Capitulo 25 Era una noche tormentosa

19 4 0
                                    

Era una noche tormentosa. PUM PUM. Tenía miedo, pero el miedo era un sentimiento al que estaba acostumbrado, siempre estaba ahí, a veces lo sentía en mi respiración, casi podía tocarlo en mi cuello, al sentir mi pulso...pero solo a veces, el resto del tiempo simplemente lo sentía como parte de mí, ni siquiera pensaba en él.

...

-¿Qué es esto?-Me pregunté.

-Esto es la soledad-Me respondí.

No había nadie.

Nunca había habido nadie, ahora me daba cuenta.

Detrás de mí solo había desierto. A mis lados, kilómetros y kilómetros de campo. Frente a mí, La Ciudad, vacía, aunque ahora sabía que siempre lo había estado.

A mis pies, carbón.

Solo queda seguir caminando.

Y seguí caminando, seguí caminando hasta que mis pies ya no pudieron más. Finalmente llegué a la plaza en el centro de la ciudad. El sol se estaba poniendo, pero aún había luz. La habría durante mucho tiempo más.

No era una luz normal. No sabría explicarlo pero simplemente no lo era. A veces me da la impresión de que siempre es de noche pero la luz no nos deja ver la oscuridad.

Lo cierto es que no sé por qué sigo avanzando. Quizá si me detuviera finalmente podría cerrar los ojos.

No sé.

A veces siento que no vengo de ningún lugar. Que no voy a ningún lugar.

Estos son los últimos días. Este es el último día. Estos mis últimos pasos.

Pero nunca lo son, no importa lo que pase sigo avanzando, el sol no deja de seguirme, mis pies siguen funcionando.

Vivimos en un mundo hermoso, al menos eso es lo que me sigo diciendo.

Humo negro se eleva al cielo, intentando tocar las nubes.

Somos agua

Pero no ha llovido en décadas

Extraño el agua

Extraño la lluvia

Extraño la lluvia

Sigo caminando. Sigo caminando. Un pie delante del otro, como lo he hecho durante toda mi vida.

¿Por qué sigo haciendo esto?¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

No sé lo que estoy haciendo y cada paso es como un recordatorio de eso. Quiero parar. Si tan solo fuera tan fácil parar.

Ya estoy aquí, no hay nada que pueda hacer, solo me queda seguir adelante.

Las aves vuelan hacia el sur.

Ya no quedan lugares a donde ir pero me dijeron que siguiera caminando y eso es lo que estoy haciendo.  

En Búsqueda del ClítorisWhere stories live. Discover now