Vínculos finales. Libro#03. Final.

Sping-Off 01○Seun○

Reliquia Dolor.

Salir a dar un paseo por los alrededores no le pareció mala idea hasta que extrañamente notó que había límites en la zona, árboles frondosos rodeaban la torre que pasaba de los treinta metros, por un instante se imaginó la torre de Rapunzel en aquel cuento infantil que en su niñez había leído, pero esa estructura tenía su propio modelo y diferencia. Parecía que el material que la conformaba era hierro sólido, pero cuando sintió el tacto del objeto, supo que no tenía nada que ver con lo mencionado, era diferente y no sabía de qué forma, se podría decir que estaba estructurado de algo no perteneciente a lo común, como si hubiera sido creado de otra manera, admiraba la cosa dura y fragmentada que mantenía en pie y resistencia del lugar que era refugio de los cazadores, sospechaba que muchas más de estas estarían por distintos sitios.

La torre era como una pirámide, pero lo que la diferenciaba era esa figura cilíndrica que tenía, con varios pisos a su disposición y ventanales enormes que les daba acceso a una magistral vista, apostaba que su habitación tenía la mejor de todas porque estaba en el penúltimo piso. Quería conocer la terraza de esa estructura, aunque no debía llegar allí directamente volando, aún no quería practicar esa nueva habilidad que había nacido de sí, mucho menos que lo supieran, y como no había ascensor, pues duraría minutos en subir escaleras.

Y así fue.

A su ritmo, subió y subió cada escalón circular y mirando hacia arriba para ver a dónde la llevaría esa subida, no se encontró con ningún miembro así que pudo relajarse en su camino, en pensar y pensar y tener ansias por saber lo que habría allá arriba, sin duda alguna cuando la curiosidad arribaba su cuerpo, no existiría tal cosa que se la quitara. No tenía nada que hacer ese día, lo mejor que podía hacer era explorar la estancia en la que se encontraba. Por fin, al llegar al último piso, se encontró con una puerta que sí se veía que era conformada por el metal y tomó la manilla para abrirla y pasar al otro lado, afortunadamente no tenía cerradura y no tenía que buscar al encargado de la llave, si es que había uno.

Al abrir el objeto, el aire de inmediato sobó su rostro de una manera brusca e impaciente, pronto llovería, así que no se extrañó al ver las nubes casi pegándose a la terraza que pisaban sus pies, pudo divisar pequeñas corrientes en esas nubes grises esperando soltar su llanto del día, pero al fijarse bien, supo que esos pequeños rayos no eran perteneciente a la lluvia que se aproximaba. No. Cuando miró lo que le rodeaba, encontró que había una barrera en la zona, específicamente la torre, la altura era abrumadora y llenaría de pánico a quien tuviera vértigo, pero a ella le fascinaba. Desde que tiene memoria siempre le han gustado los cielos, en especial surcar en ellos algún día, y ese sueño se le cumpliría una vez que aprendiera a volver como debía. Bosques y bosques veía a los lejos desde su posición, mirando más allá encontraba montañas y pequeñas luces en estas que seguramente provenían de la ciudad que reflejaba sus luces en ello, hacía mucho que no pisaba terreno moderno y ciertamente le hacía falta, ¿cuánto había durado viviendo en el bosque? Ya cumpliría los seis años, y era sorprendente lo mucho que había vivido al estar ahí. Anhelaba algún día volver a la ciudad como alguien normal, si es que lo era.

—Impresionante, ¿verdad? —dijo una segunda voz que ahora permanecía a su lado —cuando no tengo nada que hacer vengo aquí para pensar.

Neoma no se incomodó por la nueva compañía, solamente que le sorprendió su presencia de repente, ni siquiera sintió que el viento se modificara cuando ya la tenía allí.

—Ya que estás aquí y ninguna de las dos tiene nada qué hacer, ¿me cuentas tu historia? —pidió no tan interesada, conocía perfectamente lo que era la compañía, pero no su historia de cómo llegó allí, y como era una buena oportunidad para establecer una conversación, pues vio oportuno pedir.