un regalo mágico

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Pov Amelia

Mamá tomaba mi mano, caminamos a su habitación y entramos en ella, era tan brillante y hacia un bonito reflejo en su cabello, había mariposas doradas por todos lados y era enorme parecía mucho más grande que casita

Mirabel: esta es mi habitación

Amelia: es muy bonita

Mirabel: ahora ven -tomo de nuevo mi mano y corrimos por un pasillo hasta llegar a una puerta que tenía una vela marcada

Amelia: ¿que es esa puerta?

Mirabel: vamos a averiguarlo -me sonrió

Ella abrió la puerta, había unas escaleras, entramos en ella y las recorrimos hasta llegar a una habitación, tenía un pequeño sillón y una mesita y en la ventana estaba la vela

Amelia: ¿está es la vela?

Mirabel: así es, esta es la vela que nos dio el milagro, junto al sacrificio de mi abuelo Pedro

Amelia: ¿quien es el abuelo Pedro?

Mirabel: el abuelo Pedro es el esposo de mi abuela, hace más de 50 años el se sacrificó para salvar a la gente del encanto cuando tuvieron que hacer un desplazamiento forzado, al llegar al río el abuelo detuvo a los perseguidores pero no logró seguir, a la abuela le devastó pero gracias a su amor se nos otorgó un milagro y cada uno recibió un don

Amelia: y porque se apagó la vela

Mirabel: verás cuando a mí se me iba a dar mi don, mi puerta se apagó y desapareció y con el mi don, yo no había recibido un don, la abuela a partir de ahí se volvió más dura y estricta y a mi simplemente me hacía a un lado por no tener un don, la verdad me sentía inútil y devastada, mi tristeza y frustración aumentaba y como la abuela era mucho más dura con todos los demás comenzaron a resentirlo haciendo que poco a poco la casa se empezará a agrietar hasta que un día descubrí una visión del tío Bruno donde yo estaba con la casa destruida y ahí es donde supe que debía hacer algo para cambiar ese futuro y al final la abuela solo me reprochó más y terminé diciendo la verdad que todos tenían acumulada, se derrumbó casita y

Alma: ahí me di cuenta que yo era la que estaba mal y que yo tenía la culpa de que casita su derrumbará, me segue y no pude ver el daño que le hacía a mi familia con tal de proteger algo que se me fue otorgado, fue entonces que pude entender que el milagro no era la vela o casita sin que mirabel era nuestro regalo mágico, una excelente niña y valiente mujer

Via a ambas y me sentí tan admirada de ver a dos grandes mujeres que salieron adelante con esfuerzo y dedicación, mamá me vio, me sonrío

Mirabel: ahora sabes cómo es que surgió nuestra magia

Amelia: es increíble y ustedes son increíbles, mamá, abuela ustedes son las mejores

Alma: eres una buena niña, estoy segura de eso -tomo mis mejillas y dejó un beso en la frente

No puedo entender el porqué son tan buenos conmigo, yo quise matarlos pero ellos a cambio han trato de ser lo más amables y cariñosos con nosotros, con César y conmigo

Narrador no pagado pero que narra bien perrón

Después de esa conversación, Mirabel y Amelia pasearon buen poco por el pueblo antes de la hora de la comida, varias personas las saludaban otras informaban a la más alta sobre el pueblo y el comercio, Mirabel paró al ver al heladera y tomo la mano de Amelia

Mirabel: vamos por un helado ven

Amelia: está bien -sonrio y apresuró su paso para estar a la par de la mayor

súplicas del corazónWhere stories live. Discover now