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Thomas Raggi

Estoy en mi habitación, sentada en el escritorio, con mi diario encima y escuchando de fondo a mi hermana y a sus amigos tocando.

No puedo dejar de escribir en el diario todo lo que me pasa con Thomas.

Somos mejores amigos desde hace años y siempre nos lo hemos pasado genial entre nosotros sin necesitar a nadie más y aunque la gente haya hablando nunca le he echo caso, porque no me importaba o eso pensaba.

Desde hace un tiempo he empezado a tener sentimientos por Thomas y que la gente diga que si somos pareja o algo duele, porque no lo somos y nunca lo seremos, ya que a él le gusta alguien más.

Por eso desde hace unas semanas he estado más distante y alejada porque no podía dejar de pensar en eso, cada vez que lo veo quiero besarlo pero no puedo.

Sigo escribiendo y pensando hasta que alguien toca a mí puerta.

- Pasa - digo

Victoria entra y empieza a hablar.

- ¿Quieres bajar a picar algo con nosotros?

Estoy apunto de responder de inmediato pero en aquel nosotros también estaba incluido Thomas y no creo poder verlo.

- No, es que tengo que hacer cosas Vic - digo señalando mi ordenador

- Que no se qué habrá pasado pero no puedes evitarlo siempre

- No se que estas diciendo - le contesto haciéndome la desentendida

- Pues te explico - dice acercándose - que desde hace semanas estás evitando a Thomas y no soy la única que se ha dado cuenta los David y Ethan también se han dado cuenta -

- Eso es mentira - rebato

- ¿A si? ¿Y por qué cada vez que el viene con nosotros tu te vas? ¿O por qué ya no vienes a oírnos cantar o a cenar? Si quieres puedo seguir diciendo cosas que estás haciendo o mejor dicho no haciendo

Yo solo me quedo callada sin saber que decir.

- Los David, Ethan y yo sabemos porque es, nos hemos dado cuenta hermana - dice poniéndose de cuclillas enfrente de mi

- ¿De verdad? - pregunto con lágrimas en los ojos pero me niego a que salgan

Ella solo asiente y me abraza.

- ¿Por qué no se lo dices? - pregunta

- Porque a él le gusta alguien más

Después de eso sentimos como alguien la llama desde abajo.

- ¿Te apetece bajar?

Yo solo niego con la cabeza.

- Bien si necesitas algo me llamas

Cuando sale de la habitación me levanto de la silla y voy a cerrar, después de eso voy hacia la cama y me tiro en ella a llorar sin saber muy bien porque.

Los siguientes días siguieron igual me levantaba, iba a clase, llegaba a casa, hacia los deberes, leía, escribía en mi diario, cenaba y dormia y así todos los días.

Hasta que un día al salir de clase para volver a casa alguien se cruzó en mi camino.

- Hola - dice

Yo solo lo intento ignorar y pasar pero el me coge el brazo.

- Suéltame Thomas - le digo

- Pues escúchame un segundo - dice

Yo solo asiento y me cruzo de brazos.

- Está tarde en la plaza de cerca de tu casa a las seis

- No - es lo único que digo

- Venga acepto y si quieres ya no te vuelvo a hablar - dice

Su tono suplicante me hace ceder y al oír lo de que no me volvería a hablar se lo quería negar, decirle que eso nunca pasaría, pero, lo único que digo es que vale y me voy corriendo a casa.

A las cinco estoy mirando que ponerme y pensando en que quería decir Thomas.

- ¿Has quedado? - pregunta Victoria entrando a mi habitación

- Si

- ¿Con quién?

- Con Thomas - digo casi susurrando

- ¿Enserio? - pregunta sorprendida

- Si

Al decir eso me giro y señalo el conjunto que llevo puesto que es una falda negra de tablas, una camiseta blanca y unos botines negros.

- ¿Te gusta? - pregunto insegura

- Me encanta, vas preciosa - afirma

A las seis menos diez salgo de casa y a las seis estoy entrando a la plaza.

Al entrar veo a Thomas sentado en uno de los bancos que está en frente de la fuente que ocupa el centro de la plaza.

En silencio me siento a su lado.

- Has venido - sin mirarme y como si no se lo pudiera creer

- He venido - afirmo

Durante unos momentos nos quedamos en silencio y yo me animo a preguntar.

- ¿Por qué querías quedar conmigo?

- Me han dicho una cosa los chicos y quería hablarlo contigo

Cuando dice eso siento como mi corazón empieza a acelerarse.

- ¿Y que te han dicho?

- Que te gusto - en ese momento se gira a mirarme - ¿Es verdad?

Me quedo unos segundos pensado hasta que contesto.

- Si - digo - y entiendo que no me quieras volver a hablar

- ¿Por eso me evitas? - dice incrédulo

- Si - digo bajando la cabeza

- ¿Y no me lo dijiste? - dice un poco decepcionado

- No, es obvio si te gusta alguien más

- ¿A mi? ¿Quién te ha dicho eso?

- Tu mismo me empezaste a decir que había una chica que te estaba empezando a gustar, que era muy guapa y todo

El solo se ríe.

- ¿De que te ríes?

- De que esa chica eras y eres tú

Yo me quedo con la boca abierta.

- Que tu también me gustas Alba - dice y después de eso me besa

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elbailedelavida espero que te haya gustado este capítulo.

Otra semana que ha habido shot esperemos que que todo esto siga.

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Estáis bien?

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Besos.