Prólogo

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Después de la desaparición de Yoona, las paredes de las calles se habían llenado con pequeños carteles con su fotografía. Aún después de un año y varios meses de ese suceso, estos seguían en su lugar esperando que alguien ajeno al pueblo se acercará y leyera el "¿Me has visto?" para brindar información.

Pero, exactamente; ¿Quién era Kim Yoona?.

Yoona era la hija meyor del matrimonio Kim, tenía 2 hermanos menores; Kim Jun-myeon y Kim Minseok. Era una hija ejemplar, una alumna prodigio y una excelente doctora. Porque sí, era la doctora de aquel pequeño pueblo. Con sus excelentes calificaciones podía haber tenido un excelente trabajo en cualquier hospital de la ciudad, pero ella al contrario había rechazado cualquier oferta con tal de poder velar por la salud de los habitantes del lugar que la había visto crecer.

Su desaparición había sido un golpe muy fuerte para todos. No había nadie en aquel lugar que no la apreciera. La mayoría de las personas compartían la idea de que alguien se la había llevado, pero la pregunta seguía siendo la misma; ¿Quién?. No podía ser alguien de pueblo, lo hubieran notado enseguida. Tampoco creían que ella se hubiese ido por su cuenta y sin avisar. Simplemente parecía como si la tierra se la hubiese tragado pues se había ido, sin dejar rastro alguno.

La resignación vino con el paso de los meses, al igual que un forastero.

El tema de la desaparición de Yoona, seguía siendo algo delicado. Tanto así, que se había creado un toque de queda para los jóvenes, pero aún así, las desapariciones no se detuvieron. Como era el caso de los Cho; Su hijo Kyuhyun. O como el policía encargado de la investigación, quién había desaparecido, u otro caso era el de el estudiante de artes; Byun Baekhyun, mi amigo.

Todo había pasado tan rápido, que el pueblo aún no podía creer lo que sucedía. Había un asesino viviendo tranquilamente entre ellos, acechandolos como si de presas se tratarán. Porque sí, ha Baekhyun lo habían asesinado además habían mostrado que él había sufrido alguna clase de abuso.

Había desaparecido una noche mientras todos dormían, y al tercer día su cuerpo había aparecido enfrente de su casa sin ropa y sin ningún rastro de vida.
El funeral había sido demasiado doloroso, era mi amigo al quién estaban enterrando. Mi amigo de toda la vida con quien había compartido comida, risas, lágrimas e incluso silencios cómodo... Yo había crecido junto a él, y ahora lo veía partir.

Un sentimiento lleno de rencor inundó mi ser cuando lo vi llegar. Llorando desconsolado, cargando con rosas para Baek. No tenía pruebas, pero sabía que él había sido el asesino.

Teníamos que pararlo de alguna manera, porque estaba seguro de que, de no hacerlo... Los próximos seríamos nosotros.

LOS OBSCUROS SECRETOS DE DO KYUNGSOO | KAISOO|Where stories live. Discover now