𝑬𝑵𝑻𝑬𝑳𝑬𝑸𝑼𝑰𝑨 (Pausada)

Capitulo III

Madeline

Estaba oscuro, no sentía nada más que un dolor en el pecho, era tan angustiante, tan pesado como si me ahogara

No sentía mi cuerpo, era como si solo fuera mi alma. No ahí donde mirar, no había nada más que oscuridad

—Madie...

Fue apenas un susurro que hizo reaccionar mi corazón haciendo que se acelerara, no sabía de dónde venía, no reconocía esa voz pero muy en el fondo sentía que si .

Sentía que me ahogaba, tenía tantas ganas de gritar, tantas ganas de llorar

Solo sé que de un momento a otro, una luz que me cegó se acercó tan rápido a mi, que no tuve tiempo de reaccionar.

Me sentí desorientada los primeros segundos, pero no me tomó más de un momento darme cuenta donde estaba. Mi corazón estaba tan acelerado que temía que saliera de mi pecho.

"Estás bien... respira"

Puse una mano en mi pecho para tratar de calmarme

"Estás en tu cuarto, estás a salvó"

No me había dado cuenta que estaba llorando, tenía que tranquilizarme o empeoraría. Cerré los ojos un momento y al abrirlos mire arriba, ahí estaba, un estrella de pegatina que brillaba en la oscuridad

Uno... respire profundo

Dos... deje salir todo el aire

Repetí una y otra vez esos números hasta que sin darme cuenta... Estaba calmada, podía respirar pero ese dolor en el pecho no se había ido.

[...]

—¿Qué haces despierta a esta ahora? — Pregunto mi madre desde la puerta haciendo sobresaltar, llevaba su uniforme de enfermera

—Recien me levanto.—menti cuando ví que ya era de madrugad

Luego de haberme despertado no me había podido dormir así que me vine a ver la televisión en el living, no la había escuchado cuando se acercó, seguramente se había levantado para ir a trabajar.

Me miró unos segundo, era probable que no me haya creído. — Bueno, ya tengo que salir o se me hará tarde — dijo acercándose para besarme la frente. — Saldré para el mediodía, le dirías a Alan si me podría pasar a buscar?

—Si, no te preocupes.— Respondi regalándole una sonrisa

— Okey, nos vemos cariño.— Se despidio antes de salir por la puerta

Solté un suspiro cuando escuché que se había ido, y me límite a ver la tele. Para ser sincera no le estaba prestando atención solo la había prendido y dejé en el canal que estaba y me puse a comer el helado que Alan había comprado.

Si, al final no se lo había dado a la garrapata

Hace tres horas que estoy sentada en el sillón distraída pensando en el sueño. Hubo un tiempo cuando me despertaba así, pero nunca recordaba que había soñando. El solo recordar esa voz susurrando mi nombre hacía que se erizara la piel.

Preferí olvidar el tema y levantarme, era temprano para ir a molestar a Alan y era más seguro que me sacará a patadas de su cuarto, así que me dirigí al mío con una manta al rededor de mi cuerpo

Al entrar mire distraída cado rincón, no era grande ni pequeña, pero estaba todo desordenado y es curioso ya que me ocupo de dejar todo ordenado en la casa pero siempre dejo a lo último mi habitación y cuando llegó me da pereza limpiarla.