Capítulo 1

142 9 34
                                    

-Vamos Gabriella- mi gran amiga Pia chascó sus dedos delante de mi cara- No nos vamos a quedar en casa un viernes por la noche

-Pia, eres un poco pesada- me quejé- No me apetece salir

-Aburrida- rodó los ojos- Tienes 21 años y pareces de 80

-Prefiero quedarme y ver una película antes que salir de fiesta, sabes que nunca me ha gustado

-Pero luego te quejas de que no conoces gente- me reprochó- así no conoces a nadie

-Está bien, salgamos- rodé los ojos- pero que sepas que no tengo ganas

-Vale, vale, como digas, pero vamos a cambiarnos.

Abrí mi armario y empecé a buscar algo que ponerme. Saqué una camisa negra oversize y un top amarillo neón para poner encima de la camisa, un bolso blanco y botas negras con un poco de plataforma. Usé una cadena de oro y perlas como complementos y salí de mi habitación para ver si Pia estaba lista.

-Hija de mi vida- me miró de arriba a abajo- estás buenísima- me reí

-Gracias Pia, esos pantalones que llevas me suenan- reí, llevaba mis pantalones rosas

-Ay lo siento, te iba a pedir permiso pero...

-Da igual- reí- pero luego los pones tú en la lavadora-asintió y ambas salimos de nuestro apartamento. Pedimos un Uber para que nos llevara al centro de Roma para ir a nuestro bar de siempre.

Llegamos por fin y entramos en nuestro preciado bar, obviamente como siempre, entramos de la mano.

-Mis queridas amigas- sonrió el camarero- Gabriella, hacía meses que no te veía por aquí, siempre le preguntaba a Pia por ti

-Que considerado eres- le dije riendo- He venido arrastrada por mi querida amiga

-Te prometo que te lo pasarás bien- sirvió dos copas de Vodka- os invito, por la vuelta de Gabriella

-Así si que se empieza bien la noche- Pia cogió las copas y me pasó la mía- por Gabriella- la levantó y se bebió más de la mitad

-Por mi vuelta-dije y bebí un poco- Se me olvidaba por qué no venía aquí- hice una cara de asco- menuda mierda de Vodka

-Echaba de menos sus quejas- le dijo a mi amiga

-Giovanni, tú solo la aguantas cuando se digna a venir, yo en cambio lo hago todos los días

-Me tenéis manía- rodé los ojos y bebí un poco más- Vamos a bailar Pia, luego venimos a por más bebida Giovanni- me hizo un gesto para que no me preocupara, agarré la mano de mi amiga y nos pusimos a bailar. Bebíamos y bailamos, era lo único que hacíamos, aunque de momento iba bastante bien.
Un grupo de chicos se acercó a nosotras pero simplemente pasamos de ellos, no queríamos que nadie estuviera a nuestro lado.

-Venga guapas, solo una copa- un chico rubio de ojos azules me agarró por la cintura y yo me solté de su agarre

-Déjame, eres un pesado- lo aparté

-Venga- volvió a agarrarme- seguro que debajo de esa ropa hay algo muy interesante- intenté volver a separarle pero no lo conseguí

-¡Eh! Vosotros, fuera de aquí- interrumpió Giovanni- No me hagáis llamar a la policía

-Tranquilo hermano- respondió el rubio- Ya nos vamos- se fueron

-Gracias Giovanni, una ya no puede salir tranquila, será mejor que me vaya a casa

-Tía vamos a quedarnos un rato más- se quejó Pia

-Se me han quitado las ganas de estar aquí

-Si os quedáis un poco más os llevo yo a casa- ofreció el camarero

Prisoner -Ethan TorchioWhere stories live. Discover now