CAPÍTULO 16

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- ¿Madre?

La reina se voltea hacia la cama de Mateo y vuelve su mirada hacia mi (ósea hacia el armario).

-Hijo, escuche un crujido en el armario, no tendrás a alguien escondido ahí, ¿verdad?

-Por Dios madre, ¿a quién carajos voy a esconder en mi armario? – le dice molesto.

-A Emily, yo no soy tonta Mateo. Se nota que estás enamorado de esa chica. Desde que llegó, estás más distraído y grosero conmigo. No dejes que esa muchachita te meta ideas locas en la cabeza, ella se va a casar con Dav......

- ¿Esto es enserio, madre? Vienes aquí a seguir peleando, ¡que pereza!

-Está bien, hijo, lo siento, ahora descansa – la reina se dirige a la cama y se incorpora para darle un beso, pero el quita la cabeza – no me gusta irme a dormir estando peleados.

-Mañana hablamos, mamá. Tengo sueño.

-Está bien – se retira de la habitación y yo vuelvo a respirar.

Mateo espera un momento, se levanta de la cama lentamente y me abre la puerta.

- ¿Estás bien?

Comienzo a pegar mi pie contra el piso con fuerza ya que aún sigue dormido y me chuzan las agujas.

-Sí, divinamente, casi me muero de dormipiesitis, pero estoy bien – le digo riendo.

-Estuvo cerca – me dice soltando un suspiro.

-Es verdad, ya me tengo que ir. ¿Qué tal que la reina me vaya a buscar a la celda?

-Tienes razón, quisiera que te quedaras, pero sería muy peligroso.

Me voy hacia la puerta, Mateo la abre y me dice:

-Sueña con los ángeles, ósea conmigo.

-JA! – le digo en tono sarcástico – muy gracioso.

Se me acerca y me da un dulce beso.

-Buenas Noches, Mateo Sebastián Tilapio de las cruces.

Sonríe.

-Buenas Noches, señorita limpia corazones.

Sonrío.

Me voy a la celda, deben ser aproximadamente las dos de la mañana. Tengo demasiado sueño, hoy fue un día agotador, cuando llego a la celda, mi madre sigue dormida, me subo con mucho cuidado al camarote y tan pronto pongo la cabeza en la almohada caigo en un sueño profundo.

Mi madre me levanta a las cuatro, tengo demasiado sueño, definitivamente dormir dos horas no es recomendable para la salud, no tengo fuerzas para hacer nada y me la paso bostezando cada segundo. Mi madre me mira enfadada.

- ¿Qué ocurre? – le pregunto.

-Ayer me desperté a la una y no estabas en la cama, ¿dónde estabas?

-Estaba... tomando agua.

-Emily...

-Agh, está bien, estaba con Mateo.

- ¿Y qué hacías con Mateo a esas horas?

-Mamá, no pienses nada malo, solo le estaba preguntando si sabía dónde estaba mi padre – al mencionarlo noto que se pone triste – y me dijo que si – sonríe – la reina lo encerró en la fosa – ahora pone una cara de confusión.

- ¿Y por qué?

-No lo sé, es raro, pero Mateo me dijo que hoy me ayudaría a sacarlo de ahí.

-Bueno hija, yo iré con ustedes.

Vidas de CristalWhere stories live. Discover now