Una mirada se concentraba en el techo de la habitación mientras que la cabeza de una chica descansaba en el pecho del de la mirada.
Remington Leith pensaba en el rumbo que había tomado su vida en los últimos 3 años, Kaylen la hermosa chica de cabello dorado solo le apreciaba como si de un mismísimo dios se tratase.
Kaylen: ¿En qué piensas cariño? -La rubia poso una de sus delgadas manos sobre el torso de Leith-
Remington: ¿Qué? - La voz de la chica lo había sacado de sus pensamientos y la chica volvió a repetir su pregunta. - Ah no, nada importante. - Le regalo una sonrisa a la chica y se acomodó colocando su mano detrás de su cabeza. -
Kaylen: Eso espero, no puede haber alguien más en tus pensamientos más que yo.
Remington: Sí, sí. -El peligro no le tomó importancia a su comentario, recién conocía a la chica, era muy linda con un excelente cuerpo, desde luego que le agarro un poco de cariño pero no el suficiente para pensar un futuro con la chica-
Kaylen: ¡Bien! - La rubia se apego más al cuerpo de Leith.- ¿Qué opinas de una segunda ronda? - La chica lo miró con total deseo. -
Remington: ¡Buenas noches Kaylen! - Leith tomó las sábanas y de un movimiento brusco se quito a la chica de encima y le dio la espalda, realmente estaba exhausto.
Por la mañana Kaylen le había preparado el desayuno y después de un breve rato, la rubia se despidió de Leith.
El chico se tumbo con los brazos extendidos sobre la cama y soltó un fuerte suspiro y el silencio se adueñaba de la habitación hasta que el sonido de la puerta siendo tocada lo hizo reaccionar.
Remington: Adelante. -Este se reincorporó en su cama sentándose.-
Grecia: ¿Otra novia? No la conocía. - Dijo la mayor recargandose en el marco de la puerta. -
Remington: Mamá, no es mi novia. La conocí hace un par de semanas y la invite - Leith jugaba con su móvil levantandolo y dejándolo caer una y otra vez sobre la suave cama.
Grecia: Cariño, sabes que no tengo problema en que conozcas a chicas y eso pero ¿que las traigas a casa? Es algo muy precipitado y peligroso, bien lo sabes Leith. - La madre de Remington se cruzo de brazos. -
Remington: Ma' me lo repites como si no lo supiera, no te preocupes, ella es como nosotros, es la sobrina del señor Hansson, vive por este lado.
Grecia: Qué sorpresa, no sabía que tuviera una sobrina. Bueno, sólo ten cuidado. - La señora le regalo una sonrisa a su hijo.- ¿Salimos a comer?. Remington asintió y procedió a alistarse.
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14 de Agosto, Viernes
La mayor tenía posada la mirada en la joven, verla así le llenaba de total orgullo, sabía que había hecho un buen trabajo con la joven y que era hora de que emprendiera su propio camino.
Lili: Te vez hermosa mi niña. Tus padres estaría maravillada al verte
Enora: Lili. - Enora le regalo una sonrisa a la mayor y tomó la mano de esta. - Gracias a ti y a ellos estoy aquí, estoy infinitamente agradecida por todo el apoyo que me brindaste.- La joven apretó un poco las mano de su abuela y dejó un cálido beso en estas.-
Lili: Era y es mi deber apoyarte en lo que pueda, soy vieja y lenta pero aún puedo. - Las dos rieron y después de un rato más de charla Enora por fin estaba lista, era hora de partir a su graduación, ese evento que pondría fin a una etapa.
Estaban terminando de dar unos retoques al vestido de Enora cuando se escucho la puerta.
Lili: Voy yo cariño. - Enora le regalo una sonrisa y la mayor procedió a caminar hacia la puerta y abrirla.-
Nicolas: Señora Lili déjeme decirle que se ve espectacular.
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El último secreto.
Random- Pero esto, déjalo entre nosotras, como el último secreto. No quiero verle a los ojos, me quemaría hasta los huesos y dolería demasiado. - Enora estaba decidida. - ¿Por qué? Es muy egoísta de tu parte, el no querer que sufra, todos sufrimos, por a...
