El rey ha sido asesinado y la guerra se ha desatado en Heaven's Ville. Sin embargo, Victorio Ranquel parece ser el único heredero al trono cuando se descubre que este peligroso criminal es hijo bastardo del monarca eliminado.
Ahora necesita de las a...
¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que probaste unos labios que venías ansiado desde hacía largo tiempo? ¿Cómo sucedió ese beso tan esperado? No el primero, el primerísimo de todos que suele ser en la mayoría de los casos un error, sino el beso inicial que despierta algo voraz dentro de ti que es muy difícil de localizar. Ese beso que anhelas que vaya más allá, que te haga superar cualquier intersticio de pasión y querer realizar cada una de las fantasías que comienzan a brotar de ti y que, probablemente, ni siquiera sabías que existían. Pero ahí estaban. Clamando con fuerza bajo tu piel, empujando cada terminación nerviosa...
Es lo que sienten ambos ahora.
Pero en el caso de ella, realmente es el primero. Victorio no. Él ya sabe cómo hay que hacer, cómo responder cuando la necesidad clama.
Axya siente que su cuerpo vibra completo cuando las manos de Victorio la acarician por debajo al mismo tiempo que la sujeta con fuerza.
Su parte más sensata le sugiere apartarse de él cuanto antes, brota en ella la sugerencia de que esta situación es altamente peligrosa y que no merece la pena acercarse de tal manera a él.
Cree que será lo mejor no resistirse, porque esto sería exactamente lo que haría bajo otras condiciones, pero esta vez siente que la cercanía a la masculinidad de Victorio la inunda de sensaciones brutales que muere por incrementar en la incomodidad del placer que la lleva a removerse sin mucho éxito ya que la masculina boca de su compañero la tiene apresada, aunque puede que ya no distinga en qué punto llega la suya propia y en qué punto sea de verdad voluntad de parte de él.
No hay manera de definir qué es lo que quiere uno y lo que quiere otro, porque todo parece tener un único objetivo.
Alexya se aparta. Pero no por sí misma sino que "la apartan". Victorio acaba de apartarla de su propio cuerpo.
La deja de pie delante de sí, él hace lo propio incorporándose frente a ella y jamás pareció tan disímil la altura entre ambos, quizá porque esta vez la distancia es algo que precisamente no gusta en aparecer.
Llega hasta su cuerpo y la amenaza con avasallarla por completo.
Y la voltea.
Sujetándola de las caderas, la voltea y la incorpora sentada en la silla real frente al banquete. Ese extraño trono que parece ahora concederle el poder.
Uno que no lo tiene en realidad.
Victorio ha quedado con su cintura a la altura de la boca de ella. Axya se relame y una parte de sí muere de ganas por quitarle cada una de sus prendas. ¿Una parte de sí? Prácticamente todo su ser, cuando en verdad hay una pequeñísima parte que muere de ganas por realizar todo aquello por lo cual muere de ganas.
La enorme mano derecha de Victorio se pasea debajo del mentón de la joven hasta hacerla levantar la mirada. Su dedo pulgar recorre los labios de ella y los acaricia, notando que son como caramelo blando, listos para ser engullidos con toda su intensidad.
Quiero de ella.
Quiere devorarla.
Se la quiere comer de inmediato.
—¿Qué quieres, Axya?—le pregunta él y su voz se oye ronca, lúgubre
Ella parpadea e inspira, notando que el ritmo de su respiración y de su corazón van con una velocidad sin precedentes.
—Dime—él insiste—. "Pide lo que quieres y se te dará"—le dice él la frase de un libro que ella ha leído. Son libros que remiten mucho a la ley de ordenamiento universal y demás asuntos parecidos dentro de la disciplina.
Pero en esta ocasión...
...suena tan sexy.
Jamás creyó que una frase así le sonaría sensual.
—¿Qué es—Victorio habla y se acaricia la bragueta del jean—lo que deseas—jala de su bragueta que parece clamar piedad mientras su bulto presiona con fuerza por liberarse con prisas—, Axya...?
Entonces ella ve que asoma la tirante tela de su calzoncillo. Es color negro, se marca a la perfección y de manera tentadora.
Nunca.
Jamás.
Había visto el bulto de un hombre asomarse con tanta cercanía a su rostro, a su boca, ya puede sentir que lo saborea.
¿Por qué la sangre se siente así bajo su piel? Como si hirviera, como si un imán la empujase a desear más de él.
—¿Esto quieres, Axya?
La mano de Victorio encuentra una de las manos de ella. No consigue quitar los ojos de ese bulto inmaculado.
Victorio la sujeta por la muñeca y hace que la mano de Axya repose sobre el miembro viril que se marca de manera dura en un contorno delicioso que la deja con ansia de relamerse y desear cada vez más.
Con los dedos sobre los de ella, Victorio encaja el borde del elástico de su calzoncillo, y libera un miembro viril tan fuerte que ensancha las venas a su alrededor. Se mueve cuando se erige delante de sí, los ojos de ella se abren de par en par y la boca se le queda entreabierta. Es tan gruesa que nunca creyó que lo que alguna vez vio en un vídeo por ahí se le pudiera asemejar.
Tiene la cabeza dura, rosácea y con una gotita transparente asomando y despertando en ella todo el deseo de saciar una sed brutal.
—Axya—insiste Victorio—. ¿Esto es lo que deseas?
Entonces ella suelta las palabras mágicas:
—S-sí... Lo deseo...
Entonces él vuelve a separar los labios de ella con un dedo pulgar mientras la otra mano sujeta su miembro viril erecto y grueso, entrando en las puertas del cielo.
***
"Basta una pequeña chispa para encender la más cruenta explosión; todo depende cuán inflamable sea la gasolina que haga combustión. Y debe ella estar en todo el espacio que se pretende hacer estallar para que la chispa sea cien por ciento efectiva."
Fue lo que dijo la reina cuando abrieron los vinos y las bebidas, colocando los estímulos neuroquímicos estimuladores del sistema nervioso para conseguir el efecto deseado. Era lo que se solía consumir cuando iba con Imanol a viejas orgías y sabía que funcionaba a la perfección.
Fue lo que tuvieron que tomar los jóvenes para encender en ellos la tensión sexual que rompería cualquier barrera y los juntaría como un imán.
Porque si algo era capaz de ver, era cuándo los polos serían capaces de atraerse y forma una nueva conjunción.
Del mismo modo que sabía que Dante caería tarde o temprano en manos de su gente y hacer efectiva de una vez por todas su inminente ejecución.
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#EsclavaDelRey
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Holaaa, ¿creen que la reina conseguirá efectivamente ejecutar a Dante y conseguir la consumación del matrimonio entre Axya y Victorio?
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