❤️CAPÍTULO 26👑

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Axya entra en disputa consigo misma, teniendo que contraponer en una calurosa conversación su versión más tímida y elocuente, la cual es la que ha solido mostrar cara a lo largo de todos estos años y la más impulsiva y sagaz. Las sienta en el mismo banquillo y las pone a conversar cara a cara en un recoveco de su conciencia.

"¿Por qué sucede esto ahora? ¿Cómo pueden estar pensando en cochinadas o en sexo mientras allá afuera hay un caos?"

"Han sido todos drogados, pero no hay pérdida de conciencia explícitamente sino que se liberan todos los impulsos, dejando de lado cualquier traba o impedimento que te permita disfrutar de lo que eres o quisieras ser".

"Pero yo quería un matrimonio estable y un futuro promisorio, la mismo tiempo que una ambiciosa vida académica y laboral."

"Pierde cuidado, Axya Tímida, Voz de la Moral, que tu puedes saber lo que ansías a niveles formales y de apariencias, mientras que yo estoy muy segura de lo que tus apetitos más básicos reclaman con total impunidad."

"No tienes que estar hablando en serio, Axya Irascible."

"Oh, claro que sí. Y este es mi momento de brillar. Por unos veinte años tú has sido la que siempre ha ganado las batallas. ¿Recuerdas cuando estaba por embriagarme por vez primera y tú no me lo permitiste?"

"No lo hice porque no convenía en el lugar ni en el contexto. ¿Quién iba a protegernos a ambas si eso sucedía?"

"Nadie piensa en eso cuando tienes tantas tentaciones cerca. Y ahora mismo se ha liberado el caos entre nosotras porque a ti te han amordazado."

"No... No puede ser..."

"Claro que sí. Dos bombones de hombres aguardan allá fuera."

"¿Es lo que quieres?"

"Es lo que queremos."

"¿Las dos...?"
"Seeee, tan solo mira lo que son. Mejor que comer pollo con las manos."

"Pues..."

"Adelante. Los dos son nuestros a partir de ahora, ¿no es magnífico?"

"Puede que sí..."

"Entonces degusta lo que quieres."

"Es mi primera vez."

"También la mía."

"Y queremos..."

"Queremos."



Ambas se toman de las manos y establecen un pacto.

Axya se funde en la excitación del apasionado beso de Victorio como quien anhela su sustancia favorita para ser parte de la más apasionada excitación. Simplemente decide elevar una de sus manos y rodear el cabello de él que invade su boca mientras la otra mano se aferra al cabello corto de Dante. Lo sostiene así y lo empuja contra su entrepierna jugosa en la cual se deleita con frenesí.

Suelta gimoteos guturales en cuanto percibe que Victorio desplaza mordiscos por su mentón y le ayuda al Teniente a desplazar cada una de sus prendas. Las mismas van quedando por el suelo al tiempo que él mismo opta por quitarse la camiseta y, con una perspectiva inversa, Axya contempla la división musculada de los pectorales y el abdomen de Victorio. Se le hace agua la boca al verle, pero aún más en cuanto siente que él se desplaza hasta el abdomen de ella, dejando el propio sobre la altura de la boca de Axya. Entonces Dante se mueve un poco, dejando lugar a que la boca de Victorio se engulla el sexo de Axya, ambos deleitándose con su flor intacta.

El apetito en la joven resplandece hasta verse en la obligación imperiosa de arrastrar sus manos hasta a bragueta de Victorio y dejar de sentir la manera en que la erección bajo su tela se desplaza contra su mejilla sino para vivir al máximo potencial la oportunidad de encontrar su virilidad nuevamente y se la mete a la boca de inmediato.

En el esplendor del momento, ambos comienzan a jugar con sus zonas más sensibles mientras ella sigue practicando sexo oral y masturbando a Victorio con una voracidad que desconocía en sí misma.

Hasta que la batalla de sensaciones comienza a elevarla al colapso.

Su espalda se arquea.

El mentón de ambos se percibe con brutalidad en su pubis y en su clítoris.

Las manos de ambos sujetándola por el trasero la lleva a elevarse aún más en la suma de percepciones extasiadas.

El amor acontece en su máxima expresión en cuanto no lo puede contener más y se aferra a su contrincante para torcer un poco el gesto y sentir cómo estalla en la boca de Dante quien acaba de desplazar a Victorio, llevándose el premio mayor de sus jugos más apasionados.

Ella se ruboriza y apena de inmediato ante una idea que la invade con total horror, sabiendo que esto nunca antes pudo haber sido parte de sus expectativas o anhelos más congraciados.

—¡No!—grita ella.

Ambos se levantan y la observan.

—¿Me...me he...?

—Tranquila. —Dante se limpia la boca restregándose con el dorso de la mano la boca. ¿Se lo tragó todo?

—Yo... No quería... P...perdón.

—Estuvo todo excelente—confiesa Dante, haciendo un paso atrás y se acomoda el miembro viril en el pantalón mientras se hace hacia atrás y solo se contornea hacia un costado.

—Y faltó más—confiesa Victorio arrojándose en la cama de costado y Axya se sienta de pronto, cubriéndose con las prendas que encuentra más cercanas.

No obstante, mientras se hace una idea de lo que podría haber significado ese más, una palabra aparece en su cabeza. Zorra. ¡Ella no quiere ser una zorra! ¡¿Entonces por qué le gustaría hacer algo así y le ha tentado ir a por "más"?!

—Pero habrá tiempo—sentencia Dante—. Es hora de que este soldado se ponga al frente del campo de batalla.

—¡Nooo!—brama Axya—. ¡Ya detengan todo eso, solo conseguirán hacer daño a personas inocentes!

—Tranquila, que aqui todos somos conscientes de lo que nuestra ideología defiende. Lo hacemos con nuestra propia sangre—define con decisión antes de que todo tome un rumbo inesperado en la vida de los tres.

Una vez que él se aferra a la puerta, llegan más ruidos de disparos, gritos, golpes.

—¡Espera!—le pide ella—. ¿No vas a dejarnos libres?

—No—esboza el Teniente Coronel con una sonrisa en sus labios—. Ya lo dije: ustedes dos son nuestros prisioneros en esta revolución. Y en todas las prisiones, los captores se divierten como si fuesen sus mascotas.

Dichas estas palabras, se marcha, pasando seguro a la puerta y Victorio sigue deambulando en una dimensión paralela.

—¡Dante, por favor...!


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#EsclavaDelRey

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