Capítulo 24: Así para él, ella era perfecta

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Supondría el castigo o regaño que le daría su padre por fallarle, pero pensándolo mejor, la princesa tenía 16 siglos, no era una niña y ya podía tomar sus decisiones sola, y él las respetaría al igual que Kilian.

–¿príncipe Xinxet?– escucho a lo lejos cuando recorría la sala principal

Al levantar la cabeza, su seño se frunció al ver a aquel joven que culpaba por uno de los motivos por los que su hermanita no lo acompaña, pero alejando esos sentimientos, Xin se inclinó un poco saludándolo.

–¿ya se va de regreso?– el mayor tan solo asintió a regañadientes, la idea de volver sin lo que quería se mostraba en todo su rostro –¿y la princesa Nelaria? ¿no lo acompañara hasta el aeropuerto?

–acabe de despedirme de ella, ahora no está en condiciones de que me acompañe y que la gente la vea...en ese estado.

–¿está en el palacio?– pregunto tan sorprendido como si fuera que no lo sabía –intuí que volvería a su mansión luego de la celebración y volvería para el día de la fiesta previa a la coronación

–desde la fiesta se ha quedado en el palacio, si tienes suerte la veras ese día– menciono muy en serio antes de alejarse

Pero una idea tan rara y extraña atravesó por su mente, volteo hacia el menor viéndolo muy raro que incluso el príncipe Escuestriano se preguntaba lo que pasaba, segundos después Xin aclaró su voz y hablo.

–Nau, ¿eres cercano a Life?– pregunto de repente haciendo que el joven levantara una de sus cejas

–¿Nelaria?

–sí, sí, es lo mismo...escucha, no se pasó esa noche de la ceremonia, pero desde ese día no quiere salir, está encerrada en su cuarto y no quiere ver a nadie, ¿será que podrás verla y convencerla a que salga?

–¿porque cree que ella me quisiera ver? ¿Por qué si quiera piensa que puedo conversarla?

Ambos jóvenes conocían de cierta manera a la princesa, sabían cómo ella era, nadie podía manejarla y conversarla era un juego sin rumbo a ganar, de todas formas, algo dentro de Nau lo hicieron asentir, su curiosidad lo golpeaba al querer saber qué es lo que le sucede.

–Nau que quede entre nosotros– menciono este llevándolo hacia el jardín, donde nadie podría oírlos –Li...digo Nela... siente algo por ti– confeso en un tono de broma, consiguiendo que Nau no le crea

Para el joven Escuestriano este no era un tema de broma, había mandado cerca de cinco mil cartas llenas de su corazón hacia la joven, si había al menos una posibilidad de que ella le corresponda, él sería el hombre más feliz del universo.

–pero no lo sabe, escúchame Nau...

–dime

–ella es especial, nació sin la posibilidad de sentir sus propias emociones, las que conoce es gracias al tacto, además de puede sentir lo que los demás sienten, pero lastimosamente ella aquí no puede hacerlo, si alguien la toca se puede quemar gravemente, ¿has sentido eso?– Nau asintió rápido, con solo un segundo, fue como mil años metiendo las manos en lava

–¿porque sucede?

–supongo que es por la mezcla de sangres en su cuerpo– el menor levanto otra vez su ceja al no entender de que hablaba –que esto quede entre nosotros– repitió –ella es una... mejor que te lo confiese ella, princesito...

Bromeo haciendo que Nau niegue, rodando sus ojos antes de caer en gracias las palabras del mayor, volteo hacia él frunciendo sus cejas.

–¿acaso tú ya sabes? ¿acaso Nela?

–Nelaria no me dijo nada nene, esto es gracias al tacto es que yo lo supe, es algo que la familia real siciliana tiene– soltó haciendo entrar en razón al menor –espero que entiendas que todo lo que sucede a su alrededor es complicado y el porque ella no te lo confeso antes...

–yo estoy para ella, pero aún no sé porque no me lo confeso si yo le dije quién soy realmente...yo jamás la juzgaría

–confesar su triste realidad a una de las personas que la encerró en su prisión nunca fue fácil...– Nau impactado no supo que responder –debo irme o perderé el vuelo...

–¡espera!– grito tomándolo del brazo para de repente soltarlo por el calor que sintió –¿Qué quisiste decir?

–dudo que mi hermana quiera desbloquear tus recuerdos, pero te lo diré en simples palabras... "la pequeña estrella hizo su trabajo a la perfección, en vez de proteger a su guardián, termino por encerrarlo"

Sin siquiera responderle, Nau salió corriendo hacia dentro del palacio, en busca de esa amada habitación, Xinxet al escuchar los pasos del joven tocando la segunda planta, suspiro regresando entre sus pasos.

–será una larga noche– susurro viendo como lentamente la puesta de sol se acercaba –y hay dos príncipes que deben hablar...

Nau gruño y golpeo la puerta al darse cuenta que no había nadie dentro de ella, un susurro que parecía llamarlo, lo guio hacia dentro del cuarto, aun lado del pequeño balcón, una soga de varios siglos se sostenía desde la azotea hasta allí.

–esto es una locura– dijo tomando la cuerda mientras veía hacia abajo –pero eh hecho cosas peores– soltó antes de empezar a trepar por ella

No sabía que si era por la adrenalina de estar escalando contra el palacio o porque estaba cerca de su princesa, que su corazón empezaba a alterarse lentamente, con el paso de los segundos trataba de tranquilizarse, tomar aire, pero algo deseaba que se apresure.

Tomando un poco de fuerza, logro llegar hasta arriba, la frisa del viento apenas se sentía, la puesta del sol ya estaba, y la pequeña silueta de su princesa apoyada sobre el barandal mirando el horizonte.

Con sus finas pisadas, la joven sabía que tenía compañía, limpiándose las lágrimas rebeldes con sus manos, pestañeo varias veces para reincorporarse y voltear, supondría que era uno de sus primos que la habría visto y vino a molestarla.

Pero su sorpresa fue mayor al verlo para allí, parado sin aire, con su rostro rojo, y su mirada puesta en ella, la poca fuerza que tenía para retener sus lágrimas, desapareció cuando sus miradas coincidieron, sus lágrimas volvieron a salir, y sus rodillas tocaron el suelo mientras sus manos cubrían su rostro.

–¡Nelaria!

Nau corrió con las fuerzas que le quedaban hasta ella, arrodillándose la rodeo con sus bazos sin miedo a quemarse como la última vez que la toco, por suerte, esta vez fue diferente, Nelaria rodeo sus brazos por el cuello del joven, mientras él tomaba de su cintura, obligándola a sentarse sobre sus piernas.

El príncipe sintió la nariz fría de la princesa sobre su cuello, mientas sus lágrimas caían por su hombro, Nau aguanto sus lágrimas y fijo su vista en ese pequeño cuerpo que estaba sobre el suyo, era perfecta.

Así con sus cicatrices emocionales, era perfecta.

Así con sus millones de problemas, era perfecta.

Así esa alma imperfecta, para él era perfecta.

–tranquila, yo estoy aquí, siempre estaré aquí...

My Sky | La Leyenda del Guardian y La Estrella | 1° Saga HerederosWhere stories live. Discover now