~~~ LOVE ~~~

4. Locura

~~~ ¡Hola! Soy Horacio y bienvenidos a Jackass ~~~ 

- ¡Hola! Soy Horacio y bienvenidos a Jackass.

De inmediato la cámara redujo el zoom, mostrando al chico de cresta encima de un cohete gigante al borde de un lago. Si el stunt salía de acuerdo a lo planeado, Horacio debía volar por los aires hasta aterrizar en el agua de manera segura. Sin embargo, su pareja y co-productor estaba algo nervioso. Al parecer, solo tenían los cálculos del equipo técnico del show, pues nadie había probado la efectividad del dichoso cohete.

- Volkov, ¿qué opinas de esto? - Preguntó el camarógrafo secundario, el cual debía de capturar la reacción del equipo de trabajo y los diversos miembros del cast.

- No lo sé... Esto es una locura... - Dijo entre risas nerviosas.

- No le pongan cuidado al pesado este... A él solo le preocupa que Horacio se parta el culo y no le pueda dar de comer. - Contestó Gustabo haciendo reír a todos los presentes.

- Callate. - Contestó el ruso con fingida seriedad.

- De qué te preocupas V, si ya le rompiste el culo cuando cocinaste Pelmenis. Esto solo sería un recordatorio. - Mencionó con burla Blake. Enseguida las risas del equipo aumentaron.

- Oigan, ¿pueden parar? Horacio está apunto de irse a tomar por culo y por sus comentarios, pareciera que solo a mi me importa.

- Efectivamente Volkov, está apunto de romperse tú culito preferido. - Señaló Parker con aún más burla. En ese punto, Gustabo se tiró al suelo por las risas. Mientras Blake lloraba por los comentarios fuera de tono que seguro entrarían en la edición final del episodio.

- Con ustedes no se puede coño... - Dijo el ruso alejándose de los demás.

Realmente, al ruso le preocupaba el resultado. No obstante, confiaba en su novio. Horacio era un experto Stuntman. Si algo salía mal, muy probablemente solucionaría el problema. Como siempre, su sentido de supervivencia era superior. Por ello, lo admiraba demasiado.

- Clark, estoy listo. Por favor, dile a Viktor que puede iniciar la cuenta regresiva. - indicó Horacio por medio de un Walkie Talkie. Al escuchar la voz de su novio, el mayor le retiró al asistente técnico el aparato.

- ¿Horacio? ¿Me escuchas?

- ¿Viktor? Sí, sí, te escucho amor. ¿Pasa algo?

- No... Pero, quería escucharte... Horacio, Solntse, ¿estás seguro de esto? Nadie aprobó esa mierda... Te puedes lastimar o peor aún...

- Viktor ya hablamos de esto... No hay vuelta atrás. Todo va estar bien, confía en mi amor. ¿Como hacíamos antes cuando éramos jóvenes?

- Por eso mismo Horacio, los dos éramos muy estúpidos. Además, yo te necesito a mi lado... no en los aires en miles de pedazos.

- Sabes algo Viktor, yo estoy tranquilo haciendo esta estupidez por un solo motivo... ¿Quieres saber cuál es?

- Dime Solntse...

- Porque tú estás aquí... Si algo sale mal, yo se que el primero en ir por mi, eres tú. Si caigo, tú serías el primero en agarrarme. Yo siempre he confiado mi vida en tí... Por favor Petite Lune, calmate y disfruta el show.

Aquellas palabras sinceras lograron suavizar el manojo de nervios que era el ruso. Horacio no decía ninguna falsedad. Si Volkov debía saltar en una piscina llena de tiburones por su pareja, lo haría sin dudar. Desde que iniciaron con su temerario estilo de vida, siempre existió una constante... la protección mutua.