𝐎𝐔𝐑 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 | Kim Sunoo ✓

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Forever

25 de Julio de 2022

...

Las estrellas se habían alineado en el cielo, y desaparecieron esfumándose para así perderse en los brillantes ojos de Sunoo.
Aquella noche, el chico había citado a Sophie en su casa, y ella miraba por la ventana viendo el oscuro cielo que aparentaba ser parte de la galaxia, pero cuando miraba a su chico buscando una buena película en el ordenador, lo veía imposible. Porque la verdadera galaxia estaba ahí, perdida en sus ojos. Las estrellas buscaban un lugar seguro, y Sophie lo comprendía. No había uno mejor que Sunoo, donde refugiarse y apoyarse en su hombro.

Y eso hizo, se alejó de la ventana del ordenado cuarto de Sunoo, que la deslumbró cuando lo vio. El chico, al igual que ella, había impreso fotos de ambos y las tenía colgadas en algunos corchos en la pared o decoraban su escritorio.

Ahora ambos estaban en la cama del chico de cabellos rosados, que aunque estaba cansado de ellos, los mantenía porque sabía lo mucho que la australiana los adoraba.

Habían tenido un intento de clase de inglés nocturna, fallido. No porque a Sunoo se le diera mal o no pusiera de su parte, sino porque era imposible para ambos centrarse cuando el otro estaba al lado coqueteando indirectamente. Aquello era algo que ya estaba comprobado, pero parecía que querían intentarlo, o tal vez lo que les llamaba más a hacerlo eran los abrazos y mimos de después.
Pero Sophie no se rindió, y le sugirió poner una película en inglés para ver cuánto Sunoo lograba entender y explicarle algunas muletillas o expresiones. Una película de origen australiano, por supuesto.

—¿Y no puede ser americana? Vuestro acento es raro. —rió ocultando el sufrimiento que aquello implicaba.

—¡No! Cuando alguien te escuche hablar inglés y vea tu acento australiano, entonces sabrán que has tenido una maravillosa influencia y les dirás que he sido yo. —sonrió orgullosa, a lo que Sunoo suspiró.

—¿Puedo poner subtitulos?

Sophie iba a negarse, pero cuando Sunoo hizo un pequeño puchero adorable, se lo pensó.

—Juegas conmigo, eso está mal... —viendo que el coreano no cambiaba su expresión, terminó por acceder—. Está bien... —suspiró.

Sunoo sonrió victorioso y terminó por seleccionar una de amor, aprovechando que estaban solos, él las amaba y ella decía tolerarlas, cuando en realidad las adoraba en secreto y terminaba emocionada siempre que las veía.

Sophie se recostó sobre el regazo de Sunoo, y él acarició su cabello castaño  y largo, apreciando la longitud y suavidad de este.

Sunoo observaba atento la película, y ella lo intentaba, pero se centraba más en un Sunoo que leía los subtitulos con rapidez y no preguntaba nada. Parecía entenderlo todo, y no solo estaba orgullosa sino que le parecía extremadamente adorable ver cómo el chico sonreía o reía ante alguna broma de la película que comprendía a la perfección.
Y así estuvo durante todo el rato.

No podía parar de admirarlo, y Sunoo lo hubiera hecho si aquella historia de amor a través de la pantalla no le hubiera enganchado. Pero, por supuesto, alguna vez que otra sus miradas se conectaban y saltaban chispas entre ambos. Sophie veía las estrellas en sus ojos, esas que él captaba en su brillante esencia. Sunoo veía el sol resplandecer, ese mismo que ella contemplaba cuando miraba el rostro de él y su sonrisa.

—Oye... —Sunoo bajó la mirada cuando la película finalizó—. Sé que igual esto te parece precipitado, pero mañana voy a ver a mis padres y quiero saber si te gustaría venir...

¿Conocer a los padres de Sunoo y presentarse como su "novia temporal"?
Era tan terrible como fantástico. Ninguno de los dos pensó que sería algo malo.
Ellos sabían muy bien lo que sucedía y que lo dejarían en Agosto.

—Me parece bien. No me quiero ir sin conocer a quienes criaron a mi maravilloso novio. —sonrió, haciéndole sonreír a él.

Pero en ese instante Sunoo pareció pensativo, como si aquella frase no le hubiera convencido del todo.
Ella lo miró interrogante, pero él negó. "No pasa nada" susurró.

Continuó acariciando sus cabellos y ella, boca arriba, acariciaba con su dedo los labios de Sunoo de vez en cuando, haciéndole a él reír y quejarse de forma graciosa.

Lo que Sophie no se esperaba era que Sunoo se agacharía y adornaría sus labios con un impactante y oportuno beso dulce y con sabor a miel que prolongó todo lo que pudo.
Deslizó sus labios pequeños, suaves y carnosos sobre los de ella y trazó círculos con ellos, dibujó en su sonrisa la suya y finalizó mordiendo su labio inferior con deseo. Entonces la agarró de la cintura, y ella lo tomó por el cuello con delicadeza.

Sophie quedó sentada sobre el regazo de Sunoo una vez que él la alzó y colocó. Ambos se miraron a los ojos, juntando sus frentes con una gran sonrisa en el rostro de cada uno de ellos. Admiraban al otro, y Sunoo decidió hablar.

—Esto sí será precipitado, pero no me importa. —relajó la sonrisa y la miró serio—. Sophie, prometo que me quedaré a tu lado siempre. Pase lo que pase, terminaremos juntos.

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