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Han pasado cinco días desde que Antanasia y Akari han sido compañeras de juegos. Hoy están en la cámara de refrigeración de Antanasia, Akari notó que su amiga estaba en pensamientos profundos, por lo que habló. "¿Aún no te has decidido por ir a Arlanta, Nas?" Akari preguntó mientras tomaba un sorbo de su té.
La princesa salió de su trance mientras miraba a Akari y trató de procesar qué responder, luego respondió. "No sé cómo decirle a papá al respecto, ya que podría decir que no de inmediato". La niña cierra los ojos mientras mastica su galleta. "Tiene sentido ya que Su Majestad es bastante protector contigo. Además, será genial estudiar allí". Akari dijo mientras miraba a su amiga y luego continuó hablando. "Quiero decir que teníamos un dormitorio allí. Estoy segura de que Su Majestad dirá que sí a eso. Puedes intentar persuadir a ese mago si quieres".
"Ese mago con el que estás hablando es un compañero de juegos de Athy, así que no puedo dejar que se una a mí en Arlanta". Ella suspiró mientras miraba la gran ventana a su lado. "Trataré de hablar con papá sobre esto", dijo Antanasia. Con suerte, Claude le permitirá.
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Después de una larga conversación severa y muchos convencimiento. "¿Estás segura de que eso es lo que quieres?" Claude pregunta mientras mira a su hija. Están en la oficina del Emperador ahora mismo. Claude estaba sentado en su silla mientras su hija estaba de pie frente a su escritorio. La niña asiente sin apartar la mirada de su padre.
"Estaré bien papá. Además, Kiki me actualizó diciendo que sus padres también irán allí como maestros. Sé que confías en ellos". Vuelve a tranquilizar a su Padre cien veces: "¡Y te prometo que trataré de enviarte una carta todas las semanas!" Se hizo el silencio por un minuto.
"Contraté maestros profesionales decentes aquí en el Palacio para que te enseñen, ¿y todavía quieres ir allí?" Antanasia suspira.
"Papá..." murmura. "Sabes que no es así, aprecio estar aquí contigo y Athy, pero... todavía tengo mucho que experimentar, y quedarme aquí en el palacio no puede darme eso". Claude suspira derrotado mientras se inclina en su asiento. Al darse cuenta de que su hija también heredó la terquedad de su madre y sabe demasiado bien que no ganará esta, no solo se sorprende de lo madura que es su hija cuando solo tiene diez años.
Claude aparta la mirada de su hija. "Está bien... no olvides enviarme una carta una vez a la sema-" antes de que pudiera terminar su oración, Antanasia abrazó a su padre mientras el Emperador se sorprendía por unos segundos antes de palmear la espalda de su hija.
"¡Te lo prometo papá! ¡Te enviaré cartas todas las semanas!" Ella se retira del abrazo mientras sonríe ampliamente. Claude se limitó a mirar a su hija. La puerta se abre con un crujido cuando tanto el Emperador como la princesa miran para ver quién era.
"¿Sissy se va?" Athanasia preguntó mientras se veía tan triste cuando entró en la oficina del Emperador. Antanasia mira a su hermana antes de suspirar y se acerca a ella. "Athy... voy a ir a Arlanta pero será solo por un tiempo. Prometo escribirte una carta una vez a la semana también". Athanasia luego se arroja a los brazos de su hermana y la abraza con fuerza.
