Pobre Fury

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Le tomó unos meses a Jade sentirse lo suficientemente cómoda para que Natasha fuera a una misión. La niña estaba lo bastante contenta con Barton, Hill, Coulson e incluso Fury, pero Natasha todavía estaba preocupada por dejar a su nueva hija con cualquiera de ellos. Además, la base era enorme y estaba llena de todo tipo de agentes. Aunque en el lado positivo, Sirius ahora trabajaba para el departamento mágico de SHIELD junto a los Tonks. La matriarca solía ser una Black y la prima hermana de Sirius. Ah, que pequeño es el mundo en el que viven. Se aparecieron y Natasha entró caminando con Jade en sus brazos, riéndose cuando los agentes miraban a la niña que se parecía tanto a ella y comenzaban a susurrar entre sí.

Jade se aferró ferozmente a su madre, aun no lista para dejarla ir. Sabía que su mami Natasha regresaría muy pronto y definitivamente no la abandonaría, que solo iba a trabajar como lo hace su tío-no, como su papi Siri. Pero trata de decírselo a sus temores infantiles. Jade había sido abandonada y descuidada, sin mencionar que había sido abusada durante años, y los temores que surgían de eso no desaparecerían en unos pocos meses.

Además, el Triskelion era extraño y aterrador para la niña, lleno de extraños adultos mirándola a ella y a mami Natasha. Susurrando y especulando, actuando como si ella no pudiera verlos. ¿No les agradaba? ¿Pensaban también que era una mocosa estúpida? Entonces mami Natasha la abrazó un poco más fuerte y Jade se relajó. Mami Natasha la protegería. Y también papi Siri, el tío Clint, la tía María, el señor Coulson y el señor Fury. Supuso que la señora Andie, el señor Ted y Nympha también la protegerían, pero no los conocía tan bien.

Natasha podía ver los pensamientos corriendo por la cabeza de su niña, su miedo por los agentes, luego la pequeña inclinación hacia arriba de la barbilla. Sí, Jade estaba herida y maltratada, pero sanaría y sería más fuerte debido a ello, tal como la propia Natasha.

[***]

La oficina de Fury era como el resto del Triskelion, pero Coulson, María, Clint y casi todos los demás adultos de confianza habían arreglado una sección para que juegue un niño. Cada uno tomaría turnos para pasar tiempo con ella y, con suerte, Natasha estaría de regreso al final del día.

La niña era adorable, prácticamente la imagen de su madre adoptiva, excepto por un ligero tinte plateado en sus ojos y la agudeza en sus rasgos de Sirius. Llevaba un vestidito verde del color de la piedra por la que fue nombrada y un brazalete hecho con ella que era el primer regalo que Sirius y Natasha le habían dado después de la adopción. Al principio parecía estar de acuerdo con el lugar ya que jugó felizmente con las muñecas y las varitas de juguete mientras Natasha recibía su información de Fury. Pero cuando Natasha se dio la vuelta para irse, cambió por completo. La risueña y feliz Jade ahora lloraba y sollozaba, agarrando a su madre desesperadamente.

—Mamá, mamá, no te vayas. Te amo mamá, seré buena, lo prometo.

El corazón de Natasha se rompió, tomó a su hija en brazos y le cantó suavemente para calmarla.

—No llores, mi pequeña guerrera. Mamá volverá antes de que te des cuenta. No te voy a abandonar, será igual que con papá Siri. Él siempre regresa, ¿no?

Jade asintió, sus sollozos se calmaron ligeramente.

—Bueno, solo espera y verás, mamá regresará lo más pronto posible. Mientras tanto, ¿por qué no juegas con el tío Clint, la tía María y todos los otros amigos de mamá y papá?

Natasha se estremeció al llamar "papá" al irresponsable e incontrolable mago. Black podría ser un buen amigo y tío, pero no un padre, aunque lo intentaba.

Jade gimió y se aferró con más fuerza a Natasha por un momento, antes de asentir.

—Okey, mamá. ¿Es como si Jade fuera a la escuela y mamá regresara a casa?

Natasha sonrió y respondió afirmativamente. Tranquilizada, Jade soltó su agarre mortal sobre el cuello de su madre y agitó su mano en un gesto de despedida, nuevamente risueña.

[***]

—Señor Fury, así no es. Bacon Vinegar hace una reverencia, luego el señor Cascanueces hace otra y saludan a la princesa Ba-Vin.

Fury suspiró e intentó, por centésima vez, acertar con las voces y los movimientos de las muñecas. Su turno con Jade había comenzó hace aproximadamente una hora, y su relevo seguramente llegaría pronto. Entonces podría deshacerse de esta ridícula peluca y estirarse. La puerta se abrió de golpe y un agente novato entró corriendo.

—Director Fury, la agente Morse tiene un sospechoso para el caso FAC3-B4:2 en la cuarta sala de interrogatorios y necesita su autorización pa... —se detuvo abruptamente al ver al director iracundo sentado en el piso en un rincón cercado de su oficina con una peluca rubia brillante y una capa rosa, jugando a las muñecas con una niña que era la viva imagen de la agente Romanoff.

Fury intentó desesperadamente parecer intimidante y actuar con normalidad.

—Confirmación de voz del director Nicholas Joseph Fury para que la agente Barbara Morse interrogue al sospechoso en la cuarta sala de interrogatorios para el caso FAC3-B4:2 —dijo, sintiendo sus mejillas sonrojarse.

El agente asintió y le dio las gracias torpemente antes de salir corriendo. Fury se desplomó. Ahí va su reputación con los novatos. Maldita Romanoff. Maldito Barton por llegar cuatro minutos tarde a su turno. Se escuchó una risita baja y Barton se dejó caer por el conducto de ventilación con una cámara en las manos.

—Buen intento, director, pero esa la peluca y la capa no le sienta.

Jade hizo un puchero, aparentemente tomando las palabras de Clint de forma equivocada.

—Oh, no, cariño, no eres tú, es el director que no se sabe vestir bien.

Jade se animó y Fury fulminó con la mirada a uno de sus mejores agentes. ¿Por qué le pasaba esto a él?

[...]

Fue un día muy largo para Nicholas Fury antes de que Natasha Romanoff finalmente regresara a las cinco en punto, con un leve rasguño en la cara y respirando con dificultad, pero con una sonrisa que le dijo a Fury que sabía lo que había sucedido.

—Barton te envió el video, ¿no? —Fury gruñó.

Natasha simplemente asintió y dirigió su atención hacia la pequeña Jade.

—¿Cómo está mi pequeña guerrera? ¿Tuviste un buen día, cariño?

Jade se arrastró hasta los brazos extendidos de su madre, charlando sin parar sobre su día. Natasha le dio a Fury una mirada traviesa y articuló que Stark lo había hackeado y conseguido el video.

Nicholas Joseph Fury, super espía y director de SHIELD golpeó su cabeza contra la montaña de papeleo en su escritorio. Tony Stark, de veintitrés años, lo había visto en su momento de humillación. Perfecto. Simplemente perfecto.

Necesitaba unas vacaciones. Preferiblemente sin niñas adorables que lo obligaran a usar atuendos tan ridículos con sus ojos de cachorrito. Por ahora, se conformaría con golpear su cabeza contra el papeleo que se había acumulado mientras jugaba a disfrazarse y tomar el té con Jade hasta que la agente-que-no-sería-despedida-junto-con-medio-docena-de-otros-agentes-porque-son-los-más-calificados-de-SHIELD y su hija se fueron.

La niña que fue olvidadaWhere stories live. Discover now