Y no sabe por qué, exactamente, es que le da tantas vueltas al asunto si hasta ahora el muchacho le ha parecido completamente insignificante, como ya se ha dicho. Conjetura que quizás es por las personas y la situación más que por el chico en general. Sin embargo, alrededor de toda la tarde, tal y como se dijo, su cabeza da vueltas alrededor del tema como si conociera a Jimin (no recuerda si ese es el nombre en realidad. Es muy malo para recordar nombres) de toda la vida.

Incluso, cuando regresa a su casa, con los auriculares puestos con el volumen de la música a tope mientras camina de regreso, su mente sigue concentrada en ello. Y aunque le parece extraño, sólo espera que mañana tenga un buen día y eso significa no tener nada que ver, nuevamente, con el muchacho de nombre que ya no recuerda.

Pero como él es una persona tan poco suertuda, al día siguiente el muchacho de castañas hebras vuelve a tomar asiento a su lado y ahora, intenta hacer una conversación con él, dándole los buenos días y preguntando si había dormido bien. Y porque le da pena dejar al chico sin una contestación y además, porque sería muy grosero, teniendo en cuenta que fue él quien ayer intervino primero al hacer lo que hizo.

Entonces, con su voz ronca y grave, le responde—. Sí, gracias por preguntar— tras dejar unos cuantos segundos de silencio porque no sabe qué decir, se decanta por lo más simple y básico pero respetuoso—. ¿Qué tal usted, sunbenim?

Y el muchacho le responde cálidamente y se sienta a su lado mientras continúa entablando una conversación en la que un principio se sintió incómodo pero que, de cierta forma era divertido escuchar al chico parlotear acerca de su agitada noche y como finalmente terminó durmiendo como un bebé.

Entonces los días van pasando y dan por terminada la semana y aquello conlleva a que el muchacho de castañas hebras la salude todas las mañanas en el autobús y ahora quiera integrar una conversación a su rutina matutina. Y como aún le da vergüenza y se siente un poco incómodo, se dedica la gran mayoría del tiempo a escuchar lo que Jaemin (Heejin se ha encargado de recordarle el nombre varias veces porque, o bien lo olvida o menciona a alguien completamente distinto) dice durante una gran mayoría del trayecto y sólo se dedica a agregar algunas cosas en determinados momentos.

También cuando se siente un poco más confiado y cree que no es algo que llegue a molestar al mayor, le ofrece uno de sus auriculares y escuchan música durante el trayecto. Dejando que las voces de Conan Gray, Bruno Mars, Taylor Swift, Olivia Rodrigo y otros artistas llenen el espacio que en ocasiones suelen ser parloteos. Y Jisung no sabe si impresionarse por la cantidad de artistas que tienen en común o si debería tener miedo porque hasta parece irreal. En ocasiones, aún sigue creyendo que Jaemin es una especie de acosador raro. Y en todas las ocasiones que le ha mencionado aquella idea loca suya a Heejin y a Sunghoon, ambos se echan a reír —sobretodo la primera— porque, según ellos, es una tontería y sería todo demasiado planeado. Además, la muchacha agrega siempre que Jaemin es un buen chico, y que aunque no ha compartido demasiado con él, las veces que lo ha hecho ha parecido ser alguien agradable.

Y ciertamente él puede creerlo, desde un comienzo el chico le daba sonrisas cálidas como saludo incluso si él hacía una mueca. Sin embargo, ahora es mucho más amistoso y le saluda en los pasillos con la mano en un movimiento ligero, o una sonrisa aparece en sus finos labios hacia su persona. Alguna que otra vez, sobretodo en los horarios de almuerzo han compartido un corto saludo, pequeños momentos donde preguntan sobre cómo va yendo su día y pequeñeces como aquella pero que de alguna manera u otra resultan agradables.

Por lo que termina por concordar con sus amigos: Jaemin no es un acosador o algo parecido. Sólo es un muchacho agradable y amistoso que por cuestiones de gustos musicales parecidos se quiso acercar a su persona.

DIVE INTO YOU ー JaesungWhere stories live. Discover now