Sultans Of Swing - Parte 1

27 3 21
                                    

—Solamente me contrataron para matar a ese estúpido.

Thunder Struck puso los pies sobre la mesa redonda y encendió una pipa la cual disfrutó bastante por el olor a eucalipto que invadía sus pulmones. Le hacía recordar a su lejana Australia.

Alrededor de la mesa estaban ubicados unos hombres con máscaras de rostros inmutables, cada uno estaba iluminado por una luz que provenía del techo, pero el más importante estaba frente a Thunder Struck.

La máscara que llevaba era de metal y llevaba unas crines que se movían agresivamente con cualquier movimiento que haga el sujeto.

—¿Qué más viste, Struck?

—Solo hacía mi trabajo. Hubiera mandado a alguno de estos inútiles a observar, yo solo mato, no hago otras cosas.

—Interesante —miró a uno de sus subordinados y asintió la cabeza.

Este se puso de pie y colocó una bolsa llena de monedas de oro que tintinearon al chocar con la mesa.

—Toma tu pago y vete de mi vista —dijo el hombre de la máscara de metal, en un tono enojado que resonó dentro de la máscara que llevaba.

Thunder Struck escupió al suelo y se puso de pie, tomando la bolsa y dirigiéndose hacia la salida.

Cuando notaron que Struck dejó aquel lugar, los demás comenzaron a murmurar, mientras el de la máscara de metal meditaba tranquilamente.

—Señor Dee, por las descripciones escuetas que dio Struck, no hay duda que eran los Agentes de Londres. ¿Estarán siguiendo nuestro rastro?

—Lo que más resalta de su descripción es sobre dos jóvenes que no parecían formar parte de la Agencia. ¿Entienden lo que digo?

—Para nada, señor Dee.

—La sed de venganza se puede oler a kilómetros —sentenció Dee.

—¿Los hijos de Joestar y Bunbury? —dijo uno de los enmascarados—. ¿Cómo pueden tener pistas de nosotros?

Dee abrió una botella de vino y la bebió, levantando ligeramente su máscara. Cuando la bebida cayó por su garganta, refrescándolo con la textura y el sabor del líquido, respondió satisfecho:

—Ser casi inmortales nos ha hecho flojos, es momento de poner en marcha nuestros planes —caminó alrededor de la mesa redonda y sacó un enorme frasco donde unos escarabajos revoloteaban—. Les presento... a los Footlooses

—Ay, me incomoda este turbante —reclamó Alecto acomodándose la tela sobre su cabeza

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Ay, me incomoda este turbante —reclamó Alecto acomodándose la tela sobre su cabeza. George hacía lo mismo pero sin quejarse de ese modo.

—Es necesario usar estos trajes. Los hindúes no ven con buenos ojos a los británicos después de las batallas que han tenido —respondió Polnaref

—El rey siempre hace alboroto por donde quiere —concluyó Alecto.

Caminaban en medio de un mercado rústico. Habían pequeñas tiendas improvisadas con maderas y telas. Los vendedores estaban desaliñados pero eran bastante cuidadosos con los productos que vendían.

JoJo's Bizarre Adventure: Around The WorldWhere stories live. Discover now