Sakusa Kiyoomi tiene una problemática relación con su colocador Miya Atsumu. Pero en contra de lo que todo el mundo piensa, Sakusa no odia a Miya.
En realidad siente una profunda curiosidad por las razones que lo llevan a actuar como lo hace, y cua...
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Sakusa no vuelve a acercarse al hogar de Miya por casi un mes. Aún así, otros dos dibujos adornan su pizarrón porque Haruno se los ha mandado con Miya y un tercero lo guarda dentro de su casillero en los vestidores del gimnasio.
Miya lo ha molestado un par de veces porque "no aprecia los regalos de Haruno", pero la verdad es que los aprecia tanto que le hace bien ver su dibujo todas las mañanas antes y después del entrenamiento. Eso definitivamente no lo ha admitido en voz alta.
Aquella tarde está en la tranquilidad de su habitación viendo una película en su portátil que Komori le ha recomendado noches antes. Es una película de ciencia ficción que aunque sus efectos especiales dejan mucho que desear, es lo suficientemente buena para mantenerlo atento.
Por desgracia, su paz se ve interrumpida por Komori arrojando su puerta.
- ¡Primo! - grita con gran emoción.
- ¿Qué quieres? - pregunta de mala gana pausando la película.
Había planeado una tarde tranquila para si mismo y que Komori estuviera de vuelta en el apartamento tan temprano arruinaba por completo sus planes. Además, odiaba que su primo entrara a su habitación de esa manera.
- ¡Que grosero! - se hizo el ofendido antes de tomar asiento en la silla de su escritorio -. ¿Qué haces?
- Lucho contra la tentación de sacarte de mi habitación a patadas.
- Tan lindo - dice sarcástico -. Oye, un pajarito me ha dicho algo muy interesante.
- No me sorprende que hables con pájaros. Por favor, deja las drogas.
Komori solo rueda los ojos acostumbrado a sus comentarios.
- Este pajarito me ha contado que has estado muy amistoso con Atsumu. Tal parece que han dejado de pelear, discutir y, por si eso no fuera lo suficientemente raro, hablan como personas normales. ¿Algo que tengas que decirme primito?
Komori lo observa con interés y Sakusa solo suspira pensando en alguna forma de librarse de él. Es cierto que su relación con Miya ha mejorado bastante, pero eso no quita que su actitud arrogante y pretenciosa siga pareciéndole irritante. El mismo se ha sentido confundido respecto a todo lo que esta pasando y, siendo sincero, prefiere mantener fuera de todo su dilema al entrometido de su primo.
- Ya no es tan idiota - se limita a responder encogiéndose de hombros.
- ¿Y eso?
Y como si un foco se encendiera dentro de su cabeza, entiende el porqué de la insistencia de su primo. Él solo quiere un chisme que divulgar entre sus compañeros y amigos.
- Somos compañeros de equipo, debemos llevarnos bien. Es algo como contigo, eres mi primo y compartimos apartamento. Es cuestión de obligación.
Komori de inmediato luce ofendido y sabe que esta batalla la ha ganado él. Su primo se levanta aceptando que no ha conseguido buena información, pero a mitad de camino hacia la puerta se detiene y da media vuelta evaluando la pared.
