𝑃𝑜𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑡𝑜. | Aidan y tu| Fanfic

Capitulo 12: Miedo.

La noche fue buena.

Para los que se creyeron todo el teatro, Millie me ayudó a reconocer desde los más importantes hasta los casi no importante, los funcionarios, algunos que otros gobernadores, socios y inversionistas de la empresa Gallagher.

Nunca me imaginé que este mundo de los ricos haiga diferente tipos.

Regresamos al apartamento, o mejor dicho regrese al apartamento sola.
Aidan dijo que tenía que resolver un asunto así que no mencioné nada, realmente me sentía casada de estar en ese lugar durante casi toda la noche.

Oí por la radio de la limosina sobre la noticia del siglo.

Aidan Gallagher confirma su relación con una hermosa joven.

Tan bien que iba el recorrido.

El chófer me deja en la entrada y subo por el elevador, busco la tarjeta que abre el departamento.

—¿Así que te estás vendiendo como una vil puta?— esa voz.

Esa voz hace que me ponga tensa al instante.

Papá está detrás de mí.
Cómo llego tan rápido, ¿la noticia salió rápidamente?

Volteo algo nerviosa.

— cuánto dinero tienes? Me imagino que por ser tan horrible no es mucho.—

Siempre con sus comentarios destructivos.
Es evidente que está borracho.

— debes irte de aquí—susurre.
Tenía la tarjeta de tras de mi, intentando abrir la puerta discretamente.

— no haré lo que dices, haces lo que yo diga, entendiste estúpida?—
Trato que la tarjeta haga su función pero no puedo introducirla como es.

Estoy muy nerviosa a decir verdad, las manos me tiemblan temiendo que vuelva a golpearme.

— mira, hablamos otro día, hay... Hay guardias vigilando — el comienza a acercarse

Me da la primera cachetada provocando que la tarjeta caiga junto conmigo al piso.
Siento la mejilla arder, el me toma del cabello jalandome.

— ¡Dame dinero o sabes cómo terminarás, tu noviesito ese te tiene viviendo aquí, es obvio que te da lujos, y eso no te pertenece, me pertenece a mi!—  el cuerpo comienza a temblarme, veo de reojo la tarjeta cerca de mi.
Puedo empujarlo y entra al departamento rápido.

Hago los movimientos, empujó a papá y tomo la tarjeta para entrar pero es inútil.
La tarjeta hace el pequeño click y abre justo cuando quiero cerrar la puerta mi padre la empuja haciéndome caer.

El miedo realmente se apoderó de mí, probablemente ya no haiga Esperanza para mí.