—Si, no se preocupe, entiendo, pero quisiera pasar a hablar ciertas cosas sobre el asunto de Elizabeth.

—¿Asunto? —habla Issadora— ¿De qué hablan mami?

Justo en ese momento llega el señor Aydin y al vernos nos saluda a cada uno, claro, deteniéndose más tiempo en su hija, pero no tanto como su madre, de hecho, fue un recibimiento un tanto distante.

—Pasen por favor, los invito a un té mientras hablamos. —dice el señor y todos vamos tras él.

Al entrar a la sala todos notamos que Elizabeth está algo perdida en sus pensamientos mientras se mantiene apoyada en la puerta que da al sótano.

«De seguro estás pensando en él.»

Noto que por debajo de la puerta se ve una luz e intuyo que es porque Ahmed se encuentra ahí aún, por lo que se me ocurre algo.

—Elizabeth ¿Por qué dejas prendida la luz? —hablo y capto de inmediato la atención de todos— ¿Hay alguien ahí abajo?

Su rostro me demuestra que no sabe que excusa inventar. Pero, aun así, no me arrepiento de ponerla en aprietos.

—¿Escuchaste la pregunta o eres sorda? —dice seria la madre.

—N-no mamá, pensaba..., pensaba bajar y...

—No vuelvas ahí, tenemos invitados y debes atenderlos. —nos señala—. Apaga la luz ahora.

—Está bien lo haré, pero antes, hola Issadora, me alegro de que hayas regresado, te extrañé. —trata de cambiar de tema.

Issadora no responde y solo le muestra una mueca.

«Él plan no te funcionó Elizabeth.»

De pronto su semblante cambia y va casi corriendo en mi dirección, pero pasa de mí. Doy la vuelta y veo como abraza a Emir de manera efusiva.

«Entiendo Elizabeth, estás tratando de desviar la atención, pero no te saldrás con la tuya.»

—Yo apagaré la luz —le digo al señor Aydin—. Dejemos que los novios se saluden como debe de ser.

Sin esperar la aprobación de nadie voy hasta la puerta la cual abro a medias para apagar de inmediato la luz. No quiero ni siquiera ver si ese imbécil sigue ahí abajo.

Regreso justo cuando el señor Aydin nos invita a tomar asiento. Los padres de Elizabeth y su hermana se sientan frente a nosotros en un solo sofá que es similar al que estamos usando Emir, Elizabeth y yo.

—Bueno señor Aydin —empieza Emir—, hoy venía justo a hablar con ustedes porque al fin he encontrado la casa para vivir con Elizabeth.

Nadie emite un sonido por varios segundos, hasta que el mismo Emir rompe el silencio.

—Mañana mismo me llevaré a Eli a vivir conmigo, como debía hacerse desde un principio.

—Creo que es muy pronto para mi hija ir a vivir contigo Emir —trata de mediar el padre—. Tal vez después de la boda...

—Ella ya es oficialmente mi prometida y yo soy el que ahora tiene derechos sobre ella, así que espero no se entrometa —interrumpe molesto Emir—. No le estaba pidiendo permiso, le estaba avisando que desde mañana ella se irá conmigo.

Este momento no se si estoy feliz o enojado por la noticia, pues con esto se irían a la basura los planes de Ahmed, pero a la vez condenarían a Elizabeth a vivir con este tipo y deberá soportarlo desde ahora.

Justo cuando voy a hablar para tratar de convencer a Emir, alguien más se me adelanta.

—¿Por qué nadie me dijo que se comprometieron? —dice casi en un susurro Issadora.

Se Paciente Conmigo |TERMINADA|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant