando del brazo al alfa para hacerlo entrar a la casa, y acorralarlo contra la puerta una vez la cerró -

– Te extrañe, alfa idiota - dijo pasando sus brazos alrededor del cuello del mayor, rozando su nariz con la del contrario -

Yedam sonrió, rodeando la cintura del omega apegandolo más a su cuerpo..

– Yo más, omega tonto - dió un pequeño beso sobre sus labios -

Se miraron por unos segundos para luego reír, Doyoung dejó un último beso en su mejilla y, separándose del abrazo, tomó la mano de Yedam para llevarlo hasta la sala y sentarse juntos en el sofá. El mayor notó el tazón medio vacío de galletas sobre la mesita frente a ellos, no dudando en tomar una..

– Deduzco que te dio flojera cocinar, ¿No es así? - preguntó mirando al menor mientras le daba un bocado a la galleta, haciendo un ruido en señal de que le gustó el sabor de la misma - ¿las hizo el señor Jin? Dios, está deliciosa - dijo tomando otra, antes de que Doyoung se pusiera de pie y se agarrara el tazón y el vaso vacío -

– Uno, Sip, tenía flojera de cocinar entrometido - le guiño el ojo al mayor cuando este le sacó la lengua -  y no, no las hizo mamá, las hizo Kyu - Yedam lo miró aterrado a la vez que con sorpresa - eso te convierte en mi cómplice, Dami - pellizco la mejilla del alfa antes de irse a la cocina -

– ¡N-nada de cómplice! - gritó después de unos segundos poniéndose de pie, yendo hacia donde estaba el menor, encontrándolo sentado sobre la encimera comiendo una manzana - fuí víctima de una trampa - lo señalo - ¡no me dijiste que las había hecho Junkyu!

Doyoung lo miró sin expresión mientras le daba otra mordida a la manzana en su mano...

– Tu no preguntaste, solo me llamaste flojo y no tardaste en meterte una a la boca - se encogió de hombros - así que,   culpa mía, culpa tuya, da igual - lanzó el corazón de la manzana, encestando en el bote de basura junto a la puerta que daba al patio trasero - o... ¿Es que acaso le tienes miedo a Junkyu? - arqueó la ceja divertido

Yedam soltó un suspiro y se acercó al menor, situándose en medio de sus piernas colocando sus manos alrededor de su cintura..

– No es miedo, Dobby - sonríe cuando él lo hace - algo me dice que tu hermano hizo esas galletas por un motivo en especial,  Junkyu no es de hacer cosas así de la nada, ¿me equívoco? - Doyoung hizo un puchero, si Yedam lo decía así, si lo hacia sentir culpa - tengo razón, ¿no es así? - dice sonriendo con autosuficiencia, ganando que el omega lo mire de mala manera -

– Tingi rizin, ¿ni is isi? - rueda los ojos cuando el mayor ríe - te pareces a mamá - le da un golpe en el hombro, haciéndolo quejarse -

– Ay, vamos, el señor Jin me adora - dice sobándose el lugar afectado por el golpe, Doyoung sigue mirándolo de mala manera - ya, Dobby - le da un beso en la mejilla, el menor no pudiendo ocultar una sonrisa cuando lo hace - ¿tienes hambre?, puedo ordenar algo si gustas - Doyoung abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido - y antes de que digas algo, no pagarás la mitad, yo pago amor - besó el puchero que el menor hizo - ¿bien? - este asintió, rindiéndose - bien - saca su teléfono del bolsillo de su pantalón - ¿que quieres comer? - pregunta con una sonrisa -

Doyoung se perdió en sus ojos, esos que tanto lo traían loco, siguiendo su impulso, jaló al mayor del cuello de su camisa para juntar sus labios, tomando por sorpresa a Yedam, quien correspondió segundos después... Las manos de Doyoung soltaron la camisa del alfa y bajaron por su pecho, tocando todo lo que podía a su paso, sonriendo contra sus labios cuando sintió que su respiración se tornaba pesada... El omega amaba eso, el volver loco a su alfa con solo un beso, notando como este presionaba fuertemente su cadera con sus manos, logrando sacarle un jadeo...

Mordiendo el labio inferior del mayor, se separó en busca de aire después de varios minutos besándose, su lobo interno sintiéndose orgulloso al ver como el otro tenía los labios rojos y un poco hinchados, con la respiración desigual y las mejillas coloradas.

– Lo que tu quieras, para mi esta bien, alfa~ - dice con voz dulce, mordiendo el labio inferior del mayor una última vez para después bajarse de la encimera - te espero en la sala, Dami

Y así, Doyoung dejó un problema nuevamente en los pantalones de Yedam..

†𝙰𝚕𝚎†

Holiux, ¿que tal su semana Santa?