Nuevo lienzo [HYUNMIN, OS]

🖼 Extra 12 🖼

Volver a ti

2305 palabras

Narrador omnisciente

Hyunjin muchas veces se quedaba en su propia cabeza, pensando en una y en mil cosas al mismo tiempo. No era despistado; quizás un poco olvidadizo, y por ello tenía un plan B para cuando se olvidaba de sus llaves. Seungmin sabía eso; Hyunjin las escondía en el marco de su puerta, arriba, en un pequeño hueco. Tenía una copia allí y otra a la vuelta de la casa, solo por si acaso. Por ello, cuando uno de los días decidió llegar por sorpresa donde Hyunjin, y el chico no contestó a sus toques en su puerta, decidió entrar, a pesar de que aquella era una de sus últimas opciones.

No le gustaba llegar y entrar al hogar de Hyunjin, más bien porque era su lugar seguro, su casita. Pero Hyunjin le había dicho un montón de veces;

"Si un día quieres venir y no contesto el teléfono, ven de todas formas. Puedes entrar. No me gustaría que te quedes afuera esperando"

El lugar está desordenadísimo. Los zapatos de la entrada están desparramados por todas partes; cuando entra a la sala de estar, hay mantas y cojines en el suelo, algunos palos, hojas y lápices en la mesita en frente del sofá, y la cocina está llena de platos sucios, comida de hace unos días, piso sucio, una gran mancha...

Seungmin suspira, dejando su mochila de la universidad apoyada en la pared.

"¿Hyunie?"

No hay respuesta. Va hacia su habitación y no lo ve en ninguna parte. Supone que el chico está en la universidad también, y su batería murió. Solía pasar mucho las últimas semanas; estando a fin de año, Hyunjin ha tenido que entregar un montón de trabajos. Aquello se puede evidenciar en los lápices, pinceles, y temperas en cada rincón de su habitación y sala de estar. Para Seungmin no ha sido tan estresante; su habitación en la residencia está llena de partituras y apuntes, pero solo requiere de instrumentos que están en las mismas instalaciones. Hyunjin tuvo que comprarse un montón de cosas para sus ramos.

Vuelve a echar una mirada a su alrededor. El hecho de estar allí, con todo tan desordenado, le estresa. No puede ni imaginar cómo ha estado Hyunjin como para no poder siquiera pasar la aspiradora.

Siente el impulso de querer limpiar, así que lo termina haciendo. Saca las sábanas de la cama, pone unas nuevas, recoge la ropa sucia y la pone en un canasto, ordena el escritorio sin botar ni un solo papel con miedo a que estos tienen un propósito, reúne los lienzos de Hyunjin y las apila en un montoncito, revisando que todos estén secos...

Ordena la sala de estar. Recoge todo y limpia. En la cocina, lava los platos, bota lo malo y limpia la nevera. Deja todo donde corresponde, y limpia la gran mancha del suelo. Pone un aromatizante y abre las ventanas. Cuando termina, siente que está sudando, así que se da una ducha. También limpia el baño.