Acaso fue un sueño

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El sonido de la lluvia golpeando el vidrio de la ventana me sacó del sueño. Todavía con los ojos cerrados, me giré y estiré una de mis manos esperando encontrar la espalda o quizás el pecho de Wookie, estaba deseando acurrucarme en sus brazos y volver a dormir, pero, en cambio, todo lo que encontré fue el frío de la sábana en el lugar donde él había estado acostado. 

- ¿Wookie? ¿Dónde estás?

             Me senté, atajé la respiración para poder escuchar algún sonido proveniente del baño o de otra parte del pequeño departamento. Con la lluvia cayendo tan fuerte, costaba distinguir cualquier otro sonido. Miré a mi alrededor y no vi sus ropas, su celular, nada. Supuse que se había vestido o quizás estaba en el baño bañándose y había llevado su ropa para vestirse después. Sonreí. La loca idea de acompañarlo mientras se bañaba me trajo recuerdos de esa primera vez que nos despertamos juntos. Me levanté de la cama y así, sin nada encima, abrí despacio la puerta del baño. 

- ¿Amor? - susurré - Buen día. 

          Nada. El baño estaba vacío. Fui a la sala, mi última esperanza y, otra vez, nada. En la cocina sólo estaba encendida la luz. Todo estaba quieto, a estas alturas, me daba cuenta que en ese departamento el únco ser vivo era yo. Todo lo demás era quietud y silencio. ¿Dónde estaba Wookie? ¿Acaso fue a comprar más cigarrillos?Aventuré esa posibilidad por un rato. ¿Acaso lo soñe? Por supuesto que había tenido sueños eróticos muy vívidos con él un montón de veces, pero no, mi piel, todos mis sentidos me decían que no había alucinado. La noche anterior no había sido producto de mi imaginación. Es más, aun sentía en mi piel  su aroma, su perfume maderoso aun lo sentía en cada célula de mi cuerpo. Aun sentía el calor de sus caricias y besos en cada rincón de mi ser. ¿Dónde estaba entonces?

             Parada frente a la mesa de la cocina tardé un buen rato en notar frente a mí la libreta de notas que había dejado allí para anotar las cosas que debía comprar y otros menesteres. La libreta estaba abierta y en la hoja donde había quedado abierta ví que alguien había escrito algo. Su letra era elegante y estilizada. Tomé la nota y leí: "Roxy: Lo siento mucho, surgió una emergencia y me tengo que ir. Por favor, esperame, cuando termine esta guerra volveré a buscarte donde sea que te encuentres, antes sería muy egoísta de mi parte hacerlo. Te amo, tu Wookie"

           Arranqué la hoja de la libreta y volví a leer la nota. Los ojos se me llenaron de lágrimas. ¿Qué había pasado? ¿Emergencia? ¿De qué guerra hablaba? Me decía que volvería a buscarme cuando todo terminara. Había firmado "tu Wookie" y me había dicho que me amaba... Las piernas se me aflojaron y tuve que sentarme en el piso. Estaba confundida, no entendía nada. Así, llorando, me puse a recorrer con la mirada el departamento de los padres de Christelle, todo se veía quieto y ordenado. 

           En eso, mi mirada se topó con el cuadro que había pintado con Wookie como protagonista, me sorpendió verlo descubierto, puesto que estaba segura que no lo había  sacado de su embalaje. ¿Acaso Wookie lo había quitado de su caja? ¿Por qué? No recordaba haberle contado acerca del cuadro. ¿Lo vió y no le gustó? ¿Acaso ese era el motivo por el cual se había marchado tan repentinamente? En su escueta nota no decía nada acerca del cuadro. 

              "Volveré a buscarte" La palabra guerra se repetía una y otra vez en mi cabeza. ¿De qué demonios hablaba? Hice un rápido recuento de las guerras o reyertas civiles al rededor del mundo, pero no recordaba haber visto el nombre de su país involucrado en ninguna de ellas. Sabía que las dos Coreas jamás habían firmado un tratado de paz, pero no estaba enterada de que hubiera pasado algo entre ellas. 

                 Suspiré y fui a la habitación de regreso a la cama, decidida a ahogarme en las lágrimas que no paraban de caerse sobre mis mejillas. En ese momento, pisé algo con el pie descalzo y lo levanté, era el encendedor de Wookie. Una prueba más de su presencia la noche anterior. El encendedor era de oro o recubierto con oro, le dí la vuelta y encontré su nombre escrito en coreano, pero eso no era todo, al lado de su nombre había una inicial, esta inicial no estaba en coreano, era una letra "F" latina. Tanto la F como el nombre de Wookie estaban rodeados por un gran corazón y había además, una pequeña mariposa con una piedrita rosada junto a la letra F.

Daikiri De Frutilla Y Una Botella De Agua Where stories live. Discover now