Capítulo 1

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You Don't Own Me by Lesley Gore

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HOLLY

El sol está pronto a ocultarse, la iluminación cambia al igual que mi idea sobre el atuendo que llevo. Suspiro, pues, las dudas surgen cuando me miro al espejo.

Durante todo el día el miedo me había estado respirando en la nuca, ya no puedo evitarlo, no puedo ignorar los susurros que anuncian mi incapacidad para mostrar mi talento.

Ni una palabra saldrá de tu boca. Serán puros balbuceos. Serás la burla. Es todo lo que pienso al observar mi reflejo. Y cuando las lágrimas amenazaron con salir, en su lugar, doy un brinco cuando escucho la puerta y la voz de mi hermano.

—Adelante. —digo, fingiendo que la preocupación que podría verse en mi rostro se debe a que busco una pieza particular dentro del joyero. La puerta se abre casi de inmediato y Howard entra a la habitación.

—¿Qué te parece mi traje? —me cuestiona, haciendo que voltee a su dirección—. ¿Acaso no soy el Stark más apuesto? —agrega dando un giro sobre sus pies. Tengo que admitir, que aquello me saca ligeramente del abismo al que me arrojaron mis pensamientos.

—No. No mientras yo viva. —sentencio, provocando el rodar de sus ojos, a lo que yo ahogo una risa en mis adentros.

—Sí, Howard querido. Eres el hermano más apuesto que existe. —su sarcasmo deja en evidencia, que no le di la respuesta que deseaba.

—Gracias por dejarme cantar en la Expo. —le dedico una amable sonrisa, pues mis palabras son sinceras. Si bien esta oportunidad tiene un precio, no es nada comparado a lo que puedo lograr con ella.

—No es nada. Eres mi hermana y debo apoyarte. —puedo sentir algo de indignación en su deber, no necesito justificación para ello y finalmente me río.

—Sé que prefieres que me dedique a otra cosa.

—Así es, —hace una breve pausa evidenciando su resignación—. pero eres muy terca.

—Y lo seguiré siendo. —admito—. Ahora vete, debo cambiarme este horrendo atuendo.

—¡Oye! Ese vestido te lo elegí yo. —enarca una ceja y aprieta sus labios.

—Exacto. —afirmo y hago señas con las manos, como espantando gallinas, para que entienda que debe retirarse.

—Siempre tan adorable. —suelta antes de que la puerta se cierre a sus espaldas.

Estoy segura que, de tener la oportunidad, me cambiaría por un hermano varón que con firmeza se dedicará a lo mismo que él. Sin embargo, no le ha llegado, a mi querido Howard no le queda de otra más que aceptarme tal y como soy.

Dependiendo del criterio de cada quien, podemos resultar muy diferentes, que nuestras ideas chocan al grado de crear un cortocircuito. Pero, en realidad, creo que somos bastante parecidos. Aunque eso es algo que jamás voy a admitir, mucho menos delante de él.

Al este de Nueva York, crecimos en un hogar humilde; nuestro padre se dedicaba a vender frutas y nuestra madre era costurera en una fábrica.

Me gustaría decir que a pesar de la pobreza, estuvimos rodeados de amor, pero no es del todo cierto. No recibimos la mejor educación en casa, yo trataba de acoplarme a las reglas lo mejor que podía, mientras que Howard era castigado o amenazado con el cinturón.

YOU DON'T OWN MEWhere stories live. Discover now