please, save me. [Wandanat]

•Erik.

Erik.

Conduje hasta el restaurante. Stephen se estacionó detrás con Barnes. Ambos se dedicarían a cuidar de nosotros en la ciudad.

—¡Pero cuando ella me llama, olvidamos todo ahí en la cama!—Gritó Peter mientras le subía a la radio. Bajé el volumen y él me miró molesto.—¿Qué haces, señor padre?

Sonreí.

—Vamos a cenar, deja eso.—Murmuré. Peter hizo una mueca.—¿Por qué no quieres pasar tiempo conmigo?

—No he dicho eso.

La actitud a la defensiva siempre estaba presente en Peter. Jamás entendí que fu lo que hice mal como padre para no recibir amor de su parte, hasta que comprendí que tal vez Charles influyó en eso, pero... ¿Y antes de Charles? Peter jamás me quiso.

—¿Podemos llevarnos bien por un momento?—Pregunté y él se encogió de hombros tomando su abrigo para salir del auto.

Suspiré. Vi por el espejo retrovisor la mirada de Stephen fija en mí.

No soy tan fuerte como para decirle que no quiero volver a repetir lo que pasó entre ambos. Él es un caballero, y yo sólo soy un... Infiel.

Salí del auto, sentí el frío golpearme el rostro. Stephen y Barnes siguieron a Peter dentro del restaurante. Lo vi tomar asiento en una de las mesas lejanas, caminé hasta aquella mesa mientras me dedicaba a meditar como hablarle sin que proceda a agredirme con su indiferencia.

—¿Puedo sentarme?

Él levantó la mirada y asintió.

—¿Por qué no podemos llevarnos bien siempre?—Pregunté y él no contestó. —Dejé a Charles, y... Aunque no estoy de acuerdo con que esté contigo...—Él se sonrojó y pude notar como su alma parecía abandonar su cuerpo.— Soy viejo, no estúpido y no fue difícil notarlo. Tú y Charles no fueron los más cuidadosos, una llamada a la contadora, ver donde se utilizaron mis tarjetas. Problema resuelto.

—Papá, yo...

Negué y él se quedó en silencio.

—Quiero saber por que no fuiste sincero conmigo.—Dije observando sus manos temblorosas.—¿No querías perderlo? Tal vez me habría opuesto a que lo sigas viendo, pero seamos sinceros Peter, tú jamás fuiste la oveja más obediente del rebaño.—Mencioné con un poco de dolor.—¿No te di la confianza? Lo tuviste todo, amor, dinero, una madre que cuidaba de ti como si fueses el diamante más valioso, jamás entendí...—Recordé como Wanda lloraba por su madre, recordé lo infeliz que fue de pequeña solamente porque Irina le daba toda su atención a Peter.—Jamás supe la razón, pero tu madre te amaba más que a tus hermanos, y aún así, jamás fuiste considerado con ellos o conmigo. Te lo di todo, te di amor que ni siquiera querías.

Peter apartó la mirada y vi como las lágrimas caían por sus mejillas.

—Dime, ¿hice algo para mereces tu mal trato? ¿Hice algo para ser tu persona menos favorita? ¿Hice algo mal para que me engañaras de esta forma?

Peter no contestó.

—No dirás nada.—Murmuré.—Bien, tampoco esperaba que dijeras algo, de todas formas quien debería estar molesto soy yo, y soy el único que intenta salvar algo de esta relación.

Se quedó en silencio.

—Okay. Pide algo para cenar, iré al hotel.—Dije ofuscado.

—Estoy yendo a terapia.—Admitió.—¿Y sabes algo, papá? Si no fuese por eso no sería capaz de formular una forma para decírtelo sin avergonzarme.—Tragó saliva y lo observé. Sin embargo él no levantaba la mirada desde sus manos.—Y a veces creo que jamás dejaré de sentir vergüenza por ésto, pero... Si no me gusta que me abraces, si no me gusta estar contigo, si no quiero que te me acerques.... —Se quedó callado.—Es porque me recuerdas a aquél hombre que iba a casa por tus estúpidos negocios.

Lo miré extrañado.

—¿Charles?

—No, papá. —Levantó la mirada. Sus ojos sin esperanza me consumieron por dentro. ¿De qué habla?—Yo era pequeño, y... —Peter temblaba, trataba de controlarse, sin embargo noté que no lo estaba logrando.

—Peter, me asustas. ¿Qué tienes?—Pregunté y él negó.

—Si tan sólo hubiesen estado tan presentes como alegas que lo estuvieron... Yo no habría pasado por eso, si mamá no se hubiese estado revolcando con tus socios como una jodida cualquiera y si tan solo tu hubieses dejado de ser un cerdo egoísta que sólo pensaba en follarse a cada varón relativamente decente...—Sollozó. —¡Yo estaría bien! ¡Y si alguien debe estar molesto aquí, soy yo! ¡El Peter de siete no se merecía nada de ésto!

Se levantó rápidamente y salió del restaurante dejándome con la palabra en la boca. Todos me observaban en silencio. Me levanté y lo seguí.

¿Él habla de qué? ¡No está siendo claro! Me ha quedado claro que piensa que soy un padre de mierda, pero las cosas no son así como él cree.

—¡Peter! ¡Detente!—Grité al salir del restaurante tras él. —¿De qué hablas?

—¿Que de qué hablo?—Dijo burlón
—¡De que por los padres de mierda que he tenido no puedo dormir sin soñar que ese mal nacido entra en mi habitación! ¡Que me da asco que me toquen, papá! ¡¿Sabes por qué jodida razón me sentía bien con Charles?! ¡Porque él me cuidaba más de lo que tú alguna vez! ¡Y prometió amarme y simplemente ya no lo hace!—Su voz sonaba rota.

—¿Qué?

Él no puede estar hablando en serio... Él....

—¡Y lo perdí! ¡Charles ya no me ama y ya nada vale nada! ¡¿De qué me sirven tus disculpas de mierda?! ¡Nadie va a amarme! ¡Estoy marcado!

—Peter... yo...

—Déjalo así, papá.

Se dio media vuelta y traté de seguirlo pero Stephen me detuvo.

—Déjalo.—Murmuró.—Necesita espacio.

—Ya lo he dejado mucho tiempo.—Dije y Stephen continuó deteniéndome.— Sueltame.

—Deja a tu hijo respirar, Erik. Necesita espacio, Barnes cuidará de él. No lo presiones.

Stephen estaba serio. Golpeé la puerta del auto bastante molesto. ¿Cómo pretende que me calme luego de enterarme de ésto?

Lastimaron a mi hijo y yo jamás lo noté. Soy el peor padre de todo el jodido mundo.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Cómo están?

Hice mal el cálculo, no sé cuanto le queda a este ff, pero no es mucho, vayan a leer cartas a bishop que está por el final y estará conectado a mi siguiente fanfic wandanat ª los tqm, tomen agua

-Codex.