~~~ LOVE ~~~

1. Chocolate

~~~ I fucking hate you, but I love U ~~~

- Horacio necesitamos hablar... Por favor, escúchame... - Suplico el peliplata saliendo rápido del Tequila detrás de su pareja. Al parecer, el chico de cresta había tomado muy mal la noticia.

- No... No tenemos nada que hablar... - Susurro el menor mientras trataba de llegar a su vehículo, en el parqueadero trasero del bar.

- Por favor Horacio, solo necesito que me escuches... Y..Yo se... Yo se que es difícil, pero... pero... - El ruso no sabia como expresarse. Quería gritar de la frustración, pues sentía como lentamente la persona que más amaba en el mundo huía de sus brazos.

- Ahórratelo Viktor... Mejor, quédate con esa información... Al igual, solo somos trabajo, ¿no? – Señalo el menor con resentimiento. No podía creer el escenario que estaba viviendo en ese instante.

- NO... Horacio por favor, escúchame... Yo... Yo no te puedo decir donde estaba... Hay cosas que se salen de mis manos, H... Esto... Esto era una misión de los altos mando... Yo... Yo solo...

- ¿Sabes una cosa, Viktor? Te odio... No tienes ni idea cuanto te odio, pero a la vez... te amo...Te amo tanto que solo tú tienes el poder de convertirme en lo que ves ahora. – Dijo el menor en voz baja, soltando unas cuantas lagrimas silenciosas.

- Eso... Eso es lo que... en realidad sientes... ¿Horacio? – Pregunto Viktor derrotado. Sin embargo, la respuesta nunca llego.

Al no encontrar una solución en los maravillosos ojos bicolor que tanto adoraba, Volkov decidió tomar acciones concretas. El ruso se acerco el menor para secar sus lagrimas con delicadeza. Después de acariciar su rostro, este busco entre su chaqueta un pequeño sobre con una barra de chocolate. Horacio disfrutaba aquel dulce con pasión, sobretodo en las amargas despedidas...

Sin dedicarse una ultima mirada, el mayor saco un cigarrillo y comenzó a caminar hacia su auto. "Tarde o temprano... esto pasaría" pensó con dolor. Un dolor que no deseaba proyectar al mundo. No quería volver a ser vulnerable jamás.

Por su lado, Horacio no comprendía el detalle del ruso. No obstante, al abrir el sobre, sintió como todo a su alrededor se desmoronaba. "¿Porque me tienes que dar esto ahora?" – Pregunto para si mismo, soltando un leve suspiro.

De inmediato, como si estuviera en piloto automático, el menor saco la barra de chocolate de su envoltorio. Al probar aquel dulce postre, una verdad universal cruzo por su conciencia.

Así pues, sin perder tiempo, Horacio corrió tras Viktor, hasta abrazarlo fuertemente por la espalda. Aquel agarre desestabilizo un poco al ruso, puesto que no esperaba un gesto tan intimo por parte del menor.

Aunque, en realidad, nadie lo pudo haber preparado para la siguiente declaración...

- Viktor yo te odio, pero te amo... Te amo tanto que no puedo dejarte ir. Te odio por hacerme amarte y quererte con todo mi corazón... Te amo por enseñarme el amor de verdad, pero te odio por mostrarme el dolor de la perdida... Te amo por apoyarme, pero te odio por alejarme... Yo... Yo soy muy malo en mantener mis emociones bajo control, pero... creo que juntos somos los mejores en dicho caos... - Sin poder contestar al menor, Volkov fue atacado por un apasionado beso, el cual sabia a chocolate.

Una vez terminaron el suave beso, los dos se miraron fijamente, hasta juntar sus frente con cariño. Habían muchas preguntar y dudas que debían de dialogar con tranquilidad en otro momento, pero si algo estaba claro era el valor de su amor.

- Horacio, mi vida, mi Solntse... perdóname por favor... Yo tampoco te quiero dejar ir, pero tampoco te quiero lastimar..

- Ruso bobo, ¿cuando entenderás que tu ausencia es mi punto débil?

- Por supuesto, cada superhéroe tiene su talón de Aquiles...

- Exacto... y ese mi amor, ese eres tú... Porque yo te amo, pero te odio... Te odio por enamorarme con locura. – Finalizo con un dulce beso de chocolate, el cual felizmente fue correspondido por su belle Lune...